Luego de la furiosa carta que Cristina Kirchner publicó contra algunos miembros de la Corte Suprema de Justicia, uno de sus afectados, Ricardo Lorenzetti, decidió responder a través de otra misiva, también pública.
Se titula “El ocaso del consenso” y no hace referencia directa a la vicepresidenta ni a su arenga. Lo hace por elevación, en algunos de sus párrafos.
“En la actualidad, los diseños institucionales y tecnológicos promueven el desencuentro y la pérdida del control de las narrativas unificadoras de los países”, arranca el supremo.
Luego, empieza explicando: “En una sociedad plural el consenso no significa que todos piensen igual, sino que es el resultado final del encuentro de posiciones diferentes. Pero el problema en el mundo actual es que el diseño institucional y tecnológico promueve el desencuentro y la pérdida del control de las narrativas unificadoras de los países”.
A continuación, empieza la referencia a Cristina, sin mencionarla: “Se trata de llamar la atención y por eso se hacen denuncias escandalosas y declaraciones fuertes con la idea de demostrar cierto poder, a pesar de que se sabe que sólo dura un instante”.
Al mismo respecto, Lorenzetti habla sobre la “argumentación sin reglas”, acusando a la vicepresidenta de paranoica: “Con demasiada frecuencia se escuchan razonamientos como este: ‘Juan es bueno; Pedro es malo, y se diferencian claramente. Pero si ambos estuvieron sentados juntos, o son vecinos, o van a la misma iglesia, o compartieron un partido de fútbol, o concurrieron a una manifestación, es sospechoso y Juan también es cuestionable’. Este tipo de razonamientos en los que se vincula un tema con cualquier otro, por analogías muy lejanas, fue criticado por Umberto Eco, señalando que es una interpretación paranoica”.
Luego hace referencia a la “descalificación”, tratando a Cristina de discriminadora: “La opinión de alguien no motiva un debate sobre los argumentos, sino un análisis de quién es, con quién está vinculado, cuáles son sus características, y de ese modo se lo descalifica y se pretende que quede fuera de juego. Es un procedimiento común respecto de las sentencias judiciales: ¿quien es el juez?, ¿quién lo nombró?, ¿con quién está vinculado? Esta información suele ser más importante que lo que escribió en la sentencia. Este tipo de argumentación ad hominem (John Locke), ha sido ampliamente criticada porque puede llevar a la persecución y la discriminación”.
Finalmente, Lorenzetti habla sobre las consecuencias que produce esta forma de actuar, con una comparación referida a animales: “Estas características llevan a la polarización, lo cual produce parálisis en las decisiones por la falta de acuerdos básicos. Por ejemplo, si los animales de la selva tuvieran que elegir a la reina de la belleza: el león diría que debería elegirse a la que tuviera mayor melena y mejor rugido; la jirafa a la que tuviera el cuello más alto; la cebra a la que tuviera más rayas; el pájaro a la que supiera volar más alto. Si no se puede acordar un criterio único, no hay concurso”.
La crítica más fuerte a veces no es la que se hace de manera directa, sino la indirecta. Es más inteligente.