“Hoy el centro de gravedad, el poder, no está claro en el Frente de Todos y se tendrá que definir según el resultado del domingo. Son irresponsables algunos extremistas que quieren discutir ahora sus cargos sin advertir que hay un país en el medio y falta ir a votar”, dijo a A24.com un funcionario del Gobierno cercano a Cristina Kirchner.

Paradójicamente, fue la vicepresidenta quien luego de la derrota de las PASO del 12 de septiembre generó las mayores tensiones y exigió –y logró- renuncias en el Gobierno.

 

Cómo fue el acuerdo entre Alberto y Cristina

“Está acordado entre Cristina y Alberto que, sin importar el resultado, no va a pasar lo mismo que en la semana siguiente a las PASO que fue la peor semana del Gobierno”, dijo a A24.com un funcionario del núcleo duro del albertismo.

Funcionarios de La Cámpora dentro del Gobierno coinciden. Aseguraron a este portal: “Habrá un reacomodamiento del poder, pero Cristina no escribirá más cartas... por ahora, después se verá cómo es la coyuntura”. No pedirá renuncias de ministros ni del jefe del Gabinete, Juan Manzur. De todos modos, siempre hay que condicionar sus reacciones a su humor.

En otros despachos del Presidente confiaron a A24.com que “la derrota de las PASO fue un golpe, pero muchísimo peor fue el papelón de renuncias y cartas. Y si hay algo en lo que se pudieron poner de acuerdo es que una semana así no va a volver a pasar". Sólo ellos saben cómo se configurará el escenario según los resultados.

Según pudo saber A24.com, ambos acordaron que la prioridad es llegar a un acuerdo “favorable al país” con el Fondo Monetario Internacional (FMI) , contener la inflación galopante y reactivar la economía con miras a 2023. La discusión por las candidaturas presidenciales quedará para marzo de ese año.

Y según cómo salgan las elecciones del domingo reconfigurar el poder dentro del Frente de Todos junto con los gobernadores, los intendentes, la CGT y los movimientos sociales oficialistas.

 

En La Cámpora reconocen que hay que negociar con el FMI

Si bien no lo admiten, el acuerdo con el FMI consistirá, tal como adelantó A24.com el viernes último, en hacer algunas concesiones a cambio de la extensión de plazos de pago de la deuda a 10 años y de una posible baja en las sobretasas. Se resignan a un plan de reducción progresiva del déficit fiscal con el aumento paulatino de tarifas de gas y de transporte para reducir los subsidios del Presupuesto 2022 y lenta devaluación para licuar el gasto y obtener más ingresos en pesos por cada dólar que ingrese por las exportaciones.

Adicionalmente, el Gobierno planea un aumento en el precio de las naftas, que llevan un retraso del 35%, para después de las elecciones. “Todas las tarifas y la nafta están retrasadas”, admitió resignado este lunes a A24.com un alto exponente del kirchnerismo, en sintonía con el albertismo y con el ministro de Economía, Martín Guzmán, hoy más firme.

En La Cámpora relativizan el ajuste, pero no lo niegan. Es inevitable. “Hay que hacer una negociación favorable para el país. Hay señales de reactivación y nos tienen que dejar crecer. Todos los ajustes serán a medida que vaya creciendo la economía”, señaló un funcionario vinculado a La Cámpora, que dirige Máximo Kirchner.

El fallecido ex presidente Néstor Kirchner decía “los muertos no pagan”. Y tanto él como su esposa, la ex presidenta Cristina Kirchner, siempre celebraron en forma festiva con relato popular todos los pagos a los organismos y a los acreedores como actos de “independencia económica” y “desendeudamiento”. La historia es cíclica.

 

Las rebeldías en el paisaje peronista comenzaron a manifestarse

En la Casa Rosada hay malestar por las rebeldías en el peronismo en la previa de aquella redefinición del poder. El gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, y el de Santa Fe, Omar Perotti, comenzaron a despegarse con miras al "día después" del test electoral del 14. Schiaretti golpeó a Alberto y dijo que “es inédito que el vicepresidente tenga más poder que el Presidente”. Quiere reconstruir un polo de poder "anti K" en el peronismo.

El Presidente le respondió con desafortunadas declaraciones: “Córdoba debe integrarse al país y ser parte de la Argentina”. Y criticó “esa necesidad de parecer siempre algo distinto”.

Luego de advertir el efecto negativo de sus dichos a menos de una semana de las elecciones, Fernández envió ayer a su portavoz Gabriela Cerruti a aclarar que el Presidente “adora a los cordobeses” que y había querido expresar su deseo de que “Córdoba se integre a la senda del crecimiento del país”.

Pero Schiaretti contestó por la red Twitter. “La alternativa para nuestra Patria en el 2023 tiene que ser federal en serio, y quien garantiza que sea federal en serio es el pensamiento del interior de la Patria. #HacemosPorCórdoba”, dijo el gobernador, con la mira en las presidenciales.

“Y por más que los dirigentes del AMBA, los dirigentes porteños, nos digan lo que tenemos que votar o no les guste Córdoba, esta provincia no se va a callar nunca porque tenemos el orgullo de ser la capital del interior profundo de la Patria”, sacudió. “En Córdoba llevamos el progreso a cada rincón del territorio”, señaló.

Este episodio confirma que se vendrá una discusión con todos los gobernadores del PJ tras los comicios y que el resultado, más o menos abultado, determinará el tono de la discusión. Tiempos de convulsión peronista.

 

La CGT quiere convertirse en "columna vertebral" del Gobierno

También hubo señales de la CGT. El jueves próximo, la central obrera elegirá a la nueva conducción que estará encabezada por Héctor Daer (Sanidad), Carlos Acuña (estaciones de servicios) y el moyanismo. Daer marcó la cancha este fin de semana: “A partir del 14 de noviembre el sindicalismo va a ser la columna vertebral del Gobierno”, dijo.

El que avisa no traiciona. Daer se reunió más con Manzur en los últimos días que con sus propios compañeros de la CGT. Era una señal dirigida al kirchnerismo, al que quiere desplazar.

“Es muy importante esa declaración antes de las elecciones y de la elección de la conducción cegetista, todos sabemos que depende de cómo saldrán los resultados van a ser los próximos dos años, y ojalá salga todo bien y la CGT sea la columna vertebral importante a la hora de tomar las decisiones", dijo a A24.com un allegado al ministro de Trabajo, Claudio Moroni. El albertismo cierra filas con la CGT, los gobernadores, intendentes y los movimientos sociales.

“El que diga cómo va a ser la Argentina desde el domingo miente. Todo está subordinado a los resultados del domingo y ese fue el acuerdo con Cristina. Todo depende de lo que pase el domingo”, señalan en la Casa Rosada.

 

Los K culpan de "irresponsables" a Schiaretti y a Daer

En el kirchnerismo hay fastidio con Schiaretti y Daer, aunque no los nombran ni en privado. “Son irresponsables algunos que están en los extremos y que agitan el clima para ganar un cargo más y confunden despachos con poder en el Gobierno”, dijo un funcionario K. La tensión se palpa en el ambiente.

“Están jugando a la supuesta ‘internita’ algunos irresponsables que quieren mayor poder en un gobierno que no tiene el centro de gravedad claro”, señaló. “Atrás de las peleas entre albertismo y kirchnerismo hay un país y ellos están jugando al TEG en la Casa Rosada”, agregó.

En rigor, Cristina Kirchner acepta y sabe que después del 14 deberá dirimir el poder con otros sectores del peronismo y está preparando el terreno. Mientras se recupera de su intervención quirúrgica y no sabe si estará en el bunker del domingo, evalúa sus próximos pasos, con menos margen para generar mayores tensiones.