Recuerdo la vez que entrevisté al destacado humorista Alfredo Silva en Tribuna de Periodistas, unas de las cualidades que más me impactó – allende su histrionismo y producción artística – es su capacidad de progreso y desarrollo personal. Es un buscavidas todoterreno: pasó de empleado de astillero hasta llegar a la compañía de radio-televisión Caracol (Cadena Radial Colombiana). En medio, infinidades de presentaciones en radio, televisión, teatro y fiestas privadas.

Silva hace de la sinergia del humor su fuerte artístico: pasa con facilidad del chiste blanco, al ingenio satírico /sarcástico, grotesco, verde, con autoridad fundante. Su expresividad es conectiva y el público se identifica con guiños cómplices.De manera crónica, este periodista recibe del singular comediante, una verdadera “ametralladora” de chistes, videos y material de su producción.

Fue hace un par de noches, más precisamente a las 12 hs. de la noche, cuando todo está en calma, que acuso por mensajería de WhatsApp una treintena de audios de Alfredo Silva. Cuando los escucho, me destornillo de risa. Soy un confeso fan del cómico de marras. Su peculiar estilo narrativo me divierte y me hace olvidar los sinsabores de la vida cotidiana. Él me dijo: “– ¡Publicalos!” (Risas)...y me agradeció. Así, cumplo con su pedido.

Hete aquí, un menú destacado de chascarrillos especialmente dedicados a los lectores de Tribuna de Periodistas.

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