El incumplimiento de las proyecciones del resultado financiero establecidas en las leyes de Presupuesto de los últimos años fue una constante que atravesó las gestiones del kirchnerismo y el macrismo, tal como puede comprobarse en las diferencias entre las normas sancionadas por el Congreso y la ejecución de cada ejercicio fiscal.

Con esos antecedentes, el ministro de Hacienda y Energía, Hernán Lacunza concurrirá este lunes a las 15 a la Comisión de Presupuesto y Hacienda de la Cámara de Diputados con un doble condicionamiento adicional: tendrá que presentar un proyecto de ley que fue elaborado por su predecesor, Nicolás Dujovne, y que quizás tenga que ejecutar el año que viene una administración de signo político diferente a la actual.

Los desvíos obedecieron tanto a la elaboración de proyectos en base a supuestos macroeconómicos viciados de la manipulación de la que fue víctima el INDEC hasta 2015 como a los errores de cálculo en las proyecciones de inflación, la paridad cambiaria y la evolución del PBI, antes y después de ese año.

La siguiente es una síntesis que presenta el resultado financiero proyectado en cada ley de Presupuesto desde 2012 hasta 2019, el que finalmente fue ejecutado en cada ejercicio y la brecha entre las previsiones y la realidad:

* En la elaboración del proyecto de ley de Presupuesto de 2012, presentado en septiembre de 2011, el entonces ministro de Economía, Amado Boudou, proyectó un superávit financiero de $1.446,2 millones. Con su sucesor, Hernán Lorenzino, el ejercicio concluyó con un déficit de $ 55.463,4 millones, lo que representó un desvío de $57.009,6 millones en relación con la meta fijada en la ley.

* En la confección del Presupuesto 2013, Lorenzino previó un superávit financiero de $587,5 millones, pero el año terminó con un déficit de $64.477,4 millones, con la salvedad que el 20 de noviembre hubo un relevo ministerial con la asunción de Axel Kicillof. El desvío entre lo proyectado y lo ejecutado fue de $65.064,9 millones.

* En la ley de Presupuesto 2014, Kicillof previó un superávit financiero de $868,9 millones, pero concluyó el ejercicio con un déficit de $109.720 millones, es decir una brecha de $110.588,9 millones en relación con el objetivo establecido en la norma sancionada.

* Para el año siguiente, el mismo Kicillof fijó como meta un déficit financiero de $49.624 millones, pero en los hechos ese 2015 finalizó con un rojo de $224.612 millones, aunque en los últimos 21 días, tras el recambio de autoridades presidenciales, la cartera de Hacienda pasó a estar a cargo de Alfonso Prat-Gay. El desvío entre lo proyectado y lo ejecutado fue de $174.988 millones.

* Para 2016, Prat-Gay previó en la ley de Presupuesto sancionada por el Congreso un déficit financiero de $97.694 millones, pero el ejercicio concluyó con un déficit de $411.938 millones y un desvío de $314.244 millones, con el desplazamiento del ministro horas antes de la finalización del año.

* Prat-Gay previó un déficit financiero de $480.810 millones en la elaboración del presupuesto 2017, que terminó ejecutando su sucesor, Nicolás Dujovne. El ejercicio concluyó con un déficit de $612.737 millones, lo que implicó un desvío de $131.936 millones.

* En la ley de Presupuesto 2018, Dujovne previó un déficit financiero de $678.870 millones, si bien el año finalizó con un déficit de $811.302 millones y una brecha de $132.432 millones entre la proyección y la ejecución.

* La historia del Presupuesto 2019 aún tiene final abierto. En la confección de la ley, Dujovne estableció un objetivo de déficit financiero de $600.826 millones. Hasta agosto, de acuerdo con el informe de la Oficina de Presupuesto del Congreso, se acumuló un déficit de $216.631 millones. A Lacunza le queda, entonces, un margen de $384.195 millones de déficit financiero para los últimos cuatro meses del año.