La ciencia y la tecnología avanzan día a día a pasos agigantados. Lo que antiguamente demandaba horas hombre, ahora puede realizarse de manera sistemática gracias a maquinaria precisa y en menor tiempo. Este es el caso del trigo y la cebada cuyos volúmenes para la temporada 2020/21 alcanzarán los 25 millones de toneladas.

Las cifras se desprenden de los especialistas en predicción agraria quienes informaron en las últimas horas la cifra récord para el mercado invernal. Sin dudas que se trata de una excelente noticia que despierta esperanza en muchos productores de granos que ante la pandemia de Covid, la fluctuación del dólar y la baja demanda desde Chicago permanecían sumergidos en una atmósfera de incertidumbre. El aumento de la cosecha no se detiene desde 2014 cuando se eliminaron las retenciones a la exportación para estos cultivos de invierno, mientras que la tecnología agraria con maquinaria de primera como la venta de John Deere cosechadoras y la compra de fertilizantes fueron fundamentales para potenciar los cultivos al máximo rinde.

Desde la Bolsa de Cereales destacaron la importancia del trigo y la cebada puesto que aportan el 50% de la rotación en Argentina y mejoran las prácticas de manejo del suelo con fertilización y utilización de la siembra directa. Se espera que para la campaña invernal el consumo de fertilizantes aumente en un 6%, al igual que los fungicidas, dos denominadores en común que reflejan una buena política de manejo sanitario antes del arribo de los primeros frentes fríos al país.

Ventajas de la tecnología en las cosechas

Las tecnologías de vanguardia como los tractores, silo bolsas, cosechadoras (aproveche estas cosechadoras en venta a precios imbatibles), fungicidas y fertilizantes fueron fundamentales para generar sistemas productivos de mayor complejidad que permitieron un crecimiento sostenible en la producción. Esto se traduce en 4 años de búsqueda incansable de mejoras que lograron un aumento de 0,5 puntos en proteína en trigo.

Respecto a la fertilización en trigo se registró un aumento sustancial para la nueva campaña invernal con un consumo estimado que rondará los 1,7 millones de toneladas correspondiente un aumento del 6% respecto al 2019. A su vez, la urea se mantiene como la fuente nitrogenada más consumida en trigo. El año pasado la dosis promedio a nivel país fue de 150 kilogramos por hectárea, un 11% más respecto a la campaña 2018. Desde 2014, el consumo de urea aumentó un 78%.

El cuidado sanitario es otro de los aspectos a tener en cuenta. En la campaña 2019/2020 aumentó el uso de fungicidas de formulación compuesta como las estrobirulinas y triazoles, dejando atrás a las formulaciones simples como tebuconazole o carbendazim. Esto marca el cambio de paradigma en comparación a 2014 cuando los favoritos eran los de formula simple que alcanzaban cifras de aplicación del 68% en el volumen de trigo.

En 2019 el uso de productos con formulación compuesta alcanzó las cifras del 95%, récord absoluto teniendo en cuenta los antecedentes. La utilización de estos productos permite inferir un aumento en la inversión para el cuidado sanitario y la plena confianza en nuevas tecnologías que cada vez se hacen más aliadas del sector agrario. Estas nuevas formulaciones aportan mayor eficiencia y eficacia que los formulados simples. No quedan dudas de que los avances de la ciencia darán que hablar a corto, mediano y largo plazo.