Después de la situación polémica, que se generó en la conferencia de prensa que brindó -en el día de ayer- la portavoz presidencial Gabriela Cerruti- y su lamentable cruce, descontento, descalificación hacia la fuente y pregunta que realizó una periodista del diario “La Nación”; ante las fuertes críticas y repudio en general, como era de esperar salió a pedir disculpas.
De esta forma Cerruti expreso en su mensaje - chat de periodistas- : Buenos días. Quiero decirles que me molesta e incómoda la exposición de ayer. Mi trabajo es darles información sobre el presidente y aparecer yo lo menos posible. Y cuidar la relación con ustedes. Así que disculpas por lo que haya manejado mal yo, espero volver a nuestra habitual y cordial relación ya mismo”
Es importante recordar, que la portavoz presidencial se molestó y discutió con la colega de la Nación por la pregunta que está le realizó sobre “el malestar y preocupación que habrá generado en el gobierno de EEUU las críticas que efectuó el presidente Alberto Fernández en gira oficial en Rusia y China”, no contestó la pregunta y se “limitó a criticar el trabajo de los periodistas y poner en tela de juicio y duda la veracidad de las fuentes consultadas de la información”
Por otro lado a la actitud de Cerruti se había sumado -en el día de ayer- que el presidente Alberto Fernández re tuiteó un mensaje que felicitaba a Cerruti por sus palabras y planteaba que el periodismo argentino es “una vergüenza nacional”.
Lo curioso es que horas después, este tuit fue eliminado de la cuenta del presidente.
Esto provocó que la Asociación de Entidades Periodísticas (ADEPA) emitiera un comunicado donde se lamentó está actitud
Más allá de las disculpas, y que si bien es cierto, necesario e importante que lo haya efectuado Cerruti públicamente y con la periodista agredida de la Nación- porque corresponde realizarlo ante la situación que sea .
Sin embargo, es lamentable que tanto la vocera, como el presidente y el resto de los funcionarios del gobierno o de la posición política que sea “excedidos en importancia” quieran brindar lecciones de grandeza, de aprendizaje y desprecien con actitudes altaneras y de superioridad la labor de los medios periodísticos.
En la creencia de ser los “únicos dueños de la verdad y en el caso de mantener un diálogo con ellos es haciendo las preguntas que les gustan o que quieren escuchar porque esto es marcar un grado de superioridad y formar parte de su círculo y color político que representan.
Pero además, ignoran que todos los días, se lucha para evitar los embates y dificultades, que tenemos los periodistas a la hora de trabajar - para investigar, para informar- de forma honesta, con verdad, con total independencia, autonomía, frente a los ataques habituales, constantes y situaciones amenazantes –hackeos, trolls, etc.-de todos aquellos que se mueven y actúan en la oscuridad, en silencio.
Con el único fin de generar daños, tanto a nivel profesional y personal ingresando en las redes sociales habituales de la índole que sean, y que utilizan para la comunicación habitual de todas las personas, y en este caso de los medios periodísticos para difundir. Que necesariamente, deben cerrarse porque superan la habitualidad con situaciones que se tornan insostenibles, injustas, que dan impotencia y con impunidad total.
En definitiva y ante todo “el deber del periodista es mantenerse libre, porque si la verdad es la sustancia para informar, la libertad es el aire que debe respirar como orientador, como educador y como crítico” Fernando Gómez Martínez