Ningún vecino en su sano juicio le podría pedir un cambio abrupto a la señora Intendente, Mariel Fernández, en un año de gestión, claro, si no se tratara solo de un retoque a la fachada (como la del edificio municipal); pero dentro de la matriz peronista/populista que perdura.
Se modificó el escudo de la ciudad, el logo de gobierno, a todos los funcionarios y sus secretarios, pero Moreno continúa estancado en el tiempo, con dificultades endémicas propias de un país africano.
Con el tejido social hecho trizas más el erario saqueado por las distintas administraciones y sus amigos, la cintura de Fernández no alcanza para esquivar los palos que vienen desde dentro del mismo entorno sumados a lo poco que aporta la oposición local.
El simulado alejamiento del Movimiento Evita, pergeñado en el seno del mismo, para adoptar un pelaje más peronista no engaño a nadie. El nacimiento de la Agrupación Reconquista no movió el tablero de la rancia política morenense. Se visibilizaron de manera remanida con una caravana por el centro de la ciudad, un día de semana y sin respetar las disposiciones emitidas desde el gobierno en cuanto al tratamiento de la pandemia.
Mariel no solo no ha podido resolver el tema de la recolección de residuos (con cambio de empresa incluida), tampoco se ven los cambios en el tema sanitario; las más de 40 salas de atención primaria continúan cerradas o disfuncionando. Como sucede desde tiempo inmemoriales, todo el peso de la atención se volcó al hospital provincial y al modular instalado en Cuartel V, a todas luces insuficiente.
Ni que hablar de la educación, detonada por el Ministro Trotta en la Provincia de Buenos Aires, con la ayuda de los Sindicatos como Suteba. La actividad en las escuelas solo se remite a la entrega de los bolsones con mercaderías cada quince días, con serios problemas de logística y control. No obstante, absorbió los fondos de provincia en lo que respeta a S.A.E. y los de infraestructura en manos de los secuaces del Consejo Escolar oficialista. El hecho es que, si Moreno diera comienzo al periodo lectivo 2021, tendríamos una distorsión de vacancia cercano a las diez mil (10.000) plazas.
En lo que respecta al otro flanco débil del distrito, la seguridad, resulta difícil saber si la mejoría existe. Pero teniendo en cuenta en manos de quien la ha dejado, (los mismos que los del gobierno anterior en su base); los Fraga, Duarte y compañía continúan siendo útiles al status Quo, aunque la cabeza de la Secretaria haya cambiado. Solo dejaron la silla Liliana Ojeda, regresada al Consejo Escolar y Lilian Juárez con prisión preventiva en un establecimiento de la ciudad de La Plata. La estadística comparada no resulta útil, ya que se la destrozo en los años de Scioli como Gobernador, mejorando sensiblemente con el gobierno de Vidal. En estos días se anunció desde la gestión Kiccillof, la construcción de una cárcel y una alcaidía para Moreno.
El mismo Julio Alak visito a Mariel Fernández, para asegurarle la nueva obra pública, que todos sabemos que no ocurrirá, por lo menos en el corto plazo.
Justamente con uno de los mencionados, estuvo inaugurando un edificio privado el sábado próximo pasado. Extraña actividad en un Intendente, que ese día tenía tres compromisos y solo acudió a este. La nueva estructura es propiedad del Arquitecto Alejandro Micieli e hijos, un ex funcionario de Mariano West, que compartiera aquellos años de Democracia Cristiana del ex Intendente. El mismo Micieli que durante su época de Administrador del IDUAR (Instituto para el Desarrollo Urbano, Ambiental y Regional), se encargara de rezonificar y modificar los Códigos de Edificación de toda la ciudad; incluyendo el emplazamiento en donde hoy se asienta el edificio (otrora zona de quintas a los costados del Acceso Oeste).
Se trata también del mismo Estudio de Arquitectura que pusiera su mano para la construcción del K41. Desarrollo inmobiliario que, tras largo periplo de edificación y serias sospechas de corrupción, terminara siendo el lugar de encuentro de oficialistas y opositores. Allí se ubica también el centro de Monitoreo de cámaras de seguridad del municipio, desde la gestión de Walter Festa.
El lunes venidero se dará a lugar a la última sesión del Concejo Deliberante, en donde se tratará la aprobación de Presupuesto 2020, el numero puede crecer hasta doce mil (12.000) millones de pesos, producto de la asistencia de la Provincia de Buenos Aires, que tuviera que habilitar fondos a los municipios del conurbano para afrontar gastos corrientes (sueldos específicamente). De seguro la mayoría automática con la que cuenta el oficialismo aprobara el desembolso, volviendo a ingresar al Día de la Mangosta y en la vorágine de hacernos trampa jugando al solitario.
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