La balanza comercial mostró en octubre un exiguo saldo positivo de unos 600 millones de dólares, un monto que no alcanza a cumplir con las obligaciones financieras del Estado. Esto revela que el monto del comercio exterior argentino es ínfimo y muestra la parálisis de la actividad económica aún cuando las autoridades se esfuerzan en mostrar lo contrario.
Lo complicado de esta situación es que cayeron tanto las exportaciones como las importaciones. Y más complicado aún es que una de las vías de ingreso de divisas está virtualmente extinguida. La parálisis está corroborada por los números del Estimador mensual de actividad económica que mostró una reducción del 7% en septiembre respecto de igual mes del año pasado.
Uno de los sectores más dinámicos de la economía, el agro y su complejo industrial exportador, también ve su actividad en modo de contracción. La maquinaria agrícola redujo su producción en casi el 7% mientras que la facturación creció casi un 80%.
Todo esto es un claro ejemplo que cuando campea la inflación, la inversión no aumenta y los agentes económicos prefieren corregir las distorsiones vía precios, afectando fuertemente la producción de bienes. Lo mismo pasa cuando en algunos sectores empieza a notarse faltantes de bienes y suministros. La corrección afecta a la producción de bienes porque la corrección es por precios y no por cantidades. Algo muy básico que se enseña en los primeros años de la carrera de economía.
Sin embargo, la política ajena a la ciencia opta por aplicar la polémica e inconstitucional ley de Abastecimiento para corregir las distorsiones, algo que fracasó desde que se la aplicó por primera vez en 1.974 y cuando Roberto Lavagna era Director Nacional de Precios, el secretario de Comercio era Miguel Revestido y el ministro era el fracasado José Ber Gelbrad.
El gobierno no sólo no aprendió de su propia experiencia sino que reincide en los mismos errores de otras épocas. Si las autoridades no entienden que deben terminar con la inflación de manera terminal, irán hacia un callejón sin salida.
Entre la recesión, la desocupación y el agotamiento de stocks de insumos importados, se va creando la amenaza del desabastecimiento. Tanto se insulta al CAMPO, que al final, el GOBIERNO debe SI O SI esperar que este sector HAYA HECHO MERITOS SUFICIENTES EN SU ACTIVIDAD para generar muy buenos saldos exportables y así promover el ingreso de divisas para SALVARLES LA VIDA, en forma textual, pues si NO HAY DOLARES DEL CAMPO, ¡CHAU GOBIERNO! No llegan ni a palos a 2023. La interna del PERONISMO se los va a llevar puesto.Para colmo hay varias caras que fueron parte de la ALIANZA del 2001 que AHORA son parte del Cristinismo, así que esos mismos personajes pueden anticipar cuando hay "olor a fracaso", por lo que deberían empezar a preparar los petates para que sectores del PERONISMO, así como lo hizo Duhalde, ahora empiecen a preparar la "salida institucional" que incluiría hasta ELECCIONES ANTICIPADAS.
Este es el segundo gobierno de Macri, por eso siguen haciendo lo mismo. Con elecciones no se arregla, porque siempre volverán los mismo, con otro disfraz, como han hecho siempre y diciendo que la culpa la tiene el otro. "Si los pueblos no se instruyen....."
Señor ROUCO últimamente hay que consultar permanentemente en un buscador que ocurrió en tal o cual época de la historia o en lo económico.Es un verdadero lío ir siempre para atrás.