El mayor partido de la oposición en Venezuela, Un Nuevo Tiempo (UNT), acaba de entregar a la justicia argentina abundante documentación que demuestra la vinculación de Guido Alejandro Antonini Wilson “con un conglomerado de empresas que son proveedoras del Estado venezolano”. Así lo afirmó a la agencia noticiosa EFE el vicepresidente de UNT, William Ojeda, tras realizar personalmente esas gestiones ante la fiscal María Luz Rivas Diez y la jueza Marta Novatti, quienes están a cargo de la causa por la cual se acusa al empresario, a quien se le incautó la famosa maleta con casi 800.000 dólares al arribar el pasado 4 de agosto al Aeroparque de Buenos Aires, de “contrabando agravado en grado de tentativa”.
Mientras el gobierno de Hugo Chávez se mantiene empecinadamente en hacer mutis sobre este caso, tapándolo con la apurada presentación de la reforma constitucional y su promoción, el dirigente de UNT señaló que la documentación entregada, que consta de una carpeta con 172 folios y un DVD, demuestra que Antonini Wilson es el representante de empresas anotadas por el Estado venezolano como “proveedora de servicios de seguridad”. Según William Ojeda, en dicha documentación aparecen los vínculos del empresario con los hermanos Francisco y Pedro Durán –este último con acceso irrestricto a Hugo Chávez y a su vez intermediario para la provisión de armas rusas e iraníes-, Carlos Kauffman y Saúl Escobar Ledesma, todos representantes o directivos de empresas de un conglomerado proveedor del Estado venezolano.
Al mismo tiempo, el vicepresidente del partido opositor solicitó que “se interrogue a todos los pasajeros que viajaron con Antonini Wilson a la Argentina, porque consideramos que son testigos clave de lo sucedido, que para nosotros es un claro caso de corrupción”. Dijo además que también pidió “que se investiguen todos los movimientos migratorios de Antonini Wilson, quien también tiene nacionalidad estadounidense”.
Ojeda acentuó el hecho de que en Venezuela rige un férreo control sobre el mercado de cambios, y que “el gobierno de Hugo Chávez no ha dado ninguna explicación pública sobre cómo Antonini Wilson consiguió reunir y sacar 800.000 dólares, cuando a cualquier venezolano que quiera viajar al extranjero no se le venden más de 600 dólares”.
Por último, el dirigente de UNT sostuvo que “éste es un caso simbólico de corrupción y de la política de chantaje y extorsión que el gobierno de Chávez lleva a cabo con políticos de América”.
Palabras, estas tres últimas, que remiten a preguntarse qué actitud tomará el gobierno de Néstor Kirchner –si es que toma alguna- ante las instancias que puede llegar a tomar este caso de la maleta dolarizada, de la cual aún no se conoce, entre otras cosas, su destino, y frente a la oleada de hechos de corrupción que se abate sobre su administración.
William Ojeda Victoria Bereziuk
Vicky de nuevo al ruedo
Otra novedad interesante en torno al tema del arribo de la valija dolarizada –del cual se conmemora el primer mes aniversario- es el regreso de la rubia ex funcionaria y también pasajera de ese enigmático vuelo, Victoria Carolina Bereziuk, a un cargo en la administración pública nacional.
Como se recordará, Vicky –a quien se le reconocía su “llegada directa” a la Casa Rosada- había renunciado dos días después de explotar el caso ante la opinión pública tras sostener –se dice- una agria discusión con su hasta entonces jefe directo, el defenestrado Claudio Uberti, hasta ese momento director del Organo de Control de Concesiones Viales (OCCOVI), que depende del ministro de Planificación, Julio De Vido.
El caso es que, de acuerdo a una información de la revista “Noticias” reproducida por el sitio digital “Notiar”, la rubia ex secretaria y Relaciones Públicas de ese organismo ha sido beneficiada con su retorno a las cercanías del poder, recalando esta vez en el piso 11º del edificio donde funciona, precisamente, el Ministerio de Planificación.
Ahora, con su mismo sueldo anterior de $ 6.500, habría vuelto a cumplir las mismas funciones “todo terreno” que cumplía con su antiguo jefe, Claudio Uberti, aunque esta vez a las órdenes de Roberto Baratta –mano derecha del ministro De Vido-, en la Subsecretaría de Coordinación y Control de Gestión.
La pregunta que no pocos se hacen es por qué el presidente Kirchner aceptó traerla de nuevo cuando se había convertido en un “lastre” luego del tema de la valija. Algunos aseguran que en el gobierno prefieren tenerla cerca, conforme y sobre todo con la boca cerrada, como una manera de “protegerla” de eventuales citaciones a prestar declaración en el juzgado que lleva la causa Antonini.
Respecto de otras motivaciones, no abriremos juicio. Por ahora.
Carlos Machado