La tensión política generó descalabro en el mercado cambiario y disparó las cotizaciones del dólar, con precios que varían de los $62 del mercado minorista hasta los casi $81 que pagan grandes inversores para comprar bonos y fugar divisas, pasando por los $69 del blue.
Esta brecha cambiaria que en algún caso llega a superar el 30% es consecuencia directa de las restricciones aplicadas por el Gobierno para frenar la salida de dólares y abre un negocio financiero para jugadores de alto riesgo, pero también para pequeños ahorristas.
Restricciones que a su vez, si no eran aplicadas, llevaban a un descontrol mayor con aceleración en la salida de fondos, devaluación galopante y una desfinanciación del Estado con consecuencias insondables.
"La moneda es confianza. La confianza se gana no se impone. El cepo no genera confianza", graficó el analista financiero e inversor, Christian Buteler.
Por ejemplo, un ahorrista con una cuenta sueldo tiene la posibilidad de comprar dólares al valor oficial de 62,37 pesos (cierre promedio de este miércoles) y venderlo en el mercado paralelo a quien quiera cubrirse sin quedar registrado a un precio que puede variar entre los 68 ó 69 pesos.
Así, los 1.000 dólares adquiridos oficialmente a través del circuito bancario a aproximadamente 62 mil pesos son comercializados en el circuito "blue" a 68 mil pesos, con una ganancia de 6 mil pesos lograda casi sin esfuerzo.
Según las actuales limitaciones, el ahorrista puede comprar hasta 10 mil dólares mensuales, con lo que puede ampliar esa rentabilidad.
En el caso de los grandes jugadores de la plaza que aceptan un dólar por encima de los 80 pesos (operó a 80,71 pesos el denominado Contado con Liquidación -CCL-) lo hacen para comprar dólares nominados en dólares y poder sacar esos recursos de la plaza.
Si se compara con el valor oficial, la brecha se ubica en el 36% -la más alta en la gestión de Mauricio Macri- y demuestra la desconfianza inversora y hasta dónde llega el costo que están dispuestos a pagar para retirar esos capitales.
En la plaza mayorista, donde opera el Banco Central con otras entidades financieras y empresas, el billete norteamericano se disparó hasta los $59, con un marcado crecimiento en el volumen de los negocios.
Para abastecer esa demanda, el Central desembolsa diariamente fondos de las reservas que ya cayeron más de 20.000 millones de dólares desde las elecciones primarias de agosto, con un ritmo insostenible en el tiempo.
En la jornada, el volumen operado superó los 900 millones de dólares -más de la mitad por intervención del Central- cuando el promedio tras las PASO era de entre 300 y 400 millones.
De cualquier manera, esa estrategia del Central de liberar dólares no sólo provoca una caída en los fondos atesorados en la entidad sino que "plancha" el billete y genera un riesgo en el corto plazo. Guillermo Malisani