Avanza, no sin dificultad, la investigación en torno a la misteriosa muerte de Juan Carlos Rojas, ministro de Desarrollo Social de la provincia de Catamarca que fue encontrado sin vida por su propio hijo el pasado 3 de diciembre en la galería de su casa.

Las sospechas ponen en el foco a un personaje siempre polémico: Luis Barrionuevo, quien insiste en instalar la idea de que la muerte del otrora funcionario está vinculada con su propio entorno.

Dicho sea de paso, el dirigente gastronómico estuvo vinculado a otro crimen, ocurrido hace dos décadas, el del subsecretario de Obras Públicas de la Municipalidad de San Martín, Carlos Bossani, quien el 21 de agosto de 2002 fue asesinado de un balazo en la puerta de su casa. La investigación la hizo el director de Tribuna de Periodistas, Christian Sanz.

Como sea, en la última sesión del Senado de la Nación, el catamarqueño Flavio Fama (UCR) planteó una cuestión de privilegio en contra del gobernador Raúl Jalil “por idear y ejecutar un plan para designar funcionarios judiciales a dedo”, y aseguró que esto permite un “sistema de encubrimiento judicial” que interfiere en la investigación del asesinato de Rojas.

“Raúl Jalil es el responsable intelectual y material de la designación de funcionarios y magistrados judiciales que están impidiendo la administración transparente de Justicia en nuestra provincia. Además, también impidiendo como querellante en varias causas el acceso a la información a todos los habitantes, entre ellos a mí mismo”, denunció Fama ante el Senado.

“Debo mencionar el caso de la muerte del ministro de Desarrollo Social: una persona de las filas del peronismo, idónea, referente del gastronómico Luis Barrionuevo, que asumió en mayo del año pasado un Ministerio caliente. Juan Carlos Rojas fue hallado muerto el 4 de diciembre del año pasado por su hijo. Intervino la Policía, intervino el fiscal Laureano Palacios y establece que la muerte fue por causas naturales. También lo acompañaba el fiscal general Alejandro Dalla Lasta. Tengo en mi poder la primera autopsia, que es verdaderamente escueta: según la operación de autopsia se podría determinar que la causa fehaciente de muerte es traumatismo de cráneo encefálico y hematoma subdural. Nada más. No establece móviles ni plazos. Es así que el día lunes 5 de diciembre, cuando se hacía el funeral del ministro muerto por causas naturales, y por testimonios de la familia nos enteramos de que el señor gobernador, la señora ministra de Seguridad y el señor Luis Barrionuevo apartaron a la familia para comunicarle que en verdad Rojas había sido asesinado. Eso lo hizo público Barrionuevo y fue la primera explosión del caso”, relató el senador radical.

En esa línea, recordó que ese episodio “provocó que se ordene una segunda autopsia, que es absolutamente detallada y expresa con claridad que al ministro lo mataron con un golpe en la nuca, y que previamente fue torturado y arrastrado por las lesiones que tenía”. “La familia hizo públicas las fotos de su padre”, mencionó.

“El Poder Judicial, a través de funcionarios que o son ineptos o son corruptos, ha llevado a este juicio a un escenario de convulsión social en Catamarca. El fiscal testimonia que no hubo ninguna marca de muerte violenta, el fiscal general lo afirma, la primera autopsia también lo dice, hasta que se verifica lo contrario. En diciembre iniciamos el pedido de jury al fiscal Palacios. El procurador general reemplazó al fiscal (de la investigación) como primera medida acertada. A partir de allí empieza el peregrinar de la falta de respuestas de la Justicia: llega fin año, la feria judicial y en febrero la familia empieza a pedir justicia sin tener eco favorable. Por supuesto, todavía no había un dictamen del jury. Otro hecho se desencadena cuando el fiscal responsable de acusar emite una resolución y considera que no hay causas para procesar al primer fiscal. Eso hace que la familia dé una conferencia el 3 de abril y muestre la forma en que asesinaron a Rojas”, dijo.

“Hubo un fiscal que dijo que había muerte natural, un fiscal general que lo apoya, peritos forenses que no lo mencionan y el fiscal que tenía que acusar dice que no hay razones para avanzar. Eso detona una segunda bomba. Por eso vengo a denunciar un proceso de encubrimiento de la Justicia sistemático. Y como ejemplo, ni bien se detecta la muerte de Rojas, ponen presa a la empleada doméstica durante ocho días con una orden judicial que no estaba firmada. Imagen del nivel de torpeza. Hace poco Barrionuevo dijo, y hoy lo ratificó en la Justicia, que el móvil debería ser pasional. ¿Se puede torturar de esa manera y matar a una persona por una cuestión pasional? Podría ser probable. ¿Detrás de esto existe un hecho más importante y dudoso vinculado a su función como ministro?”, se preguntó Fama.

Para el senador, todo esto ocurre “porque Raúl Jalil es el responsable de idear y ejecutar una política de designación de funcionarios judiciales a dedo”. “¿Quieren saber cómo llegó Palacios a la Fiscalía nº2? Al concurso se inscribieron ocho abogados y solamente aprobó uno. Como no podía elevar una terna, Jalil, en lugar de designar al único que había aprobado, decide designar al secretario privado del vicegobernador Rubén Dusso. Imagínense cuánto duró el tratamiento de ese pliego en el Senado”, expresó.