En las últimas dos décadas, el Estado argentino decidió la nacionalización de al menos 10 grandes empresas y programas que estaban en manos privadas. Los resultados no pudieron ser peores. Repasemos:
1-En 2002, ante la desastrosa administración de Yacimientos Carboníferos de Río Turbio por parte del hombre de negocios Sergio Taselli, se decidió su estatización en lugar de buscar un nuevo inversor.
¿El balance? En 2004 murieron asfixiados 14 mineros en lo que resultó la peor tragedia de la Argentina en ese tipo de actividad.
Las máquinas estaban mal mantenidas y desataron un infierno de llamas y humo que terminaron causando el desastre.
Años más tarde, se erigió en ese extremo del país una usina que funcionaría en teoría en base a carbón. Costó más de 1500 millones de dólares y jamás generó electricidad.
En 2020, enviaron a Río Turbio al ex jefe de gabinete Aníbal Fernández, todo un "experto" en materia de energía.
2-El caso más escandaloso y oneroso fue el de Yacimientos Petrolíferos Fiscales. Según el ex ministro de Economía Axel Kicillof nuestro país no iba a desembolsar un solo peso por la expropiación ya que la española Repsol nos estaba dejando un pesado pasivo ambiental.
Una década después, la compra del 51% de las acciones de YPF ya nos costó más de 5000 millones de dólares y aún faltan contabilizar varios juicios en el exterior que muy posiblemente se pierdan.
3-Capìtulo aparte para el Correo Oficial, que había sido privatizado durante el gobierno de Menem, en 1997. Fue una concesión que ganó Socma, la nave insignia del holding Macri.
Terminó nacionalizado en 2003, a los pocos meses de asumir Néstor Kirchner. La decadencia de la empresa vino de la mano de la modernidad (ya que los correos se han vuelto virtuales).
Pero, también aportaron su granito de arena los K quienes transformaron a la maravilla arquitectónica de Corrientes y Alem en un simple Centro Cultural a pesar de que fue construido hace casi un siglo con un sentido completamente diferente en el corazón de la ciudad de Buenos Aires.
4-En 2006, fue el turno de Aguas Argentinas, la empresa dedicada a la prestación del servicio de agua corriente y cloacas en la CABA y algunos municipios del conurbano bonaerense.
Fue estatizada bajo el mandato de Néstor Kirchner y renombrada como Agua y Saneamientos Argentinos (AySA) .
El desplazado grupo francés Suez y la empresa española Aguas de Barcelona nos llevaron al Ciadi (el tribunal arbitral del Banco Mundial) y la aventura nos costó finalmente 250 millones de dólares.
5-La única excepción en este tipo de procesos confiscatorios la tuvimos con la incorporación al Estado de Talleres Navales Dársena Norte (Tandanor), en 2007.
Funciona bajo el ala del Ministerio de Defensa y ya reparó con éxito (luego de las gestiones K) más de 50 embarcaciones.
El 75 % de su facturación proviene del sector privado.
Sin embargo, sus números se corrigieron sólo después de 2015.
En manos del kirchnerismo, hasta diciembre de ese año, Tandanor perdía casi 50 millones de dólares por ejercicio.
Entre los años 2013 y 2015 el astillero no presentó balances y tuvo una planta de empleados de 649 personas que se redujo luego en 200 trabajadores.
Durante los años K hubo millonarias pérdidas por exceso de contratos, mano de obra ociosa y sobreprecios en la compra de insumos.
6-En 2008, durante el primer gobierno de Cristina Kirchner, se produjo la reestatización de Aerolíneas Argentinas y Austral. Nuestra testigo fue una de las primeras once auxiliares de a bordo que tuvo esta ùltima firma en sus inicios.
La aerolínea de bandera había sido vendida a comienzo de los '90 a la española Iberia pero quebró en 2001. En un llamado a convocatoria de acreedores, pasó a ser parte del también español Grupo Marsans.
Por esta expropiación, la Argentina debió pagar en el Ciadi 320 millones dólares a Marsans.
En 2019, se estima que perdió más de 500 millones de dólares. Tanto dinero como la ayuda alimentaria dispuesta por la Casa Rosada durante la pandemia.
7-En 2010, fue estatizada la Fábrica Argentina de Aviones (Fadea).
La empresa había sido entregada en concesión por 25 años, en 1995, a Lockheed Martin Aircraft, uno de los mayores consorcios internacionales dedicados a la industria de la defensa.
Durante las gestiones K, no se construyeron nuevos aviones en Fadea a pesar de que llegaron a sumar casi 1600 empleados.
Tras la partida del kirchnerismo del poder nacional, la fàbrica comenzó a producir aeronaves con apenas 850 obreros.
8-En 2013, se re estatizó el Belgrano Cargas y Logística, la empresa encargada del transporte ferroviario en el Norte de la Argentina.
El tren que conecta al Gran Rosario con el extremo septentrional estaba en estado de semi abandono cuando CFK dejó la Casa Rosada.
Según la Comisión Nacional de Regulación del Transporte apenas movía 841 mil toneladas por año.
Cuatro años más tarde, en 2019, había triplicado esa cifra gracias al cambio de management en la empresa.
9-Otra de las empresas que se nacionalizò, en 2012, fue la ex Ciccone Calcográfica.
Todo ocurrió en medio del escándalo de corrupción del entonces vicepresidente, Amado Boudou, quién resultaría condenado a la pena de cinco años y 10 meses de prisión por quedarse con el 70% de las acciones de la imprenta.
10-Como ya hemos explicado en las páginas precedentes. El Fútbol para Todos en manos de Balcarce 50 nos ha costado 1200 millones de dólares a lo largo de 3000 partidos transmitidos.
Además, el Kartell de la comunicación impidió el ingreso al erario público de un total de 10 millones de segundos de publicidad no tradicional.
Las transferencias del Tesoro Nacional a este tipo de programas y empresas estatales le cuesta a la Argentina un 1,5% de su PBI.
¿Cuánto dinero se sumará si, finalmente, se termina sumando al gigante santafesino Vicentín a este largo listado de intentos empresariales fallidos por parte de los políticos del PJ?
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