De pronto el kirchnerismo descubrió que en Mendoza había una empresa importante. Estamos hablando de Impsa. Una metalúrgica que es la única fábrica del país dedicada a producir, instalar y mantener turbinas (hidroeléctricas, eólicas) que había entrado en concurso de acreedores en 2014. A fin del año pasado Impsa había logrado un acuerdo para eludir la quiebra. La deuda es de 536 millones de dólares.
El gobierno le puso el cartelito de "estratégica" (le llaman así a todas las cosas que les despierta el interés) y la estatizó.
La decisión tiene innumerables problemas. Un problema es que ahora todos los contribuyentes argentinos vamos a tener que cargar con el déficit y las inversiones, como pasa con Aerolíneas Argentinas, Aysa o YPF, sin que sepamos bien por qué. La propaganda de la agencia Télam dice que Impsa va a conseguir dólares porque exporta casi todo lo que produce y que su valor es tremenda por el plantel de sus ingenieros y su capacidad de agregar valor.
Se ve que eso no es lo que piensan sus dueños. Porque no tuvieron ni un solo drama en sacarse el muerto de encima para pasárselo al Estado. La verdad, está genial estatizar una deuda privada de 536 millones de dólares sin disparar un solo tiro. Imaginate lo que sería si lo hubiera hecho Cavallo...
Por otro lado, ¿qué les hace pensar que una empresa que hace años no funciona va a funcionar cuando la empiecen a manejar burócratas estatales?
Otra cosa grave es el nivel de impostura del kirchnerismo, que recién ahora se entera de que Impsa es "estratégica", luego de ningunearla por años.
Desde 2001, Impsa no participó en la construcción de ninguna represa en Argentina. No quedó elegida para proveer turbinas ni en las represas del sur (Cepernic y Kirchner), ni en Chihuidos ni en otra represa sanjuanina, los proyectos más importantes. Es más: Impsa integró el consorcio que ganó la licitación de las represas del sur, pero se lo anularon. Es más: el año pasado Impsa ganó la licitación para el dique Portezuelo del Viento en Mendoza, pero el presidente Fernández revocó un laudo previo que habilitaba la obra.
Hay mucho más en esta historia. Enrique Pescarmona, el dueño mayoritario que debió ceder Impsa a los acreedores declaró en la causa de los cuadernos que debió pagar 3 millones de dólares en coimas al Ministerio de Planificación durante los gobiernos K y que le exigían que aceptara socios. El kirchnerismo tampoco consideró muy estratégica a Impsa cuando la dejó sola, como a Techint, en las manos de su socio Hugo Chávez. Como resultado de la diplomacia paralela que hacían Julio De Vido y los suyos Impsa tuvo el contrato para proveer 10 usinas para la represa de Tocoma. Nunca cobró. Según la firma, Venezuela le quedó debiendo 1.200 millones de dólares. Y esa fue una de las razones de su quiebra.
O sea: el kirchnerismo, en 14 años de gobierno, no parece haber considerado a Impsa como algo demasaido "estratégico". Los impostores descubren a Impsa recién ahora.