Creo que habría que dejar que Argentina caiga en Default, así los proximos gobiernos no van a poder endeudar al país.

El default es una herida sangrante para el comercio exterior ... y un pais vive de la exportacion e importa la mayoria de sus insumos necesita comercio exterior. En default nunca sabes cuando te van a incautar algo, cuando te van a paralizar un transporte, cuando te van a negar el uso de una zona franca o ruta de transporte, cuando te van a negar un adelanto de dinero necesario para un transaccion o paralizar una trasaccion en el medio. Ademas conociendo a los K que siempre estan salibando con estatizar todo, mientras mas estatal, mas vulnerable a ser incautado. Creer que podemos vivir en default es un delirio de ignorantes.

Leandro, no te gastes en explicarle a la mononeuronal de maria (así con minúscula, ella misma escribe así por su sentimiento de inferioridad) es inútil. Seguro vive del estado y se cree que la plata surge por arte de magia. Realismo mágico típico de choripaneros peronistas. La plata que reparte el estado y todos los sueldos a estatales salen del trabajo, esfuerzo y arriesgar patrimonio propio de los privados que mantienen todo. El default rompe con las cadenas de los exportación, cadena de créditos para inversiones, etc. Solo un simio puede pedir default. Y la deuda maría, fue para pagar la fiesta bananera de 12 años de Kirchnerismo.

Ahora, te mandan para las casas, no podes producir por ende no vendes, Y cuando tengas que pagar la Deuda, sonamos TERRITORIO POR DEUDA, AMONTONAMOS 40 MILLONES EN LA PROVINCIA DE BS. AS. Y ADIÓS PATRIA MÍA, ese es el plan de los Chinos y otros socios; ya tienen base acá y anda sacarlos.

Definitivamente el neoliberalismo y el capital financiero trasnacionalizados están demostrando ser contrarios a la dignidad humana, contrarios al medioambiente y contrarios a la autodeterminación de los pueblos y el ejercicio de la democracia. En las primeras décadas del presente siglo se deberá resolver una difícil coyuntura, o la humanidad busca otras formas racionales de cooperación basadas en genuinos valores, otras formas de organización y producción donde la democracia, el desarrollo sustentable y la soberanía de los pueblos prevalezcan o bien un mundo donde triunfe la servidumbre del sistema financiero internacional usurario y la explotación suicida e irracional del planeta con resultados irreversiblemente terminales.