Donald Trump recurrió una vez más al viejo caballito de batalla de la inmigración con su decisión de suspender por 60 días la tarjeta "Green Card", que otorga residencia permanente a los extranjeros, en un intento por responder a las críticas de los demócratas por sus medidas en contra del coronavirus.
No hay duda de que al meterse con la imigración ha movido una pieza clave de la política norteamericana que resulta muy popular entre su base conservadora.
Su objetivo es limitar el número de personas que van a vivir y a trabajar a Estados Unidos, a siete meses de las elecciones de noviembre, en las que buscará su reelección.
Durante la campaña para la presidencia en 2016, la inmigración fue uno de sus temas preferidos y, para muchos analistas, resultó decisivo para que venciera a la candidata demócrata Hillary Clinton.
Como suele hacer a menudo con otros temas polémicos, Trump cambió el eje de la discusión en un momento en que Estados Unidos es el epicentro mundial del Covid-19, con más de 51.000 muertos y alrededor de 900.000 contagiados, según informes de la universidad estadounidense Johns Hopkins, o algunos miles menos si se toma el recuento de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Su intención de suspender algunos puntos de la "Green Card" es proteger -según dijo- a los trabajadores estadounidenses que están perdiendo uno de cada seis empleos.
El Departamento de Trabajo informó que más de 22 millones de estadounidenses han perdido su trabajo durante el último mes, en una economía devastada por el coronavirus y los esfuerzos por contenerlos.
El organismo estatal también informó que más de 5,2 millones de personas solicitaron el subsidio de desempleo.
Trump podría extender la suspensión de la tarjeta para los inmigrantes por el tiempo que lo considere necesario.
Su decisión busca que unas 20.000 personas por mes no puedan adquirir su residencia permanente, aunque a raíz de la pandemia del Covid-19 muchos inmigrantes decideron no viajar a Estados Unidos.
Doctores y enfermeras están exceptuados de esta decisión del jefe de la Casa Blanca, así como los inmigrantes comprendidos en el programa de visa E-B5, que permite a los extranjeros invertir en programas de empleos en ese país.
Naturalmente, el tema de Trump es hoy la inmigración. Pero también suele culpar a China para defenderse de las criticas por sus medidas para contener el coronavirus.
"La pandemia constituye un auténtico cisne negro para la política norteamericana y las consecuencias que la misma podría traer aparejadas, en un año donde está en juego la reelección de Trump son, por estas horas, imposibles de predecir", dijo a la agencia de noticias Télam Facundo Gonzalez Sembla.
El analista, que es investigador del Centro de Estudios Internacionales de la Universidad Católica Argentina (UCA), opinó que Trump "ha encontrado un nuevo enemigo con el que está acostumbrado a combatir y que le ha dado resultado desde que fue electo presidente en 2016: China".
Sembla dijo que es posible que Estados Unidos llegue a noviembre con su economía en recesión. Por lo tanto, señaló: "Hacer de Beijing su chivo expiatorio se entiende como una estrategia de campaña para sortear este obstáculo impensado (el Covid-19) con miras a la reelección".
China no es la única víctima de los exabruptos de Trump: también cargó con la adminstración anterior del ex presidente demócrata Barack Obama.
Por estos días, el magnate inmobiliario ha matenido también una nueva polémica con el gobernador demócrata de Nueva York, Andrew Cuomo, ya que es el Estado que tiene más muertos (16.646) y contagiados (730.656) por el coronavirus.
La oposición demócrata exige al gobierno republicano más pruebas para detectar la Covid-19, en el marco del debate sobre cuándo debe reabrirse la economía del país.
Sin embargo fue el propio Trump quien a fines de marzo elogió a Cuomo.
"Si el quisiera ser candidato, estaría bien. Yo conozco a Andrew desde hace tiempo y, para ser sinceros, pienso que sería mejor que el ´dormido´ de (el ex vicepresidente) Joe (Biden, el virtual candidato presidencial demócrata)", afirmó el magnate.
El presidente estadounidense, además, mantiene una tensa pelea con varios gobernadores demócratas, quienes se niegan a levantar la cuarentena para normalizar paulatinamente la marcha de la economía.
Por supuesto, Trump se sintió halagado por el reclamo de muchos de sus partidarios que en los últimos días salieron a las calles en los estados de Minnesota, Ohio, Kentucky, Carolina del Norte, Wisconsin y Michigan para reclamar el fin de las restricciones por la pandemia.
Otro. Y que nos interesa que haga Trump con sus ciudadanos. Que haga lo que se le ocurra, lo que tenemos que hacer nosotros es preocuparnos del INEPTO que nos Gobierna y punto.
y el sorteo de visas de este año?que iba a ser en mayo
Este populista del norte siempre buscando culpas en otros, cuando la culpa es él que no sabe de leyes y como se aplican. Entiende poco y nada, salvo el 1+1, y se las da de inteligente. A éste se lo ha de llevar la pandemia, no por que caiga enfermo, sinó porque la gente esta sin prisas y vé en tiempo real lo que hace y lo que no hace este Jefe de Estado.
Creo que no tiene nada que ver que suspendan el Green Card, a causa del covid-19, se supone que esta es para dar la residencia. No es una visa cualquiera, imagino cuan favorable sería esto para las autoridades.