La actividad agrícola ganadera es una de las más antiguas y arraigadas en Argentina.

Mucho se habla de sus productos, pero poco se destaca las ventajas y beneficios que aportan para nuestro país.

No sólo se trata de desarrollos tecnológicos o producción masiva de materias primas. Detrás de cada productor se esconden múltiples puntos a favor a priori desconocidos o ignorados intencionalmente.

Alimentos y materias primas

Damos por hecho de que las frutas y verduras siempre están. Y siempre estuvieron. Sin embargo, esto es así gracias a productores agrícolas que trabajan férreamente durante muchos meses del año en procesos productivos cada vez más sofisticados. Lo mismo ocurre con la carne.

De no ser por la actividad agropecuaria, el abastecimiento de alimentos y materias primas estaría seriamente limitado obligando a las personas a tener que ocupar tiempo de su vida consiguiendo fuentes de alimentación. Algo así como retroceder miles y miles de años cuando los individuos eran nómades y tenían que buscar lugares con agua y alimentos.

Purificación de aire

Así como los cultivos generan desechos, también producen enormes cantidades de oxígeno que se liberan en el aire. Además, contrarrestan los elevados niveles de Co2 que favorecen el calentamiento global.

El sector agropecuario se transformó en filtro natural gracias a la liberación de oxígeno durante la fotosíntesis y el consumo de dióxido de carbono como sustrato para su desarrollo y crecimiento.

Por otra parte, se están desarrollando nuevas técnicas basadas en la reutilización de desechos orgánicos para aumentar la fertilidad de los suelos y mejorar la productividad. Para esto se utilizan compost, digeridos o biochar que permiten gestionar de manera más eficiente los desechos evitando su acumulación y liberación atmosférica.

El objetivo final es lograr secuestrar la mayor cantidad de carbono, evitando la emisión de óxido nitroso y metano al ecosistema.

Reactivación económica

Los sectores agropecuario y ganadero mueven millones de dólares siendo la principal fuente de dólares para nuestro país. En tiempos de economías frágiles, el agro es una actividad fundamental para Argentina. Asimismo, del sector agrícola subsisten miles de familias nucleadas en empresas de insumos, maquinaria pesada y empleados que llevan adelante las tareas diarias. Muchos productores necesitan comprar sembradoras, tractores, herbicidas, fungicidas y demás insumos que reactivan las economías locales.

Prácticas sustentables

Poco a poco el nuevo paradigma del cuidado del medioambiente gana terreno en todo el mundo. Y el sector agropecuario no podía hacer oídos sordos a las preocupaciones por cuidar el ecosistema. Para cumplir con dicha premisa ahora se utilizan insumos que no dañan al medioambiente como fungicidas sin impacto ecológico o cosechadoras y maquinaria pesada con menor consumo de combustible.

Los productores ahora se enfocan en comprar máquinas que sean más eficientes, con menor consumo de combustible, pero sin relegar potencia. Las empresas ya tomaron nota y se perfilan hacia modelos eléctricos que no consuman derivados de petróleo.

Desarrollo de biocombustibles

Los derivados del petróleo empiezan a agotarse. Pero no sólo se trata de una cuestión de reservas mundiales, sino que de otro cambio en la cosmovisión del mundo. Los movimientos ecologistas pusieron en agenda la importancia del cuidado del planeta.

Los combustibles biológicos se encuentran en pleno proceso de investigación y pueden ser creados a partir de maíz y otros cereales abundantes en todo el mundo. Una vez aprobados, el paso siguiente sería el de la creación de vehículos aptos para biocombustible que reducen los niveles de gases encargados de generar el efecto invernadero.

Nuevos alimentos

El ciclo productivo se complejiza cada vez más. Además de buscar el máximo rendimiento en los lotes, también se busca satisfacer la demanda de los consumidores. Rindes con menos intervención artificial es lo que se busca.

Algunos productores sólo utilizan herbicidas y plaguicidas en caso de enfermedades graves. Esto se refleja en la mesa del consumidor con productos frescos y deliciosos.

Del productor al consumidor: una deuda pendiente

En un mundo ideal, el productor debería ofrecer sus productos directamente -sin intermediarios- al consumidor. Sin embargo, en la cadena de distribución intervienen muchísimos actores que incrementan el costo final de los productos.

De esta manera, los consumidores sufren en su bolsillo los sobreprecios que se aplican sistemáticamente a medida que más protagonistas intervienen en la cadena de transporte y distribución.