Por orden del juez federal Sebastián Ramos, la Policía Federal (PFA) realizó a mitad de febrero diversos allanamientos simultáneos en Concordia y otras localidades de Entre Ríos para desarticular una banda dedicada a ingresar millones de pesos al circuito financiero legal sin poder justificar su origen. Encripdata pudo saber de dos fuentes con acceso a la investigación que los imputados intentaron lavar el dinero a través de Mercado Pago. Sin embargo, la empresa advirtió movimientos sospechosos de usuarios a partir del monitoreo interno permanente de su plataforma.
En consecuencia, la compañía radicó a mitad del año pasado la denuncia ante los Tribunales Federales de Comodoro Py. La maniobra era por demás sencilla: los acusados ingresaban fondos a una red de cobranza, luego los transferían a Mercado Pago y finalmente los retiraban. Así, una y otra vez, durante seis meses. La empresa aportó al magistrado la trazabilidad de las operaciones financieras.
Mientras el juez avanzaba con la investigación, Mercado Libre, el «unicornio» detrás de Mercado Pago, informó lo sucedido en su balance del segundo trimestre del 2020 al tiempo que aclaró que ningún usuario de la plataforma había sido afectado. Los responsables de la red de cobro también hicieron una presentación, pero la instruye otro juez. Los investigadores tal vez las unifiquen.
A mitad de febrero, entonces, el juez Ramos decidió actuar. Los informes de inteligencia lo preocupaban: los imputados, al menos nueve, no solo habían ingresado dinero a Mercado Pago, aunque sus cuentas fueron bloqueadas a partir de la denuncia, sino que comenzaron a utilizar los pesos ya retirados para comprar casas, autos de alta gama, como un Camaro, y motos Harley-Davidson para perfeccionar la maniobra de lavado.
Entre los acusados se encuentran Juan Carlos Espil y Luis Albornoz. Los policías los demoraron, les allanaron sus domicilios y negocios y los liberaron. De allí que medios locales sugirieron que los investigaban por corrupción por su supuesta relación con políticos de la zona. Pero la trama, como pudo reconstruir Encripdata para esta nota, era totalmente distinta.
En una de las casas allanadas, los policías encontraron 10 millones de pesos en efectivo. También dólares y pesos uruguayos.
Eso sería, sin embargo, solo una ínfima parte del dinero que la banda intentó lavar.
El próximo paso del juez será determinar el origen de los millones.
Ah pero lavaron pequeñas fortunas! Como para que MercadoPago no se de cuenta...