En la actualidad no hace falta estrellar aviones bélicos para saber cómo reaccionarían estas maravillas ante un escenario de batalla.
Solamente 7 bombarderos de EEUU nos dan 5 mil millones de dólares. Es todo el presupuesto que tiene Venezuela en sus Fuerzas Armadas a lo largo de un año.
Ya se han ensayado todo tipo de batallas ficticias entre los aviones que tienen Estados Unidos y los rusos que tiene Venezuela. Mirá qué surge de la comparación:
Usted se da cuenta que el análisis que hace es erróneo por todos lados, no? Para resumirnos a ambos una explicación larga, voy a citar brevemente dos ejemplos suficientes: - La incapacidad de la Fuerza Aérea Estadounidense no sólo para establecer un control siquiera adecuado de la situación en tierra, ni hablemos de quebrar la voluntad de las tropas enemigas, si no además de sostener adecuadamente una superioridad aérea... Contra un enemigo bastante inferior en dicho campo. Estoy hablando de Vietnam. - Otro ejemplo, que muestra un panorama similar, donde Estados Unidos es incapaz de establecer ningún tipo de superioridad ni control desde el espacio aéreo, contra enemigos que dominaran libremente el campo terrestre de batalla, en tiempos más modernos - pero paradójicamente, con equipamiento más rudimentario - Siria, segunda década del Siglo XXI. Al menos los vietnamitas tenían baterías SAM y cohetes antiaéreos portables, los Strela. Las tropas irregulares del ISIS no cuentan siquiera con eso, y si finalmente están siendo repelidos es por los rusos... Con qué táctica? La misma que usa el ISIS: Pick ups con ametralladoras montadas en la caja. Ahora, lentos pero por fin los estadounidenses aprendieron la lección: Al desarrollo de qué naves y armamento se asigna actualmente el grueso del presupuesto de la USAAF? Sí, aviones turbohélice, cohetería, y bombas de caída libre. Se dieron cuenta que los jets y misiles guiados son tan caros como inefectivos en ese tipo de combate. Por último, una verdad fundamental: Sin la presencia total y firme de la Infantería, ninguna guerra puede ser ganada. Por mucha superioridad aérea que se tenga.