Finalmente, luego de una semana de elocuentes especulaciones, Alberto Fernández confirmó que el diputado por Río Negro Martín Soria será el próximo ministro de Justicia, en reemplazo de la renunciada Marcela Losardo.
Promotor de la absurda teoría del “lawfare” y autor de frases que regocijan a Cristina Kirchner, como “Comodoro PRO”, el hombre es hijo mayor del fallecido ex gobernador de Río Negro Carlos "El Gringo" Soria, y de Susana Freydoz, condenada por haber asesinado a su esposo el 1 de enero de 2012 de un disparo.
Martín es un hombre muy cercano al mundo del espionaje, relación que heredó de su padre, quien supo comandar la Secretaría de Inteligencia (exSIDE) en los tiempos en los que Eduardo Duhalde era presidente interino.
Es curioso, porque el propio Alberto Fernández aseguró en su discurso de asunción como presidente que uno de los ejes de su política como jefe de Estado sería la de desvincular el Poder Judicial del mundo de los espías. Un vínculo perverso, ciertamente.
Ello denota que es un tipo de suerte, porque nadie lo ha objetado al respecto. De hecho, el ahora flamante ministro fue sobreseído hace pocos días en una causa judicial.
Estaba imputado por el cobro de ”aportes voluntarios” a funcionarios del Gabinete municipal por 450 mil dólares durante su paso por la intendencia de General Roca.
Soria se convirtió en intendente de esa localidad en diciembre de 2011 y, en 2019, tras un fallido intento de ser gobernador de Río Negro, enrocó en el cargo con su hermana María Emilia Soria: ella se convirtió en intendenta y él en diputado.
En su ingreso a la Cámara de Diputados Soria estrechó sus vínculos con el kirchnerismo, sector con el que jugó su hermana durante los cuatro años de gestión del ex presidente Mauricio Macri, destinatario de sus críticas más afiladas.
Como miembro de las comisiones de Justicia, de Legislación Penal y de Asuntos Constitucionales, Soria apunta su discurso contra el Poder Judicial y particularmente contra su accionar durante a la gestión de Macri.
Justo lo que buscaba Cristina, quien resultó ganadora una vez más en el perverso ajedrez que disputa a diario con Alberto Fernández.