Por efecto de la cuarentena que dispuso el gobierno para enfrentar la pandemia de coronavirus sólo el 10% de las MiPyME se encuentran totalmente operativas, mientras que el 54% del segmento se encuentra en situación no operativa. Se trata de aproximadamente 325 mil empresas. De ellas, el 6% estaría ya al borde de la quiebra.
Así lo revela un informe de la Fundación Observatorio Pyme elaborado en base a una muestra de 960 empresas micro (0-9 ocupados), pequeñas (10-50 ocupados) y medianas (51-250 ocupados) de las actividades de Agricultura, ganadería, silvicultura, pesca y minería,
Comercio, Construcción, Industria Manufacturera, Servicios y profesionales independientes. La entidad cuenta con el respaldo de la Universidad de Bologna y la Unión Industrial Argentina (UIA).
El reporte indica que un 36% de las empresas se encuentra parcialmente operativa y que entre las empresas no operativas, las mayores frecuencias se encuentran en la Construcción (74%), manufactura (65%) y los Comercios (65%). El sector de los Servicios se encuentra relativamente menos afectado.
“El costo diario de esta inactividad de las MiPyME alcanza a 115 millones de dólares”, advierte el informe de FOP.
Al respecto, la investigación señala que “sólo el 16% de las MiPyME puede afrontarlos (los salarios de abril que se pagan en mayo) sin la asistencia del Gobierno” en tanto que “un 24% de las empresas no podrá enfrentar dichos gastos… ni siquiera con dicha asistencia, por lo cual deberán endeudarse o aumentar el aporte de capital propio a la actividad”.
El reporte FOP alerta que “como resultado, un 6% de las MiPyME está actualmente considerando abandonar la actividad”.
“Aproximadamente 35.000 empresas con una dotación actual de 190.000 trabajadores. Si parte de las empresas que no pueden afrontar las erogaciones de abril no consigue endeudarse o aumentar el aporte de capital, están en riesgo 415 mil puestos de trabajo adicionales”, precisa FOP
El relevamiento privado indica que el decreto del gobierno que dispone la creación del Programa de Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción (ATP) “fue bien recibido” por los empresarios pero que en realidad, reclaman una “disminución de la presión fiscal”.
Al respecto, el reporte dice que “el instrumento de la Asignación Compensatoria al Salario es muy valorado por las empresas” pero que “existe el temor de las demoras burocráticas en su implementación visto la comisión interministerial y Ad Referéndum de la Jefatura de Gabinete que debe aprobar el beneficio”. También se advierte que el instrumento “debido a lo reciente de su promulgación, es relativamente desconocido por las empresas menores”.
Por otro lado, el reporte advierte sobre las limitaciones que tiene el programa del gobierno para otorgar crédito bancario al 24% a las empresas. Se señala que “el crédito bancario como instrumento es relativamente más valorado por las empresas medianas que por las pequeñas y microempresas, vistos los problemas operativos/burocráticos que impone el sistema”.
“Sólo si es fuertemente subsidiado logra la aprobación del conjunto del sector, aún de las empresas más pequeñas. Es decir, un fuerte subsidio como compensación a las enormes dificultades que las empresas descuentan que encontrarán con la operatoria.
Entre los principales reclamos a las empresas, las MiPyME solicitan al gobierno “la flexibilización de la cuarentena” con el “80% de aprobación en todas las categorías dimensionales y sectoriales de este segmento empresarial”.
“Como síntesis conclusiva de esta investigación se destaca la gran aprobación de las MiPyME para flexibilizar la cuarentena y así disminuir la pérdida diaria actual de 115 millones de dólares y la necesidad de instrumentar medidas adicionales para sostener la liquidez de aquellas empresas que no logran afrontar los gastos de abril ni con la actual ayuda del gobierno. Por ello es fundamental adoptar nuevas medidas fiscales directas de aplicación inmediata y crédito bancario subsidiado en mayor proporción que la oferta actual”, señala FOP.