Pablo Viollaz (“La sombra de Peter Pan”, 2008 / “En carne propia”, 2016), es un dramaturgo y cineasta con gran potencial. En la red social de Twitter se presenta: “Dramaturgo, director y algunas cosas más…” (Sic). En estos días, una de sus obras se presenta en el Teatro El Tinglado de Capital Federal: “No la vamos a embocar nunca”, escrita y dirigida por Viollaz. Al ver la pieza de marras, el espectador puede hacer suyo un saber popular que calza con un guante: “hacer tanto con tan poco”. Y el teatro independiente (léase Off), bien sabe de este aserto. Todo a pulmón.
Para hablar de su obra representada y sus personajes, Tribuna de Periodistas se contactó con el teatrista, para analizar su dramaturgia:
-¿La obra está basada en hechos reales? ¿Cómo surge la idea de contar una historia tan profunda de la condición humana, desde las voces y los sentimientos del interior del país?
–No está basada en hechos reales. Sí, el escenario es real. Muchas imágenes son reales. Tomadas de situaciones reales. Son algunas imágenes de esta obra. El resto es ficción. Es una historia que fue apareciendo y se escribió. Lo mismo que el entrelazado de los conflictos. Los tres personajes se fueron dando, cuando progresaba la escritura, el paisaje, la locación, las imágenes que atraviesan a los mismos. Muchos son reales. Surge la idea de contar esta historia con las voces del interior, en principio, puede llegar a ser profunda como consecuencia.
–La imagen inicial, fue poder transmitir como vive la gente en el interior o al menos, en este pueblo pequeño relegado de las grandes ciudades y manifestarlo. Yo, soy del interior y conozco esos personajes muy bien. Conviviendo con personas que están en esa situación y de ahí siendo fieles a lo que le pasa a la gente, no es muy distinto a lo que le sucede al resto de la población. La profundidad de estos personajes es poder hablar de sus deseos, miedos, sus miserias y virtudes. Manifiestan cosas profundas.
–¿Al hablar de familias que quedan relegadas del trabajo /pueblos sin futuro, pensó en llevarla al interior del país?
–Sí, claro, es una obraqueestamos pensando en llevarla a todos los puntos del país posible. Queremos que a gente del interior la vea, tenemos muchas ganas de compartir la representación con todo el país. Y en la Capital, porque habla de esos dos mundos: en las ciudades con todas las posibilidades muy a mano y cuando estás muy lejos. Queremos que la obra se vea no sólo en el interior del país, sino también en Latinoamérica. Lejos de esas posibilidades concentradas. Así, nos gustaría llevar la obra a algunos países latinoamericanos, podrían entender el lenguaje de la obra y sus personajes. De hecho, ya hemos realizado un itinerario en el sur (y nos esperan para fin de año) y resto de país. Seguiremos de gira, así lo queremos.
–Los tres personajes tienen parlamentos simétricos (en importancia) ¿el de la silla de ruedas juega como árbitro en esas tensiones?
–Los tres personajes tienen un desarrolloimportante.Son tres protagónicos. Son vidas que plantean sus conflictos, miedos y anhelos. Se configuran así de principio a fin. Hay dos que confrontan. El personaje de Joselo (el de la silla de ruedas), opera como un árbitro, mediador. Es el 5 del equipo, el “Mascherano” de la obra. El que juega en el medio (risas…) y regula. Con él que se miden. Si se equivocan o se están “yendo de mambo”. Un personaje importante que tiene que ver con el marco. Enmarcar a los personajes en sus locuras y corduras.
–Una observación (más que una crítica). En el texto no hay voz over (superpuesta) que apuntalen lo jugado sobre tablas. (Ej.: voces del exterior que impriman tensión extra al relato) La narración se asocia a lo atemporal, no parece actual, no hay computadoras o teléfonos celulares, sólo la referencia “al Fiat 128 oxidado….” ¿Lo pensó?
–No lo pensé nunca. Que haya una voz off, más que la que aparece en la radio donde se escucha una voz de un líder sindicalista, que da algunas pistas de lo que podría estar sucediendo del otro lado, que por ahí donde se puede llegar a ubicar un espacio de tiempo, pero deja abierto y se puede llegar a juntarse como hipótesis como espectador. Así, no queremos encasillar la historia en un tiempo puntual, en un conflicto puntual o en un lugar puntual. Con esa pequeña voz en off nos alcanza. En teatro, a menos no lo pensé.
–¿Y la película que se hizo teniendo en cuenta su libro, es similar?
–Sí, es similar.El texto es el mismo,con la diferencia que hice la adaptación al guión cinematográfico que se agregan escenas, que en la obra solo aparecen por alusión, EJ.: “el cabezón”, “Julito”, “La Lucrecia”. En la película nos dimos el gusto que estén estos personajes dramáticamente. Que no sea ilustrativo. Sumó mucho a la historia. Le da un valor distinto en esos términos. Todo el equipo artístico de la obra forma parte de la película: actores, la directora de arte del film es la escenógrafa /vestuarista de la obra, etc. Yo, soy el guionista y director de actores. El film lo dirigió Federico Jacobi. Es bastante parecida en términos de historia, dramaturgia, guión y elenco. Salvando las distancias de un lenguaje a otro. Jacobi, aportó su mirada majestuosa ya que es excelente director de fotografía.
–¡Lo felicito por la obra! Me impactó la historia y la narración testimonial de esas voces del interior profundo, que ameritan escucharse. Una comedia dramática para reír, distenderse y pensar. El drama, está ahí afuera. No es poco.
–Gracias por la felicitación. Por la devolución. Para nosotros es un placer que las personas que van al teatro disfruten de esta historia, de la obra y del trabajo. Súper agradecido.
Pablo Viollaz. Dramaturgo y cineasta con gran potencial.
Obra en cartelera: “No la vamos a embocar nunca”. Teatro El Tinglado. Mario Bravo 948, Cap. Fed. –Tel.: 4863-1188 – Funciones: viernes 22 hs.
Cortesía: Alfredo Monserrat / Prensa & Comunicación.