El juez Héctor Rodolfo Torrens sobreseyó el martes a Celestina María de los Ángeles González, referente de la Asociación de Mujeres Maltratadas y Abusadas (AMMA) en Azul, luego de que el policía bonaerense Emanuel Maddio la demandara por las calumnias por tratarlo de «golpeador», «abusador» y hasta «violador impune» en las redes sociales, según el fallo al que accedió Encripdata, que ahora le da más fuerza para luchar por reabrir la denuncia que dio origen a toda esta historia judicial que en realidad empezó en un bar.

El magistrado sobreseyó a la acusada por una cuestión técnica: el abogado del uniformado no enunció correctamete la calumnia o falsa imputación a una persona física determinada de la comisión de un delito concreto y circunstanciado que dé lugar a la acción pública, es decir, no especificó el delito «concreto y circunstanciado», por lo que resolvió, en línea con la defensora oficial, la excepción de falta de acción.

«En el ejercicio voluntario de la acción penal privada, es el querellante quien determina los extremos del objeto procesal al definir en su presentación inicial el recorte fáctico y el encuadre legal por el cual requiere el enjuiciamiento y la aplicación de una pena a la persona contra quieren dirige la querella», recordó.

«En el marco de esa selección de parte sobre la materia misma del proceso penal en curso claramente, está vedado al magistrado introducir modificaciones que alteren la pretensión originaria, pues ello importaría el quebrantamiento del principio de congruencia que se sustenta en el debido proceso legal y la garantía de defensa en juicio», advirtió.

Maddio acusó por calumnia a «Marita» González porque lo había tratado de «golpeador», «abusador» y hasta «violador impune». Y, para sostenerlo, agregó las publicaciones impresas certificadas por escribano. Pero el juez le aclaró a su abogado que la ley, cuando habla sobre el «delito concreto y circunstanciado», se refiere al tiempo, lugar y modo del hecho que provoca la calumnia y no al tiempo, lugar y modo de la calumnia en sí.

Así, «Marita» ganó su primera batalla. Pero va por más.

Ella ahora busca reabrir la denuncia por abuso sexual del 26 de mayo de 2011, hace ya diez años, en el juzgado por entonces a cargo de Omar Rocca, a quien le contó que tras una cita en un bar fueron a un hotel para tener relaciones, pero que Maddio la sometió a vejámenes irreproducibles. Una foto que le hicieron llegar le hizo sospechar lo peor: el acusado riéndose con uno de los secretarios del juez. Tenía razón: la causa fue archivada.

En ese camino, «Marita» denunció a Maddio en 2019 ante la Auditoría General de Asuntos Internos (AGAI) de la Policía Bonaerense, pero entre el recambio de gobierno y la pandemia, la presentación tampoco avanzó. En el medio, otra persona denunció al policía por malversación de fondos públicos. Encripdata pudo saber que las nuevas autoridades de Asuntos Internos prometieron que impulsarán la acción. De ser así, eso podría servir para reabrir la denuncia.

«Marita», dice, tiene la verdad de su lado: por eso, a pesar de la demanda del policía, ella nunca borró los escraches en las redes sociales. Maddio, por su parte, ya no está más en Azul: lo trasladaron a Chacarí hasta que, imploran, el caso caiga en el olvido. Pero «Marita» no olvida. Menos ahora.