Hay que cambiar con urgencia el foco de la discusión. Para empezar, hay que llamar a las cosas por su nombre. Partir por reconocer, como un hecho incontrastable, que ésta es la tercera presidencia de Cristina Kirchner.
Sostener de buena o mala fe que Alberto Fernández tiene un plan propio, o que se trata de un moderado que sufre diariamente la presión de su vicepresidente es no sólo equivocarse, sino regalarle tiempo y espacio al proyecto de unicato feudal de la virtual presidente, o presidenta, para complacerla en su lenguaje seudoreivindicador.
De modo que haría mejor la prensa bien intencionada si dejara de explicar la realidad en términos “Alberto es bueno, Cristina es mala”, un maniqueísmo forzado que a muchos todavía les hace pensar que hay alguna oportunidad de cambio, o que hay dos peronismos, o que existe alguna alternativa interna al camino de hierro que ha trazado la totalitaria conductora del peronismo.
La tozudez con que la trimandataria insiste en recorrer los mismos fracasados caminos, a repetir las mismas precariedades conceptuales y a burlarse de todos los principios, de todos los acuerdos, comenzando por la Constitución y avasallando a su mansa oposición, obliga también a esta columna a repetirse en sus conceptos hasta el aburrimiento de la lectora. Pero habrá que hacerlo indefinidamente, hasta que se aprendan y entiendan las lecciones del pasado, como dijera Voltaire, un campeón de libertades.
La viuda de Kirchner maneja su partido, movimiento, coalición o como se le quiera llamar, como siempre lo ha hecho: a los gritos. Esos gritos, no permiten que se escuche el grito de la gente en la calle, por eso se lo minimiza, desprecia, ningunea y persigue con la policía intimidante y pegadora y con intendentes y gobernadores mafiosos. Los calificativos usados contra los manifestantes por los dirigentes justicialistas al unísono, como corresponde al unicato, son repudiables, antidemocráticos, ofensivos e insultantes para los ciudadanos que marcharon con todo derecho, con todo orden y con toda razón.
Es obvio que la pandemia ha venido como anillo al dedo al sueño de la madrina del movimiento (lo de madrina no dicho en sentido religioso sino puzziano), que encuentra un terreno pavimentado de terror por el virus y por la acción intimidatoria de su sistema persecutorio y acusador, y a una población que ha naturalizado que la vida funciona solamente el día de la semana en que se le permite revivir según el número de DNI, el chip precario que maneja su libertad condicional de zombie. Nada más funcional para imponer controles, prohibiciones, destrozar la educación y desviar la atención de un país en vías de desaparición. Un ensayo general de dictadura. Y de paso, ha permitido hacer negocios con compras de insumos inútiles, testeos dudosos, vacunas que se promocionan como gratuitas y sin lucro y no lo son, y todos los manejos que han sido un estándar del sistema de salud nacional kirchnerista, que incluyó la provisión a los viejos de medicamentos oncológicos vencidos y hasta falsos.
La triste súplica de una niña con una enfermedad terminal para poder despedirse de su padre no es solamente una demostración de la imbecilidad de una fría y estúpida burocracia. Es una proyección del futuro en manos de alguien a quien los problemas de la sociedad no le importan. Le importan solamente sus negocios, sus resentimientos, sus necesidades, su egoísmo y mantener el poder. Y de paso, es una demostración de lo poco que vale la palabra de quien oficia de presidente, que dijo hace pocos días que no existía la cuarentena.
Con el país en emergencia sanitaria y en agonía económica, avanza el proyecto de pulverización de la justicia, que es mucho más que un programa de impunidad y venganza. Aquí también se confunden los comunicadores y caen en una minimización del plan. Adueñarse del control de la justicia es silenciar a los ciudadanos, dejarlos indefensos, hacerlos sentir desamparados y atemorizados. El artículo propuesto por el amanuense Parrilli, seguramente instruido a los gritos (a los de la señora sí se los acata) no es meramente un ataque a la prensa, como clama al unísono corporativo el periodismo. También amenaza a cualquiera que opine o peticione, desde una carta de lectores a un tuit, que pueden ser reputados como presión a un juez, quién sabe con qué criterio. “Las presiones de las amistades” -dice el artículo propuesto. Suena a mazmorra lúgubre. No van por la prensa. Van por todos. ¿No lo están haciendo ya, cuando persiguen con multas y maltratos a los que se manifestaron en el banderazo? La marcha es considerada una presión inaceptable por la subsidiaria local del chavismo. Para Cristina nada es peor que perder la calle, como ella predica.
Sin futuro
Lo mismo cabe aplicar a los análisis y opiniones sobre el futuro económico. Hay que ser más sinceros. No hay derecho a fomentar ninguna esperanza en un país con cepo cambiario dictatorial sin reservas ni crédito, sin ninguna inserción seria internacional, con fuertes restricciones a la importación, y con una exportación limitada por el control de cambios y las retenciones. En un país cuyo sistema productivo, en especial el agro, no cree en Cristina Kirchner, que lo ha esclavizado, arrodillado y explotado como otrora los mapuches a los tehuelches. No hay derecho a ignorar que ningún inversor externo ni empresa importante cree en ella. Cuando tras las PASO se sinceraron dramáticamente las expectativas y las calificaciones del país, Mauricio Macri soltó una frase que puede haber sonado antidemocrática y despectiva para los votantes: “Eso votaron, eso tienen”. Se la puede calificar como a cada uno le guste, pero el diagnóstico implícito es certero.
No es un servicio a la sociedad hacerle creer que hay oportunidades de ningún tipo mientras la viuda de Kirchner esté en el poder. No las hay por su propia incompetencia, sus precarias y genéticas convicciones y las de su partido, su manejo voluntarista y populista, y, sobre todo, porque nadie con un dedo de frente invertirá un centavo, a menos – como sostuvo esta columna- que sea un cómplice. Por eso los emprendedores y las empresas extranjeras se quieren ir, por eso nadie quiere venir. Por eso Google, radicará un centro de datos en Uruguay, no en un país donde Mercado Libre es perseguida por el poder y cercada y extorsionada por la famiglia Moyano.
Sabido es que Argentina es un mercado sólo para proteccionistas que hacen plantas con créditos regalados por el estado y luego le venden a ese mismo estado sus productos o servicios, o se los venden oligopólicamente y caro a los consumidores. Es cierto que también es un error creer que a la mandataria de Recoleta le interesan las consecuencias de sus políticas o despolíticas económicas. La economía no le importa. Le importa el poder. Por la economía siempre se puede culpar a alguna potencia extranjera, a alguna conjura internacional, a la oligarquía, ahora a la pandemia (no a la cuarentena que no existe). Venezuela es un ejemplo de que todo es posible y de que la sociedad se traga a la larga cualquier patraña, y si no, siempre está el fraude.
La improvisación sobre el manejo de las reservas y la venta de dólares a particulares, la confusión deliberada que hace pensar al gobierno que los dólares son del estado y no de la gente, en especial los que están en las cuentas bancarias, presagian peores alternativas. Por eso también es iluso proponer empezar a negociar ya con el FMI como sería recomendable, en vez de esperar a que pasen las elecciones. No ocurrirá. El manejo de la jefa del peronismo se basa en la prepotencia y la obstinación. No en la negociación.
Por eso es importante no ayudar a crear ninguna expectativa sobre Alberto Fernández, un presidente nominal que debe sentirse muy mal al mirarse al espejo al afeitarse, con el triste papel que se le ha adjudicado, presidente de la pandemia. Ello para no desviar la urgente atención de la ciudadanía sobre el proyecto hegemónico de Cristina Fernández, que no es la mera impunidad, ni la venganza, apenas un umbral en su hubris. Se trata de su proyecto monárquico familiar que culmina en Máximo, que tiene nombre de emperador, al que quiere ver como heredero de su corona y como Lord Protector. En eso piensa cuando dice “la historia ya me absolvió”.
El peor de todos
El Máximo mediador y componedor que ya está vendiendo alguna prensa, como el que impone su criterio en las luchas internas y modera a su madre, controla y negocia con Massa y es líder de La Cámpora. Otro héroe griego fabricado como antes Zaffaroni, Gils Carbó, la Cristina oradora y ahora gran política, la Carlotto buena, el Lavagna opositor y el Néstor prolijo administrador o el Berni Rambo.
Máximo es el máximo peligro, porque para que se cumpla el sueño cristinista de legarle el poder, debe primero ser emperatriz y déspota, paralizar a la oposición, cambiar la ley electoral, silenciar toda crítica y profundizar el populismo a toda costa. Y lo hará. El atropello de ayer a los servicios de Internet, Cable y Telefonía son un ejemplo de extorsión, revancha y estilo de negociación kirchnerista de baja estofa, de los que habrá muchos más.
Quienes no quieran ese destino para Argentina, deberían declararse ya mismo en estado de movilización y marcha permanente, de rebeldía pacífica ciudadana, de reclamo continuo ante la prensa, los políticos, las instituciones locales e internacionales, como lo que ocurrió en la marcha del 17 A, cuyo grito el gobierno no quiso escuchar porque los que gritan no tienen razón. ¿Cómo George Floyd?
El título de la nota y la referencia a Hayek no son un recurso periodístico. El maestro describió en su libro el comportamiento de todos los Stalin, los Hitler, los Chávez, los Perón, los Kirchner en distintos grados, que pretenden saber más que los propios individuos lo que le conviene a cada uno y que terminan siempre en algún formato totalitario o dictatorial.
Porque la fórmula de cualquier populista es muy sencilla. Primero hay que lograr un individuo temeroso y disciplinado, que se subordine a un estado que lo ha acostumbrado a depender de él para su seguridad, su salud, su sustento y su felicidad. Después, simplemente hay que apoderarse del estado. Y conservar el poder.
Cuando el Estado viola la constitución y las libertades civiles, hay que defender la constitución y las libertades civiles, no al Estado y sus fuerzas armadas, incluida la fuerza pública (policía). La libertad es un derecho natural del hombre, es inherente al ser humano. Cualquier exceso de los empleados públicos (Estado), es y debe ser castigable con el voto o con las armas, ambas opciones son derechos del soberano (pueblo). El Estado debe ser básico, civil y organizado, no criminal. El Estado está tomado por terroristas y hay que defender la democracia. Los terroristas están atentando contra la libertad de las personas y la propiedad privada. ¡Viva Juan B. Alberdi, viva la libertad!
De ese libro el capítulo 10, pinta a la Argentina. También otro, "La Telaraña Argentina" de los 60.
En tiempos de globalización, en la Argentina sumida en el infierno del Dante sin saber en cuál de los tantos infiermos se encuentra, por lo que aún se puede estar peor, Cristina Fernández, sigue enceguecidamente SU propio designio. A diferencia de Alberto Fernández, ella hizo campaña REINVIDICANDO SU GESTION DE GOBIERNO, en forma de presentación literaria. Ella, a diferencia de Alberto Fernández, respecto UNICAMENTE A LA CAMPAÑA, puede decir "YO NO MIENTO", Ella nunca prometió ni aumento a los jubilados, ni llenar heladeras ni bolsillos de los trabajadores, y tampoco trató de "INMENSO " a Hugo Moyano ni menos trató de "Gobernador ejemplar" a Insfrán.Solo se concentró EN SU "MARTIROLOGIO FAMILIAR" y en la VENDETTA contra el SISTEMA SOCIAL que, cacerolozas mediante le generarón jornadas de depresión en su segundo mandato. Es por ello que DIJO que había que cambiar el SISTEMA JUDICIAL, LA CORTE Y HASTA LA CONSTITUCION. ¿Es que TODAVIA no han advertido que a CRISTINA no le importan LAS PERSONAS sino LOS SISTEMAS QUE PUEDAN RESPONDER A SU MANDATO? Así como no se conmovió con la victimas de Crogmanon (después de todo se trato de un espectaculo privado), como tampoco de las victimas y los familiares de Once que perdieron a sus seres queridos (problema de funcionarios y concesionarios) y mas claramente, cuando en 2013, connacionales suyos morían en las calles en medio de saqueos en provincias de...¿su mismo signo partidario?, a causa de huelgas policiales. Ahora a meses de la pandemia, solo hemos visto videos de su situacion judicial y expresiones orientadas cuestiones ajenas a lo NOS AQUEJA A TODO EL PAIS, que es la PANDEMIA Y SUS EFECTOS NEGATIVOS POR LA CUARENTENA. ¿Será que ella se resguarda y es por eso que no le interesa que le pasa al próximo? Incluso esta vez, ni siquiera pidió por una oración por Facundo Astudillo, cuando con la desaparición de Santiago Maldonado, hasta asistió a una misa pidiendo por el alma en pena del tatuador anarquista. Está claro que los SERES HUMANOS, somo especimines muy chiquitos para ella, solo se interesa en LOS SISTEMAS SOCIO POLITICOS que en forma de muchedumbre, le rindan pleitesía reconociendole su SABIDURIA VIRTUOSA. Eso si no se dá cuenta que ESE PENSAMIENTO EN SOLEDAD, también AISLA al país, que a esta altura es percibido desde el EXTERIOR COMO UN CASO PERDIDO.Seguro que "alguien" se acercará, pero será quien con lisonjas y obsequios, se ganará el favor de convertirse en el nuevo explotador de ese PUEBLO, al que dice conocer y desear lo mejor. ¡Pobre Cristina, toda una incomprendida!
La psicópata desencajada, debe ir presa con sentencia firme y a una cárcel común. Lo mismo que sus hijos (mayores de edad, participes probados en sus delitos), y el resto de su putrida e irritante banda de gangsters. Son errados los reconocimientos a su supuesta habilidad política. Es solo una inescrupulosa, sin el menor sentido ético. Una salvaje necesitada de recurrir a métodos cada vez más totalitarios y, en simultaneo, reducir a la miseria y el consecuente sometimiento al servilismo y parasitismo al resto de los habitantes, para garantizarse impunidad y control de hierro de su hábitat africanizado. Es lo único que entiende. Es la marca inmodificable de su nivel intelectual, anímico y ético. Una verdadera bestia, que solo sirve y se siente viva destruyendo, demoliendo. No son solo los inconmensurables delitos cometidos los que deben llevarla, condenada, a una cárcel común hasta el fin de sus días. Está la perspectiva inexorable de las barbaridades que a futuro resultan lo único que puede ocurrirsele. Esta j"jugada", en el peor de los sentidos y el peor de los caminos para todos nosotros. No se trata de solo frenarla. Se trata de sacarla, con todos sus adlateres, del juego para siempre. Y cualquier medio es lícito para cumplir con ese objetivo, cuando sus aberraciones y peligrosidad, no pueden sino aumentar exponencialmente a medida que el tiempo pase. Y no hablo de años sino de días, semanas o meses, a lo sumo. Es así atendiendo a la velocidad de nuestro deterioro, que no hará más que acelerarse.
Lo que a todo el mundo se le pasa por encima es el no tener en cuenta la cantidad de " medicos" cubanos y militancia cubana en argentina, que es quien guia tramo a tramo, cada paso a seguir de como convertir al pais en el chavismo'comunista al estilo cubano.-Tampoco nadie monitorea o controla el trabajo clinico del supuesto medico cubano,( sin matricula) en este desastre del cobid.( demasiados muertos) Tenemos manos y mentes tenebrosas que estan jodiendo la patria, y no pararan hasta sumirla en un estado de completa decadencia, y mansedumbre, donde el ciudadano debera' ponerse de rodillas para poder comer. La señora vicejefa, hasta el momento no ha dado señales de compasion, contencion, humanidad, empatia hacia los mas de 7 mil muertos y contando que va teniendo el pais. Su proceder inhumano, desconectada de la realidad del pueblo que sufre, le quitara imagen, y la dejara de repente sin sus admiradores y admiradoras, solo le seguiran la corriente aquellos que reciban sobres y beneficios personales, el socialismo popular, y la solidaria cooperacion de la gente se le evaporara como x arte de magia, ante su falta de preocupacion x los pobres.-Y sus peores enemigos empezaran a ser los gremialistas, al no recibir una sola moneda mas. La vicejefa esta solo abocada, eclipsada, mimetizada y obsesionada ante su meta, que es la de derrocar a los que la han molestado y se han atrevido a bautizarla de ladrona. No se cuanto de razon tenga tal o cual, en lo que sea que digan. No hay que llevar la cuenta ya de lo que se diga, sino de lo que se haga. La gente ha dejado de masticar vidrio, porque no se lo puede tragar. Mañana sonara el escarmiento, asi pongan vallas alrededor del congreso. La republica entera sera el clamor y no existira valla alguna que contenga al soberano, que es el pueblo. Lo sensato es que la sra renuncie, y se vaya a descansar antes de que se enferme, que disfrute de sus nietos y le de un respiro al pais.