Al ministro de Economía, Martín Guzmán, le podrían faltar unos $46.000 millones para terminar el 2020. La cifra no es menor en tanto el titular del Palacio de Hacienda afirmó días atrás que no va a recurrir a la asistencia del Banco Central para completar el financiamiento.

En el Ministerio de Economía comienzan ya a afinar el lápiz para la llegada de la nueva misión del Fondo Monetario Internacional (FMI) que arribará en la segunda mitad de noviembre, ya con la intención de negociar un nuevo programa para la Argentina. Y una señal que quiere dar Guzmán es que no va a recurrir mas en lo que resta del año a la “maquinita” para financiar el gasto. Las intenciones pueden chocar contra la realidad.

De acuerdo con un informe del Instituto de Estudios sobre la Realidad Argentina y Latinoamericana (IERAL), al gobierno se le plantean dos escenarios para el último bimestre.

“El escenario optimista presenta un déficit primario de 377.171 millones de pesos mientras que el pesimista uno de 521.663 millones de pesos”, afirman en un reporte los economistas Marcelo Capelo y Agustín Cugno. En el segundo de los escenarios, el estudio proyecta un incremento de gastos de $155.000 que el gobierno tenga que hacer si repite el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) y mantiene algunos gastos sociales.

Además del déficit primario, el gobierno tiene que atender vencimientos de deuda privada en pesos por $425.520 y vencimientos de adelantos transitorios del BCRA por $279.039 millones. En un caso, entonces, tendría que enfrentar gastos por $1,08 billones y en el más pesimista $1,22 billones. Mientras que las fuentes de financiamiento suman $1,18 billones, por $405.000 millones de utilidades del BCRA no transferidas y por $775.000 millones de renovación de vencimientos.

En el caso del escenario optimista le estarían sobrando unos $98.000. En el caso del escenario pesismista le faltarían $46.226 millones.