El diario La Opinión Austral, con 60 años de trayectoria periodística, publicó hoy una tapa que pretende ser transgresora, atípica y original, cometiendo el peor pecado que se puede generar desde el periodismo: fomentar la xenofobia, la discriminación, la ofensa pública y promover una suerte de “neosocial-nacionalismo” de la peor especie, más cercano a un volante de propaganda política de la ultra derecha fascista de los ´60/70, que a un diario de contenidos generales, políticos, económicos y sociales, como siempre fue.
En virtud del cierre de las fronteras y la decisión chilena de levantar la cuarentena, la gobernadora asumió la legítima decisión de aclarar que las fronteras siguen cerradas (aunque no es de su injerencia, competencia ni decisión) y no hay “repatriaciones”, cuestión que compartimos prácticamente todos, en virtud de evitar la sobreexposición de la población al contagio, debido al tránsito de personas de un país a otro.
Sin embargo, al momento de trasladar ese mensaje en formato periodístico, el diario La Opinión Austral, construyó una tapa-editorial, de esas que en general ha usado Página 12 desde su creación de la mano de Jorge Lanata, pero lejos de transmitir una idea ingeniosa, un mensaje expresado en términos creativos, acudió a una imagen claramente xenofóbica, discriminadora y con cierto gustito a un nacionalismo berreta, colocando en letras gigantes sobre un fondo negro un “NO” enorme pintado con la bandera chilena y un “Pasarán” en destacado blanco que atraviesa el cuadro.
Los que estamos en periodismo sabemos que se editorializa no solo con un texto largo e intrincado, se lo puede hacer con una imagen, una foto aún sin texto o un título, sin que necesariamente debamos acceder a un texto para enterarnos de qué se trata la idea expresada por el autor. Pero hay límites que no se pueden transgredir y más aún si desde el medio de tantos años en Santa Cruz, no se toma en cuenta el contexto en el cual se expresa el discurso.
El “NO Pasarán” de la Opinión Austral de hoy, me retrotrae al “Si quieren venir que vengan”, la bravuconada de Galtieri en el ´82, solo que en un contexto absolutamente diferente, pero con una distorsión de la realidad que preocupa, cuando esto se genera en un medio, que si bien está claramente vinculado al poder kirchnerista, eso no lo exime de cumplir con ciertos límites profesionales y éticos.
La Opinión Austral siempre se caracterizó por tener un tinte anodino y tradicional en el lenguaje periodístico que asumió desde su creación. Pero eso cambió hace un tiempo e inclusive, los que amamos esta profesión, nos alegramos de ese cambio. Fue innovar sobre lo viejo y tradicional. Pero desde que ese medio fue comprado por gente del poder en noviembre del año 2019, cuando el Grupo Crónica adquirió el 100% del paquete accionario, la identificación total con el gobierno nacional/provincial quedó fuera de discusión. Y podemos o no estar de acuerdo con esto, pero es absolutamente legal la elección editorial o el cambio de rumbo que una empresa privada quiera darle a su producto.
Sin embargo, la identificación con un gobierno no admite una transgresión de este calibre más aún teniendo en cuenta que ese medio se creó, desarrolló y subsistió en una ciudad y una provincia que ayudaron a construir muchos chilenos. Y es más, dentro de su propio Directorio, cuando falleció Segovia, siguieron sus nietos, los hijos de Mabel Segovia (una de las hijas) casada con Sanhueza, de nacionalidad chilena.
También hay familias enteras que tienen hijos, nietos, hermanos y familiares de segundo y tercer orden, tanto en esta capital como en Punta Arenas, por lo tanto, hay lazos bien marcados que unen el destino de los riogalleguenses con los chilenos. Esto, sin que se trate de saltear prejuicios y diferencias tanto de chilenos y argentinos entre sí, por cuestiones a veces de orden cultural o ideológico. Eso es otra cuestión. Río Gallegos fue construido con chapas traídas de Chile ¿Se imaginan en aquellos años si alguien hubiera dicho “No pasarán”?
Acá se trata de analizar la actitud de un medio de comunicación que impuso una tapa con un título pretendidamente ingenioso y extremadamente desubicado. ¿Habrá rectificación? ¿El consulado chileno pedirá explicaciones?.
Solo podemos imaginar este título, generado desde la mesa de alguna Redacción de Crónica, donde el creativo desconoce claramente la idiosincrasia de los pobladores del sur, la historia común y la fuerte relación cultural, comercial y social existente entre Santa Cruz y Chile. Pero yendo más al fondo político, está claro que ningún “Nic” de los que trabajan para Alicia Kirchner, morderían la mano de una población que (en su mayoría) y en sucesivas elecciones, les han dado su voto al kirchnerismo. Ni viveza criolla les ha quedado. (Agencia OPI Santa Cruz)
SI, TAMBIEN PODEMOS RECORDAR OTRAS COSAS, POR LO QUE LA TAPA NO ES TAN GRAVE.
Hay que tomarlo de quien viene. Cronica y todo lo vinculados a su nombre no merece la menor atención en términos periodísticos. Lo demás es una nota de color con mayor o menor nivel de amarillismo.
Si quiere venir el principito, que venga.