“Mira las cagadas de Macri y su familia,
un abrazo y a votar bien con conciencia. Bueno, para los que tienen domicilio en
Capital, espero que no se equivoquen en la elección de mañana.”. La foto que
ilustra la presente nota, más los comentarios, son parte de una cadena de mails
que circularon a finales de la presente semana. Y con un objetivo manifiesto,
señalar a los potenciales votantes de Mauricio Macri con el estigma de la
derecha nazifascista como si se tratara del sayo que imponía la
inquisición española. Siguiendo la tesitura, tremendamente soberbia, de Daniel
Filmus al calificar de “equivocados” a los porteños que sufragaron por el
citado, los seguidores del fracaso pingüinero no encontraron mejor argumento que
el que mejor saben: denostar siempre sin descanso.
Pero no se solucionan los problemas concretos de la gente
tirando falacias desde el estrado, o fingiendo lo que no se es, o mintiendo
descaradamente todo el tiempo. En una escuela ubicada en avenida Independencia
al 500, las autoridades comiciales de la mesa masculina 4058 tuvieron que
refugiarse en el aula que oficiaba de cuarto oscuro, porque allí funcionaba una
única estufa. Y precisamente, la temperatura mínima de ese domingo era de
escasos 2°. Pues para los ateridos, las pavadas cotidianas proferidas por
Kirchner y sus adláteres ni siquiera les sirvieron de abrigo.
Cuando oficialmente cerró la votación a las 18 hrs., la
tendencia marcaba un contundente 61% a favor de Macri, frente al 39% del títere
de la Rosada. No es difícil imaginar las caras que tendrían sus
circunstanciales ocupantes, al verificar con creces que por segunda vez el
electorado propinaba tan contundente mensaje en contra de su proyecto
hegemónico. Este hartazgo también circuló en forma también de mail, un poco
después del primer golpe mortal:
“* Ojalá recordemos que usted (Kirchner) no fue, en la época
de la dictadura, el gran luchador y militante pro-Derechos Humanos que quiere
vendernos, sino que se movió a Santa Cruz y allí desarrolló una actividad de
abogado usurero y protegido por sus aceitados vínculos con el poder militar
que regenteaba la provincia, con la 1.050 bajo el brazo. Sería bueno que no
olvidáramos que fue así la manera en que usted amasó una buena fortuna que
después le permitió comenzar a hacer política y que hoy le depara cerca de 25
propiedades declaradas en el Sur y otras tantas en manos de testaferros.
* Ojalá recordemos que usted fue durante muchos años un
gobernador menemista con todas las letras. Que votó a Menem en 1989, que lo
acompañó en su política de acelerado y criminal desguace del Estado, que
defendió las privatizaciones de las empresas de recursos naturales tal y como
Menem las hizo, que hizo lobby en el Congreso de la Nación para que se aprobaran
las leyes de hidrocarburos y privatización de YPF, y que respaldó la reelección
presidencial en 1995. Ojalá no olvidemos que en ese año las boletas del PJ
santacruceño que usted conducía, decían "MENEM-RUCKAUF" de un lado y "KIRCHNER"
bien al lado, cuando ya hacía 6 años que tenía lugar el gobierno que produjo la
catástrofe social más grande de la historia democrática, que eclosionó en 2001
cuando usted pretendía ser un ente salido de un repollo.
* Ojalá recordemos que no se lo escuchó a usted criticar, en
su momento, los indultos que beneficiaron a los principales jefes militares que
ordenaron una de las matanzas más espantosas de la historia política nacional.
Ojalá recordemos que, explícita o implícitamente, usted los convalidó como
peronista y jefe del PJ santacruceño que acompañaba el proyecto menemista.
* Ojalá recordemos que su esposa, la senadora Fernández, fue
junto a usted convencional constituyente de la mayoría justicialista en la
Convención de 1994. Ojalá recordemos que allí, ambos fueron entusiastas
partidarios de reformar la Constitución para permitir la reelección de Menem y,
de paso, tener la excusa perfecta para intentar - y efectivizar - lo propio en
Santa Cruz. Ojalá no olvidemos el discurso emotivo de la entonces convencional
Fernández de Kirchner cuando clamó por la reelección calificando al de Menem
como el gobierno "que rescató la Argentina del incendio en el que NOS LO
DEJARON".
* Ojalá recordemos que usted despreció las instituciones
tanto como lo hizo Menem, y tal como lo hace ahora, en Santa Cruz: manipuló la
Constitución provincial hasta instaurar la reelección indefinida, creó una Corte
adicta, manejó los jueces, asfixió a la prensa, combatió a los opositores, y
amenazó a los disidentes. Vivió en su gobierno provincial gracias a las regalías
petroleras que le enviaba su jefe político desde Buenos Aires; regalías que hoy
se encuentran cercanas a los 1.000 millones de dólares en el exterior, esperando
ser devueltas al pueblo santacruceño.
* Ojalá recordemos todos que a finales de 2001, cuando la
Argentina estaba por estallar, usted hacía campaña para presidente y, dado que
no lo conocía nadie acá, trataba bien a la prensa y hablaba con todos los que le
pudieran dar cámara; sí, aquellos a los que hoy desprecia e insulta
semanalmente. En ese momento eran "importantes comunicadores sociales de la
democracia".
* Ojalá recordemos que usted, ultra-demagogo como siempre,
defendía en ese diciembre de 2001 la continuidad de la convertibilidad y decía
que salir de ella iba a ser un "error catastrófico". Ojalá veamos que de esto se
deduce que usted no tiene la más pálida idea de economía, conclusión que se
refuerza observando, entre otras, la penosa forma en que "combate" usted la
inflación.
* Ojalá recordemos que usted como funcionario público
multiplicó su patrimonio de una manera inexplicable y, además, se abstuvo de
presentar sucesivas declaraciones juradas al fisco de su provincia que, de todos
modos (y obviamente), jamás se las reclamó. Ojalá tomemos nota de que cuando fue
candidato presidencial y se vio obligado a presentarla, no pudo explicar cómo
era que tenía un patrimonio de casi 7 millones de pesos, si sólo había sido
abogado particular primero y funcionario público después. Ojalá, en todo caso,
se digne a contarnos el secreto de tamaña hazaña.
* Ojalá recordemos, sí! Ojalá que cuando recordemos esa
"Argentina del pasado" que usted siempre nombra, no omitamos advertir que usted
y sus máximos funcionarios y partidarios, fueron parte activa del proyecto
hegemónico de aquel entonces, que encabezaba Carlos Menem. Ojalá recordemos que
compartían ese gobierno de manera entusiasta y formando parte como funcionarios,
legisladores o voceros, usted, su esposa, el vicepresidente, varios ministros,
los titulares de las Cámaras, los jefes de bloques, los gobernadores,
innumerables legisladores e intendentes, y los jerarcas sindicales.
* Ojalá recordemos al votar, que ...
- Daniel Scioli fue diputado menemista, funcionario
duhaldista y ahora es vicepresidente de ... usted.
-Daniel Filmus, funcionario del corrupto Carlos Grosso en la
Ciudad de Buenos Aires, menemista e impulsor de la Ley Federal de Educación en
los 90, hoy ministro de Educación de... usted.
- Alberto Fernández fue superintendente de seguros del
menemismo, luego legislador cavallista y compañero de lista de gente que
reivindica a Videla, y ahora es jefe de Gabinete de ... usted.
- Martín Redrado fue funcionario económico menemista, y ahora
preside el BCRA con ..... usted.
- Aníbal Fernández, prófugo de la Justicia durante su gestión
como intendente de Quilmes en 1994, fue ministro de Duhalde y Ruckauf en la
Provincia, y ahora es ministro del Interior... de usted.
- Miguel Ángel Pichetto fue un furibundo apologista del
menemismo, llegando a calificarlo como el mejor gobierno de todos los tiempos, y
ahora es el presidente del bloque oficialista en el Senado con ... usted.
- Ginés González García fue ministro duhaldista en la
Provincia, luego en Nación, y ahora es ministro de... usted.
... y así podría seguir un listado interminable de menem-duhalde-kirchneristas
de discurso reciclado pero de continuo y repugnante accionar político.
* Ojalá recordemos que usted para ser presidente se asoció a
Eduardo Duhalde y a la mafia política del Conurbano, que utilizó la claque de
intendentes delincuentes, casi todos vinculados al narcotráfico y al lavado de
dinero, que le llevaron público a sus actos cuando era un ignoto gobernador
sureño. Ojalá recordemos que el reparto de El Padrino que su esposa nombró en un
increíble acto de hipocresía política, hoy es parte activa de su movimiento
interno dentro del PJ.
* Ojalá recordemos que usted protege y encubre políticamente
a impresentables sujetos que acumulan denuncias de corrupción y violencia
política, como el intendente Sergio Villordo de Quilmes, hombre de su ministro
del Interior, al que hoy se acusa incluso de haber ocultado un cadáver. Y así
tantos otros intendentes y gobernadores de milimétrica estofa.
* Ojalá recordemos que usted sigue viviendo - y lo demostró
en el acto del 25 de mayo pasado, y sin duda lo seguirá demostrando en este año
electoral - del clientelismo político más atroz y repulsivo. Que sigue lucrando
con la pobreza, que continúa utilizando las carencias de la gente para
satisfacer su infinito ego y sus circunstanciales necesidades políticas. Que
sigue llenando actos artificialmente y vanagloriándose ante los aplausos de un
séquito que ha perdido toda dignidad.
* Ojalá recordemos que usted es el presidente que más
decretos de necesidad y urgencia ha firmado. Que es el presidente que desprecia
el Congreso de la Nación al punto de convertirlo en sucursal del Ejecutivo. Que
es el presidente que no reconoce los partidos políticos, que combate a la prensa
que no lo alaba, y que se erige en juez de lo que hacen o dejan de hacer sus no
partidarios.
* Ojalá recordemos que usted produjo un cambio en una Corte
Suprema que era impresentable, pero a costa de pulverizar el sistema republicano
de gobierno ordenándole al Congreso que destituyera a la cabeza del Poder
Judicial, cadena nacional mediante. Ojalá recordemos que usted es el presidente
que más jueces federales y camaristas ha designado, y que reformó el Consejo de
Magistratura para mantener controlada la Justicia. Y el caso Skanska lo
demuestra.
* Ojalá recordemos cómo manipula usted al INDEC, hasta el
colmo de lo impresentable, para venderle a la sociedad cifras ridículas que no
pueden de todos modos tapar los zafarranchos que causa su impericia personal y
la ineptitud general de todo su gobierno para administrar la Argentina.
* Ojalá recordemos que usted parece considerar enemigo a todo
aquel que lo critica, aún sanamente. Ojalá recordemos que usted de este modo,
mediante la violencia verbal, la amenaza y el amedrentamiento, genera
divisiones, polariza y excluye a todo aquel que opine distinto. Al menos, hasta
hoy, se puede VOTAR distinto... verdad?
* Ojalá recordemos (último momento) que usted dijo que el
caso Skanska era "un problema entre PRIVADOS". Sería bueno saber por qué ahora
ha echado a dos funcionaros PÚBLICOS.
Podría seguir, Presidente, pero el mail tiene que terminar en
algún momento.
Eso sí... lo de la memoria, lo comparto plenamente con usted,
y por eso, difundo con lealtad cívica su mensaje: Ojalá el 28 de octubre los
argentinos tengamos, por una vez en la vida, buena memoria. Muy buena memoria”.
El fin del principio
De nada sirvieron las ridículas analogías con la derecha, el
Proceso, el fascismo y otras yerbas destinadas a nutrir la campaña sucia. El
electorado porteño inundó las urnas con la boleta macrista porque, entre otras
cosas, se pudrió de tanta estupidez. Es que durante largos 4 años la ciudadanía
fue tomada por idiota por el actual inquilino de Balcarce 50, quien desde su
atril hacía jueguitos para la tribuna mientras manipulaba la realidad a su
antojo.
Ni Videla ni ningún personero de la dictadura se atrevió a
tanto, como manipular a su paladar la justicia e intervenir de prepo el INDEC.
Y todo, con la silenciosa anuencia de los grandes grupos mediáticos.
Pero, como dice el sabio aforismo, no hay mal que dure 100
años, y el traspié del 24 es muy probable que se convierta en el comienzo de la
retirada hacia cuarteles de invierno de la banda venida del lejano sur.
Y como siempre, queda picando una lección de Perogrullo. En
una ocasión este escriba, conspicuo admirador del genial Tato Bores, evocó a su
personaje del Tío Josey. Este, con sabiduría milenaria hebrea, miraba a la
cámara y sentenciaba con cara de pícaro: “Ojo, gente buena enojada, peligrosa”.
Y esta, cuando realmente se enfada, rara vez se equivoca.
Fernando Paolella