Cada semana suceden hechos que destruyen la teoría K del lawfare, es decir, la teoría de que una conspiración de jueces, periodistas y empresarios persigue con la ley a Cristina Fernández y compañía.
Es lo que acaba de suceder con Amado Boudou. El exvicepresidente tiene un fallo firme, definitivo e inapelable que lo condenó a 5 años y 10 meses de prisión efectiva por cobrar coimas y usar para eso su función de ministro en la venta de la fábrica de billetes Ciccone.
Por esta condena, Boudou se ha autodeclarado “preso político”. Una víctima del lawfare, como le gusta decir a su jefa.
Sin embargo, el payador perseguido no ha parado de recibir todos y cada uno de los beneficios posibles de la Justicia.
-Primero, el juez que debe hacer cumplir su sentencia, Daniel Obligado, lo sacó de la cárcel en abril con la excusa de que faltaba un fallo de la Corte y con la excusa de la pandemia, aunque el único grupo de riesgo al que pertenece Boudou es al de los vendedores de imprentas ajenas. Desde entonces Boudou está preso en la comodidad de su casa.
-Después le redujeron en 10 meses la condena porque hizo unos cursos de capacitación.
-En junio la Anses decidió volver a pagarle su pensión vitalicia como vicepresidente, aunque según la ley esos beneficios se pagan en reconocimiento al “mérito y al honor”. El progresismo K que se opone al mérito tiene, se ve, un concepto elástico sobre ese punto. Y sobre el honor ni hablar. Son unas 400 lucas al mes. Y la Anses ya avisó que le va a pagar retroactivos.
-En diciembre, cuando ya estaba muy claro que dentro de las cárceles la pandemia había golpeado menos que afuera y cuando la Corte dejó firme la sentencia contra Boudou, el juez Obligado sólo fijó la fecha en la que la condena del exvice quedaría cumplida. Recién cuando un fiscal le dijo al juez que hasta entonces Boudou debía dejar la cárcel de enjugandito y volver a la de verdad, el juez, remoloneando, ordenó la vuelta a prisión.
-Los abogados de Boudou apelaron ante una cámara. Y el fiscal de esa cámara, afiliado a Justicia Legítima, no pidió que Boudou volviera a prisión.
-Ahora, la Cámara acaba de decidir que el juez Obligado no escuchó bien los argumentos de Boudou, un error de principiantes que parece a propósito, por lo que el juez debe revisar si vuelve a pedir o no la prisión de Boudou.
-Finalmente, la propia Cámara le remarca al juez que, como la condena terminará de cumplirse en junio, Boudou podría empezar a disfrutar la libertad condicional a fines de mayo. Una manera de decirle al juez que ni se moleste en mandarlo a la cárcel.
Si prestás atención, no es una mala decisión la que acaba de tomar la Justicia. Demuestra dos cosas. Una, es que Boudou sigue siendo un corrupto en términos legales. Su culpa, las coimas, etc., fueron y siguen probadas. No se revirtió.
La otra cosa que demuestra esta decisión es que toda la famosa teoría del lawfare no es más que una farsa: el payador perseguido es al final el corrupto más mimado de la misma Justicia a la que él denuncia.
Insisto Periodista Cordobés, tuvo que salir un informe de los EEUU que hablara sobre el caso de VALENTINO BLAS CORREA mencionando la Corrupción e impunidad en CÓRDOBA. Va de nuevo , que me importa lo que ocurre en Buenos Aires si tenemos ladrones, asesinos y corruptos acá para hacer dulce.
Boudou, una víctima de la conspiración internacional de los medios hegemónicos, del neoliberalismo, de la cipayada, de Joe Biden y de Soros. Ah, y de Bill Gates también. Un pobre muchacho que renegó de sus orígenes en la UCeDé para convertirse en un entusiasta militante del campo nac and pop. Un hippie maduro que sólo quiere tocar la guitarra en su médano, con los cabellos al viento, tal vez acompañado por La Mancha de Rolando.
Respetuosamente, Sr. Simioni, no comparto su opinión acerca de que "no es una mala decisión" la que beneficia una vez más a éste inmundo megachorro. Que se haya probado que es un corrupto, en tanto concepto conformista residual, significa que debemos acostumbrarnos y resignarnos a ésta boñiga judicial y política, que se ríe de los ciudadanos.
Las declaraciones del secretario de estado de EEUU en referencia a la Argentina mencionan la falta de una justicia activa, e independiente y una importante falta de institucionalidad, entre otras cosas. Este país es una pesadilla. Y a veces cuando respeto justamente la ley y la institucionalidad me siento luchando con una navaja cuando el enemigo tira bombas nucleares. Eso se refuerza cuando lo escucho a Larrreta. No es un boludo, y es un muy buen administrador, pero............ le falta 5 pal mango.
¡Si Boudou hablase, mas de uno temblaría! Es por ello que se ha convertido en el "mimado".