Elián Valenzuela ya era inmensamente popular cuando la vicepresidenta Cristina Fernández lo mencionó como ejemplo de lo que puede hacer un pibe con una computadora de las que entregaba el Estado durante su gestión en el marco del Plan Conectar Igualdad. A L-Gante lo conocían esencialmente los adolescentes y los jóvenes que consumen cumbia 420 (donde Elián se siente más cómodo), trap, rap, reguetón y cualquiera de sus variantes. Incluso sus seguidores conocían la anécdota de sus primeras grabaciones con una compu de la escuela y un micrófono de mil pesos. Pero la mención de la ex presidenta, que estuvo destinada a reivindicar una política educativa después de las críticas que recibió el oficialismo por la extensa suspensión de clases presenciales, lo visibilizó ante un amplio sector de la población que ignoraba el fenómeno. El artista contaba con millones de reproducciones en sus videos musicales mucho antes de este entredicho que, probablemente, le sume algunos millones de vistas más, pero para una parte de la sociedad era un desconocido.
Lo novedoso para Elián es que nunca había estado en medio de la batalla política argentina. En pocos días pasó de ser ídolo K por la mención de Cristina y un sinónimo de la droga y la violencia para los odiadores de la ex presidenta. Más tarde, luego de brindarle entrevistas a Eduardo Feinmann y Viviana Canosa, que suelen ubicarse ideológicamente a la derecha de Patricia Bullrich a la hora de analizar la realidad, la dirección de los cuestionamientos y los aplausos cambió: «le hizo el juego a la derecha».
Algo quedó en evidencia: L-Gante tiene una inteligencia y un desenfado que explican, en parte, su éxito. Le bastaron unos minutos para meterse en el bolsillo al conductor de La Nación+, quien el día anterior lo había presentado como una suerte de apóstol del mal (muchos de los temas de este género musical hablan de lo que se vive en los barrios pobres y eso es: narcotráfico y violencia). Pero también, en sus declaraciones, logró despegarse de la visión idílica que se había construido desde el oficialismo alrededor de su historia de superación gracias a la herramienta que le entregó el gobierno.
“Una cosa que voy a corregir es que la notebook, yo no la obtuve en la escuela porque tenía complicaciones y vivía solo con mi mamá y preferí trabajar a temprana edad. Entonces la obtuve de mi parte. No me acuerdo si fue porque la cambié por mi teléfono móvil o si vendí el celular y la compré con eso. Sirve igual. Lo logré con lo que ella (CFK) brindó”, le explicó a la conductora de América 24 y agregó: “Quizá algo se pueda corregir… sirve tener una computadora, pero hay que saber bien a quién se le obsequia esto. No hay que recibir cosas así porque sí. La gente que me vendió la computadora así es porque no le dio uso. A mí me gustaría que la persona que recibió eso, lo use”. Basta revisar los números de la deserción escolar para entender la razonabilidad de este planteo.
El episodio en torno a Elián pide más reflexión que consignas o chicanas. Que el Estado llegue con herramientas que ayuden a igualar las condiciones para el aprendizaje es justo y necesario. Que esas medidas se conviertan en acciones que trasciendan a los gobiernos debería estar fuera de cualquier discusión política. Porque la grieta más profunda que existe en el país no es la que separa a kirchneristas de antikirchneristas, a peronistas de gorilas, sino la que compromete el futuro de miles de pibes según el lugar de nacimiento. En hogares con las necesidades básicas satisfechas, en casas con los servicios sanitarios adecuados y con padres que tienen trabajo y están presentes, es más fácil salir adelante.
En un país donde seis de cada diez chicos son pobres y a muchos les cuesta completar la escuela, la vida se parece a una lotería donde sólo pueden zafar los poquísimos que la pegan con la música o el fútbol. La violencia no está en las canciones. Lo que asusta es la realidad.
SIETE CASE bajá de la nubecita rosadita. Para que cosa aclaran, si oscurecen más TODO. Seguramente a quienes vos apoyas políticamente NO TIENEN LA CULPA DE NADA, sobre TODO DE LOS POBRES que hacen crecer como hongos.
Seria interesante que los periodistas que opinan de las computadoras que entrego el gobierno , que pagamos los que tributamos, revisen el precio pagado y su calidad. No sirvan para nada , son una cagada- Ellos que apoyan su culitos en buenos sillones y usan la compu de la manzanita opinan como si supieran. Igual pasa cuando hablan de educacion. No tienen la más puta idea de lo que ha pasado con la educación en estos 20 años o más. Estudien, hacer de periodistas , no los hace cultos. Estudien.
Lo unico que muestra este chico que se la fue rebuscando como podia es que, desde el ascenso exponencial de la pobreza hasta la consumacion de los latrocinios mas perversos de que se tenga memoria en la decada plus K mas el presente, y pasando por todo el arco de ineptitudes, malversaciones de causas nobles, la perversion extrema de hacer negocios oscuros para amigos e ideologizar estupidamente una tragedia sanitaria, en todo este proceso de decadencia como nunca se vio, el PERONISMO TIENE UNA RESPONSABILIDAD DE CASI EL 100 POR CIENTO. No importa para nada que sigan regalando lo que se les ocurra, en tanto no desaparezcan definitivamente como espacio ni siquiera politico porque son una maquina de poder nada mas, este pais es inviable. Es lo que supimos conseguir, siempre tropezando con la misma piedra y no reconociendo errores. Ah, somos contreras, no gorilas. No tenes la menor idea de nada Sietenada.
Ese personaje es un modelo "exitoso" del "Peronismo popular", incluido el Menenismo que supo destruir la educación tecnica y cuyo ministro de Economia mandaba a los cientificos a lavar los platos. Cristina "perfecciono" el modelo "lumpenaje" y para ello incentivo el "Vatayon militante" para capacita a los que serían parte de sus huestes de sosten de poder (a falta de fuerza armadas como en Cuba, o Venezuela). Algunos creen que CFK se equivocó al "motivar" al referente musical.¡No, precisamente eligió a SU sector de apoyo! CFK y los suyos necesitan de un ejercito de "demerituados" para sostenerse, no sea cosa de que se aviven y se vuelvan exigentes en demandas DIGNAS Y CIUDADANAS.
Tenembaum sacó un nota muy buena sobre el tema en Infobae. Sietecase una decepción, antes era un periodista interesante para leer. Ahora es un pobre tipo ladeado que perdió totalmente la perspectiva. Al margen de que es cierto que era importante distribuir notebooks para los alumnos, sin duda. Las notebooks fueron un gran negociado, las vendía el de los ferrocarriles, los hermanos Cirigliano y eran y son una porquería. Que pueden tener alguna utilidad, claro, pero el 90% de los alumnos las usaban para cargar música jugar jueguitos y para comunicarse en las redes sociales, No supieron implementar una buena medida. Como todo lo que hacen simplemente porque su propósito es siempre conseguir votos, la gente no les importa. Hechos son hechos. Repartieron plata hasta para los chicos repitentes. Y cómo será la perversión de todo el sistema que hubo madres que se iban a quejar a la escuela si aprobaban a sus hijos porque perdían esos aportes que recibían los repitentes. A ver si empieza a trabajar de periodista Sietecase. La grieta es una realidad, surge de una diferencia fundamental, honestos versus deshonestos. Lo único que falta con sus comentarios es sentirse culpable por estudiar, trabajar y educar a los hijos como deberían poder hacerlo todos.