El TV show de estos últimos días, se encuentra referido a la crisis que por estas horas está sufriendo el Gobierno y, sobre todo, al nerviosísimo que hoy se asoma desde la Casa Rosada.
La incertidumbre culmina siendo un síntoma de lo que provoca la pérdida del mando, y ello es lo que acontece dentro del ideario macrista. No es casual.
Argentina se encuentra conviviendo con una crisis tan compleja que los economistas aconsejan consultar politólogos, y los sabiondos de la Ciencia Política solo atinan a responder: “Es la economía, estúpido”, al mejor estilo Bill Clinton.
Los resultados de las PASO trajeron la advertencia del presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, quien se manifestó en contra de que “hermanos argentinos” huyan hacia aquel país fronterizo, aludiendo a lo que sucede en Venezuela.
Sus dichos encuentran un claro lineamiento a lo expresado por el presidente Mauricio Macri el pasado lunes, quien le echó la culpa al electorado de la explosión que sufrieron los mercados, la cual terminó desatando un impasible aumento del dólar y riesgo país, y una caída faraónica en los bonos argentinos.
La idea, en el modo practico, sería algo así: “Si los argentinos votan a un Gobierno chavista, que luego no me vengan a tocar la puerta”.
Por obvias razones, el miércoles último, Macri pidió disculpas y culpó a la mala administración de su Gobierno de que las PASO hayan resultado a favor del Frente de Todos.
Por estas horas, se está dando una situación muy extraña, el periodismo en general habla de “transición”, dando por derrotado al oficialismo cuando la elección valida, la cual se celebrará el próximo 27 de octubre, aún no ha tenido lugar, por tanto, se podría decir que parte de la prensa comparte la culpa de la desconfianza de los mercados.
Son los mismos mercados los que no confían en un eventual Gobierno de Alberto Fernández, sin embargo, les bastó la charla telefónica que el presidente actual y el precandidato a presidente por el Frente de Todos llevaron a cabo el miércoles último con el propósito de garantizar la gobernabilidad.
Asimismo, vieron una buena actitud por las medidas impulsadas por el Gobierno y ello hizo que la divisa de referencia baje considerablemente.
No obstante, en defensa de Fernández, corre la duda respecto de las decisiones que pueda tomar si eventualmente termina al frente del mando del país. El ejemplo más elocuente podría ser el rechazo al cepo cambiario que tanto le achacó a la ex presidenta y hoy precandidata a vicepresidenta del mismo espacio Cristina Fernández.
Por lo que viene sosteniendo, rechazaría medidas de ese tipo e incluso existe la probabilidad de que tome decisiones mas vinculadas al liberalismo, como por ejemplo, dejar que el dólar fluctúe libremente.
Todo ello ocurre en el marco de la desconfianza de la ciudadanía por la transparencia de las elecciones y la calificación de un fraude adjudicado a la oposición.
En tal sentido, la Cámara Nacional Electoral (CNE) rechazó que así fuese y no pasó mucho tiempo hasta que la diputada nacional y co-fundadora de Cambiemos -hoy Juntos por el Cambio- Elisa “Lilita” Carrió, saliera a manifestar que dicho fraude sí existió y que confía en que en octubre se darán vuelta los resultados.
Así las cosas, nadie puede decir con certeza qué es lo que está pasando en la coyuntura argentina, ni en materia social, ni política, ni económica. Las dudas se acrecientan y las certezas, por el momento, no llegan.