Por orden del juez federal de Morón Jorge Rodríguez, los policías federales detuvieron a diez personas tras 25 allanamientos en la Ciudad de Buenos Aires, varias localidades de la zona oeste del conurbano bonaerense y Mar del Plata. En una casa de Moreno, vinculada al jefe de la organización, secuestraron 12 kilos de cocaína. Encripdata pudo saber de fuentes judiciales que uno de los compradores de los «ladrillos» usaba su financiera para lavar las ganancias. Todavía hay un prófugo.

Para los investigadores, era un caso más, abierto un año atrás, como tantos otros, hasta que, cruzando datos de los sospechosos con registros oficiales, descubrieron que algunas parejas de los hombres que este jueves fueron atrapados no solo tenían autos de alta gama a su nombre sino que cobraron el año pasado el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE).

Es cierto: en medio del aislamiento social, preventivo y obligatorio (ASPO), el gobierno de Alberto Fernández lanzó en el 2020 el IFE para que los empleados a los que consideraba no esenciales y por lo tanto les prohibía salir de sus casas para trabajar por el avance del coronavirus, recibieran 10 mil pesos para intentar cubrir sus necesidades básicas. En total, 8,9 millones de personas lo cobraron durante tres meses.

De los operativos simultáneos, concluidos el jueves a la madrugada, participaron agentes de la Dirección General de Operaciones Antidrogas Hidrovía del Paraná y del Departamento Operaciones contra el Lavado de Activos y Financiamiento del Narcotráfico de la Policía Federal (PFA).

En una de las propiedades allanadas, encontraron 12 kilos de cocaína, elementos de corte, prensas y balanzas. También armas de fuego, dólares, pesos, papeles, celulares y, obviamente, los autos de alta gama.

El jefe de la banda era Leonardo Adrián Jauregui. Ya tenía antecedentes. Operaba en la zona oeste del conurbano bonaerense. Uno de sus clientes, empresario él, fue detenido en Mar del Plata. Allí, el empresario no solo se dedicaba a la venta al menudeo sino que utilizaba su financiera para otorgar préstamos, una manera de lavar las ganancias de la venta de dosis.

El Gobierno, ahora, promete que si lanza una cuarta versión del IFE, lo hará «más focalizado».