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Que la Justicia se amolda a los oficialismos de turno resulta ser una verdad de Perogrullo. Es algo que sucede desde hace tantísimos años sin solución de continuidad.
Por obvias razones el kirchnerismo no es ajeno a ello. El hecho de que los ex presidentes Nestor y Cristina kirchner hayan logrado –Según Víctor Manzanares, ex contador del matrimonio Kirchner, 8 millones de pesos mediante- cerrar la causa por enriquecimiento ilícito en el año 2009 da cuenta de ello.
Fue gracias a la obediente actuación del cuestionado ex juez federal Norberto Oyarbide, quien debió renunciar por su pésimo desempeño en el cargo, y siendo acorralado por no tener apoyo político luego del derrotero del Kirchnerismo a fines del 2015.
No obstante, en este momento se da algo bastante curioso, absolutamente todo está politizado y agrietado, a punto tal que se llegó a crear una asociación de jueces militantes denominada “Justicia Legitima” y, para colmo, quienes ejercen bajo la tutela k se sienten orgullosos de reconocerlo.
¿Acaso la imparcialidad, objetividad e independencia no son elementos básicos dentro del Poder Judicial para poder avanzar en causas que compliquen a unos y otros? ¿Qué hace creer que es aceptable que un magistrado ostente alguna ideología política? ¿No es eso totalmente contradictorio con el propósito de generar transparencia en la gestión pública?
Amén de las preguntas aquí manifestadas, la Argentina se encuentra en un momento superlativamente delicado en lo que a la Justicia respecta. Hay hechos que lo demuestran claramente.
Podría no sorprender el hecho de que la Oficina Anticorrupción que comanda Felix Crous haya desistido de ser querellante en causas que complican a la propia vicepresidenta Cristina Fernández y a sus hijos, puesto que dicho organismo opera bajo la tutela del propio Poder Ejecutivo. Incongruencia institucional que le dicen.
Lo que llama imperiosamente la atención es que el juez federal Marcelo Martínez de Giorgi haya dictado la falta de mérito a personajes tales como Cristina Fernández, Julio de Vido, Roberto Baratta, Claudio Uberti, José María Olazagasti y al directivo de Techint Luis María Betnaza.
Como ya ha mencionado en varias oportunidades Tribuna de Periodistas, la falta de mérito se utiliza cuando no hay elementos suficientes para condenar pero tampoco para sobreseer a los acusados del hecho que esté en investigación.
Es cierto que dicha figura comprende que se debe seguir ahondando en los hechos en cuestión y que está muy lejos de significar un sobreseimiento. No obstante, está demostrado que puede ser utilizada con fines extorsivos para los intereses de quienes deben intervenir en las causas.
Pero no es un caso aislado que demuestra la orfandad del ciudadano por parte de la Justicia. Cómo se puede entender que el procurador del Tesoro, Carlos Zanini, le haya permitido al exvicepresidente Amado Boudou cobrar la jubilación de privilegio por ese cargo (que ronda los 400 mil pesos mensuales, más los retroactivos) y que ningún fiscal haya querido actuar de oficio.
Es necesario rememorar que la primera causa por la que estuvo detenido refiere al enriquecimiento ilícito, denunciado por el director de TDP Christian Sanz en el 2012, y que actualmente está condenado por cohecho pasivo y negociaciones incompatibles con el ejercicio de la función pública al tratar de quedarse con Ciccone, es decir, con la máquina de imprimir billetes.
Ni hablar de la ya referida e inminente liberación de Milagro Sala, cuya finalidad ya está en proceso gracias a las actuaciones del reciente designado presidente del Superior Tribunal de Justicia de la Provincia de Jujuy, Sergio Marcelo Jenefes.
En la cohetaneidad, los sucesos que se vienen dando dan a entender que no existe la paternidad judicial que tanto necesita un país democrático como es la Argentina.
¿De qué sirve, por ejemplo- y suponiendo que así se da-, tener policías honestos si el Poder Judicial no acompaña? ¿O de qué sirve el periodismo de investigación si, aun presentando elementos que demuestran la corrupción, es el mismo poder quien los desecha y actúa conforme su propia conveniencia?
La Justicia debería ser la madre del pueblo, la que acompañe y juzgue la corrupción, la que represente el republicanismo y la democracia.
No obstante, eso no se da de esa forma y si hoy el país es representado por gente de la más nefasta vinculación a la corrupción, también es culpa del propio Poder Judicial al no haber actuado como correspondería, con la libertad que debería ostentar y, al contrario, se volvió sumiso y obsecuente a cada uno de los oficialismos que van pasando por Balcarce 50.
El problema de la JUSTICIA en Argentina es que NUNCA ha podido recrear el MODELO QUE LA CONSTITUCION PROPICIA PARA ESE PODER. ¿Porqué? Porque la LEALTAD DE PERTENENCIA PARTIDARIA O DE INTERESES AJENOS AL ESTADO han estado POR SOBRE LA FUNCION EXCELSA QUE LE CABE AL PODER JUDICIAL. Pareciera que los JUECES DEBEN SER MAS QUE CAPACITADOS Y PROBOS , "BUENOS MILITANTES" O "SERVIDORES" A LOS GRUPOS DE PRESION QUE LOS APADRINARON para llegar a ese sitial. De ejemplo tenemos la actual composición de Corte Suprema, conformada por ex funcionarios de poderes ejecutivos Peronistas(Nac y Pcial), como Rosatti, Maqueda o Lorenzetti de origen JP en los 70, hasta que un intento de secuestro lo indujo a la "prudencia" y se alejó de esa militancia, tampoco creo que no se sorprende a nadie respecto al interes de Lorenzetti de trascender A LA POLITICA y con la visión sobre la Presidencia de la Nación. Es cierto que HA HABIDO Y HAY JUECES CONSUBSTANCIADOS CON SU ROL y no juegan especulativamente con EL PODER DE TURNO, pero estos son raleados hasta por su PARES "COMPROMETIDOS O CORRUPTOS", quedando en evidencia la existencia de una CORPORACION JUDICIAL que interctúa e incluso se genera un feedback de "favores mutuos" que benefician a familiares y a "recomendados". En síntesis, a traves del tiempo LA JUSTICIA se ha convertido en un gigantesco "mall" de juzgados con secretarías,fiscalías y jueces que actúan como "entrepneurs" de la justicia evidenciado en el dissimil metodo de INTERPETAR LA JUSTICIA, sin que haya una CABEZA PRE-SEN-TE Y ORDENADORA para evitar el aquellarre que dos por tres termina afectando a los CIUDADANOS por la vigencia de la impunidad y la recurrencia de delitos. Por otra la parte está LA CONNIVENCIA ENTRE LA JUSTICIA Y LOS "HACEDORES DE LEYES". ¿Nadie se ha preguntado de porque EN EL MUNDO SE PERSIGUE LA CORRUPCCION DE ESTADO CON PENAS GRAVISIMAS (En paises totalitarios hasta con la pena de muerte, como China) y en Argentina,...NO?. ¿Porque en un país como Argentina EL NEPOTISMO, tanto para las funciones de estado como contrataciones de estado es permitida, cuando hay paises que tienen leyes estrictas que incluyen hasta el 4º nivel de consaguinidad o de vinculo politico familiar? ¿PORQUE LOS LEGISLADORES NO DEBATEN PROYECTOS EN TAL SENTIDO, CUANDO ESTA DEMOSTRADA LA EXISTENCIA DE UNA CORRUPCCION ESTRUCTURAL? ¿ACASO ESOS PROYECTOS NO DEBERIAMOS HACERLOS NUESTROS LOS CIUDADANOS ARGENTINOS, CUALQUIERA SEA EL PARTIDO DE PERTENENCIA, Y EXIGIR SU PROMULGACION EN DEFENSA DE NUESTROS INTERESES? Está claro que si esperamos que la JUSTICIA "nos protega", estamos en la ruina y muertos. Es por ello que vale el título de la nota. ¡ LOS ARGENTINOS ESTAMOS HUERFANOS DE JUSTICIA!.
Y que se espera? que salga la gente de bien a hacer justicia por mano propia? Baby Etchecopar ha dicho grandes verdades que le costaran incluso su seguridad personal, pero pasa que no ha tenido gente que lo secunde. Los valerosos que se atreven a decir verdades son muy pocos, y los hoy Cabrales soldados heroicos se venden x una television, un par de milanesas, una bolsa de comida, un sobre cualquiera.... y asi es que estamos. Todo el mundo espera todo de otro, de que alguien haga el trabajo pesado, de imponer justicia, pero nadie se arremanga y se junta para ponerse de acuerdo en una. Somos muy individualistas en todo. Y eso es lo que nos debilita. No tendremos la fuerza necesaria, y pasaremos otros 70 años viendo como se cambia de generacion, en generacion....con los mismos probemas argentos, sin llegar a ninguna resolucion