Patricia Bullrich crece y avanza, y es una de las políticas más valoradas de la Argentina. Sueña con ser presidenta de la Nación. Y es posible que lo logre.
Sin embargo, pocos saben que a mediados de los años 90 no era tan conocida como ahora. Quien obró el milagro fue un hombre desconocido para la mayoría de la gente, pero no para el mundillo de la política.
Su nombre es Carlos Urquía, tiene 48 años y es quien llevó al “estrellato” a Bullrich a nivel mediático. De hecho, está a punto de ocupar un lugar en su equipo. Tribuna de Periodistas habló con él.
-¿Cuándo conociste a Patricia?
-La conocí en el año 1994 en la Biblioteca Nacional donde se estaba desarrollando la nueva Constitución de la Ciudad de Buenos Aires. Ella era constituyente y yo un empleado administrativo. En esos días, había mucha interacción entre los administrativos y los políticos. Un día, me invitó a trabajar para ella, en ese momento era Diputada Nacional.
-Imagino que vos aceptaste de inmediato…
-Más o menos. Yo venía de ser jugador de fútbol y me retiré a punto de debutar en Primera debido a una grave lesión. Medité durante 3 meses la propuesta de Patricia. la llamé y me dijo que me presente en.su oficina al otro día. Lo hice y me preguntó en qué área de su oficina quería trabajar. Le contesté que me gustaba ĺo creativo y elegí el área de Prensa.
-¿Creés que la ayudaste a ser lo que es hoy?
-Sí. De hecho, un día estábamos cenando y hablando en confianza y le pregunté si estaba dispuesta a ser conocida ya que veía que en ese momento muchas personas no la registraban. Lo dudó mucho y yo le dije con firmeza: ‘Patricia yo a una persona que no conozco no la votaría’. Me miró y me dijo: ‘Tenés razón ocúpate vos’. Yo jamás me había ocupado de llevar a los medios a una persona, pero como siempre me gustaron los desafíos acepté.
-¿Y cómo fue ese proceso?
-Comencé a hablar con los productores de televisión, con las radios y con los diarios, me acuerdo que era la época del fax. Y con mis 22 años comencé a obtener resultados muy positivos en el camino del conocimiento público de Bullrich. De hecho, comencé a pensar cómo podía Patricia participar en medios de comunicación dónde la vieran todo tipo de público y decidí llevarla a esos programas que tenían mucha audiencia, que no eran políticos pero servían para romper el hielo. El primer programa al que la llevé fue La Biblia y el Calefón, con Jorge Guinzburg. Estuvo muy bien, fue un gran debut. Luego empecé a mezclar con programas de cable y demás. De a poco fue siendo reconocida, lo hice junto a Héctor Sena.
¿Vas a ser parte de su equipo para llegar a presidenta?
-Sí. Eso sí, el lugar que ocupe en esta etapa de su vida depende de ella y la valoración de Patricia de nuestros primeros pasos victoriosos en el mundo de los medios.
En lo personal siendo tan protagonista en su crecimiento mediático, sabiendo lo importante que son los medios en la política, me siento muy contento de que Patricia esté viviendo todo esto. Y sé mejor que nadie que no le tiembla el pulso para tomar una decisión, para que mejore el país.