La recuperación económica de los efectos de la pandemia tiende a ser más rápida de lo esperado en mayo, informa el Ministerio de Economía en el Boletín Macro Fiscal publicado el miércoles.
Las medidas tomadas por el gobierno han ayudado a las empresas a reducir los costos fijos, retrasaron el pago de algunos impuestos y eliminaron otros. Los contratos de trabajo se relajaron y el crédito fue más barato.
"Tales medidas podrían salvar a varias compañías de la bancarrota, reduciendo el impacto en la actividad y el empleo a corto, mediano y largo plazo", dice el documento. "Entre las economías emergentes, Brasil fue uno de los que más actuaron para preservar la economía".
El resultado de estas medidas es que la economía ha mostrado signos de recuperación. "Si bien abril fue el mes de declive más pronunciado, los siguientes meses ya se han recuperado, lo que indica que la velocidad de recuperación tiende a ser mayor de lo previsto", dice el boletín.
El documento destaca que las políticas de protección social han sido fundamentales para la resiliencia de la economía. “Incluso ante la pérdida sustancial de empleos y la reducción de salarios, las políticas adoptadas aumentaron la masa salarial en el período, lo que, además de proteger a los más vulnerables, ha sido importante para garantizar la demanda de varias empresas y sectores durante este período, minimizando el riesgo de quiebra ".
Las medidas contenían la profundización de la crisis, según la Secretaría de Política Económica (SPE). Por lo tanto, la estimación de la variación en el Producto Interno Bruto (PIB) este año se mantuvo en -4,70%.
"Sin embargo, debe tenerse en cuenta que tales políticas son un escudo para proteger a la población y las empresas durante este período, pero no son un estímulo sostenible a largo plazo y, más que eso, no son capaces de expandir la capacidad productiva de la economía, por lo tanto, son temporales y tienen efectos importantes de inmediato, pero no serían efectivos permanentemente”, advierte.
"En consecuencia, el Gobierno Federal está diseñando nuevos diseños de políticas de protección social e incentivos laborales para el período posterior al aislamiento, que se centran en la evolución permanente de la capacidad productiva sin imponer costos fiscales adicionales".