Kristalina Gerogieva no se anduvo con eufemismos. Fue directo al punto clave de la crisis.

“El Gobierno debe ver la manera de vivir dentro de los límites presupuestarios”, dijo la jefa del FMI en una entrevista, en un claro mensaje directo al presidente electo, Alberto Fernández.

La directora gerente del FMI también recomendó llevar adelante una renegociación de la deuda con los acreedores “que le permita volver a los mercados”.

Estas dos señales son el mensaje de Washington a la flamante administración de “Los Fernández” y a sus intentos de expandir el gasto público vía emisión monetaria y a su clara estrategia de default.

Por mucho o por poco, Georgieva le trazó los límites que tiene la comunidad internacional para un “defaulteador serial” que recibió la mayor ayuda financiera mundial de la historia en los tiempos modernos. Esto vuelve a colocar al tema de la deuda al tope de las prioridades del nuevo gobierno.

De esta manera quedan desarticulados todos los intentos por “colocar dinero en el bolsillo e la gente”. Una emisión de dinero de la magnitud que calculan economistas privados -casi medio billón de pesos-, en momentos en que se desploma la demanda de dinero, es una invitación a abrir las puertas de la hiperinflación.

No sólo los académicos locales advierten sobre este peligro. El economista Guillermo Calvo también puso énfasis en este aspecto: “Hay que tener mucho cuidado en no engolosinarse, porque esto no es crecimiento. Seguramente se dirá que estamos creciendo, pero no. Lo que habrá, con suerte, es una recuperación, como pasó en la primera parte del gobierno de Néstor Kirchner.

En este proceso no me extrañaría que aumente el crédito y que se empiece a pensar que estamos saliendo. Hay que tener mucho cuidado, porque la hiperinflación está a la vuelta de la esquina”.

Fin el aviso.