El Tribunal Oral Federal (TOF) de Bahía Blanca debió absolver a una persona a pesar de que había pruebas de que vendía bolsitas de marihuana y cocaína porque, según la sentencia a la que tuvo acceso el portal Encripdata, la jueza de instrucción se olvidó de un paso tan básico como correrle vista al fiscal para que delimitara el objeto procesal.
Como no cumplió con lo establecido en el artículo 180 del Código Procesal Penal de la Nación, esto es «el juez que reciba una denuncia la transmitirá inmediatamente al agente fiscal», el fiscal de juicio debió solicitar la nulidad de todo lo actuado desde entonces, el tribunal no tuvo otra opción más que exculpar al transa y los investigadores tuvieron que conformarse con quemar la droga secuestrada.
Todo comenzó el 30 de enero de 2019 cuando el suboficial Maximiliano Ricardo Falco recibió una denuncia anónima para advertir que Ernesto David Bek vendía droga en su casa del barrio Rosendo López.
La jueza Gabriela Marrón le avisó al fiscal Santiago Ulpiano Martínez que la Policía Federal (PFA) haría tareas de inteligencia en la zona, pero no le corrió vista para que pudiera, antes que nada, decidir si impulsaba o no la acción penal y, descontado eso, delimitar el objeto procesal para cumplir con las cuestiones de forma.
El 15 de abril de ese año, entonces, los uniformados irrumpieron en la casa de Bek: incautaron 6 gramos de marihuana en un frasco de vidrio, 37 gramos más en otro frasco, 10,5 gramos de cocaína en un envoltorio, 3,5 gramos más en un plato, un revólver calibre 22 largo, 16 municiones, 150 dólares y 31.100 pesos.
En consecuencia, la jueza Marrón procesó a Bek el 3 de mayo de 2019 con prisión preventiva aunque el 14 de junio de ese año, por sus problemas de salud, le concedió la prisión domiciliaria a cambio de que llevara puesto un dispositivo de vigilancia electrónica.
Aunque se trataba de un caso sin mayores dificultades para los investigadores, no más que un transa que vendía bolsitas de marihuana y cocaína desde su casa, el juicio, tal vez por el efecto del coronavirus en el Poder Judicial, recién comenzó dos años después.
Como sea, el fiscal de juicio Gabriel González Da Silva debió pedir la absolución de Bek por el error de la jueza en la instrucción. Pidió algo más: informar lo sucedido a la Cámara Federal para que le llamaran la atención a Marrón. El tribunal aceptó anular el caso, pero, por decoro, no quiso elevar el reto hacia la magistrada.
Así, tras dos años en la mira, el transa podrá volver a lo suyo gracias al olvido de la jueza.
Eso sí: sacó de circulación 43 gramos de marihuana y 14 gramos de cocaína.
¿fue realmente un error?
Y asi, con todos esos vericuetos legales que tiene nuestra justicia, los delincuentes hacen pito catalán y se burlan de la sociedad decente, honesta y trabajadora. Quizá estos vericuetos legales estén dictados a propósito para que zafen mas que nada, delincuentes de alta alcurnia. En definitiva, se cometió el delito, pero gracias a ¿ fallas ? de nuestro sistema legal, queda impune. Siga, siga, siga el baile, al compás del tamboril.