Este domingo, Horacio Verbitsky sorprende al anticipar una “gestión” iniciada por la ministra de las Mujeres Elizabeth Gómez Alcorta ante Cristina Kirchner, a quien visitó el martes en su despacho del Senado.
“De allí salió el acuerdo de Cristina para que Alberto Fernández envíe ya al Congreso el proyecto de ley de abolición de la clandestinidad del aborto. Tanto ella como Sergio Massa creen contar con los votos suficientes para aprobarlo en el actual periodo de sesiones”, anticipó el director del blog El cohete a la Luna.
Y aclara: “No sólo cumplirían con una promesa electoral, también desplazarían el furor del verde Franklin al verde Ofelia”.
Verbitsky revela que la preocupación de Cristina —obviamente se lo ha revelado la vicepresidenta— era el riesgo sanitario de las visitas al hospital en plena pandemia, pero la ministra le explicó que: “Una vez legalizada la práctica, el 95% de las interrupciones voluntarias del embarazo se realizarán con medios químicos y no quirúrgicos, y el grueso de las intervenciones hospitalarias son por procedimientos clandestinos mal realizados, de modo que desaparecerán con la legalización”.