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Hacer volar la imaginación

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Solo un juego... o no.
Solo un juego... o no.

Visualicemos esta foto: Wado de Pedro, Axel Kicillof, Sergio Massa, Juan Grabois, Daniel Scioli y Agustín Rossi.

 

¿Se imaginan ustedes el país en manos de cualquiera de ellos?

Esos son los candidatos del Frente de Todos. Eso es el peronismo del momento.

Cristina Fernández de Kirchner no quiere internas. Máximo Kirchner tampoco. 

El candidato de la hotelera condenada es Axel Kicillof.  O, en segundo término, Wado de Pedro. Es increíble que en las presentes circunstancias ésta desquiciada (responsable de que la Argentina se haya sumido en la más profunda miseria de su historia) crea que de este lodazal que ella misma provocó se sale con más radicalización.

El candidato de Máximo Kirchner es Sergio Massa, que quiere a Martin Insaurralde para la gobernación de la provincia de Buenos Aires y a Axel Kicillof afuera de todo.

Por eso la vicepresidente puso a Javier Milei en el centro de la lucha por el gobierno: se quiere presentar como la contracara de la libertad, de la dolarización, del occidentalismo, de la modernidad capitalista, de los EEUU y de la vida privada de los individuos. De allí su referencia a que “ellos” son “pingüinos” porque van, en colectivo, “todos juntitos”.

Ella se imagina una guerra a todo o nada entre el colectivismo y la libertad individual como su única chance de ganar.

Aunque desde hace rato cree que la elección está perdida, en un rincón de su alma (en el supuesto caso de que la tuviera) cree que si hubiera una chance en un millón de ganar esa sería la que surgiría de un enfrentamiento ideológico de ese tipo, especulando con la idea de que el resentimiento social que el peronismo sembró durante 80 años contra esos valores liberales le sigan respondiendo y le regalen un triunfo. Esto es lo que imagina y a lo que apuesta.

Milei también (pero en un sentido inverso) imagina y apuesta a lo mismo: cree que la podredumbre que el peronismo generó durante ocho décadas ha finalmente convencido (incluso a los más resentidos) que los primeros perjudicados por ese resentimiento han sido ellos mismos.

También les dice abiertamente a los jóvenes que es hora de dejar de votar lo que siempre votaron “estos viejos de mierda”.

Fernández de Kirchner le teme a ese escenario, por eso, entre desencajada y poseída, salió a decir “que no la jodan con eso” en el medio de su “clase magistral”.

Juntos por el Cambio no ha sabido administrar su andar entre esos extremos. No pudo entregar una imagen convincente de que ellos eran la contracara del kirchnerismo pero sin las excentricidades de Milei. 

El discurso aguachento de sus principales candidatos inclinó a mucha gente a pensar en un cambio brusco. 

Si Ricardo López Murphy -o hasta el propio Pichetto- hubieran sido los candidatos de los partidos más fuertes de la coalición, probablemente la suerte de JxC hubiera sido distinta de la que uno puede ver hoy en las encuestas. Ellos se han animado a decir cosas que no dijeron ni Larreta, ni Bullrich (aunque la ex ministra de seguridad fue más firme que el jefe de gobierno) ni mucho menos Gerardo Morales.

Habrá que ver qué impacto tiene (si es que se concreta) el ingreso de José Luis Espert a esa alianza. 

El diputado siempre había manifestado querer competir por la gobernación de Buenos Aires pero ahora, con esta novedad, dijo estar pensando en competir contra Larreta, Bullrich y Morales.

¿Y si los electores, cansados ya del colectivismo peronista y de los tibios que no se animan a enfrentarlo con todas las letras, lo votaran a él en las PASO? ¿Qué pasaría? ¿Una eventual “final” de balotaje entre Espert y Milei, dos antiguos socios que fundaron partidos con nombres en donde solo se cambia el orden de los sustantivos y los adjetivos? ¿Es demasiado loco creer que se puede llegar a una situación así?

Debería ser -si es que la Justicia Universal existe- el definitivo final de Cristina Fernández de Kirchner y del kirchnerismo. Semejantes engendros no merecerían terminar de otra manera: viendo cómo sus nemesis se enseñorean en las urnas.

Ese escenario sería el mayor reaseguro, a su vez, contra cualquier intento golpista como aquellos a los que nos tiene acostumbrados el peronismo: un balotaje entre Espert (por JxC) y Milei (por LLA) reuniría, seguramente más del 90% de los votos útiles.

¿Demasiada imaginación, no? Pero, bueno, la imaginación es gratis, nadie puede detenerla y no está alcanzada por ningún impuesto. Al menos por ahora.

 
 

34 comentarios Dejá tu comentario

  1. Es evidente que Libertario es un zurdo, porque cree que a los que no son zurdos les molesta la degeneración. peo la degeneración no molesta, los que molestan son los degenerados. Lo que molesta es que se la quieran imponer por la fuerza a todos los demás; y eso sólo lo hacen los zurdos degenerados.

  2. "Esta discusión entre izquierda y derecha es una tontería. Derecha e Izquierda son como las anteojeras para un caballo, se las ponen y ellos miran derecho a la pista o calle. Eso significa derecha e izquierda, sirven para controlar la manera de pensar de la gente; a algunos los ponen en el paquete de la derecha y a otros en el de la izquierda, pero la verdad es que los comunistas y los capitalistas trabajan juntos, son aliados y están unidos desde 1917. Yo negué esta conspiración por muchos años hasta que la cantidad de evidencia me obligó a aceptarla. Los académicos somos algo lentos con estas cosas. Los capitalistas y los comunistas son una Conspiración Internacional, no hay duda al respecto" - Antony Sutton - Economista e Historiador inglés. Clarito el hombre y hace rato que digo SON LO MISMO. mismo perro, diferente collar.

  3. Lafinur: Los calificativos colectivos son parte de la ideología colectivista, y el capitalismo también es uno de ellos. El discurso que plantea un mundo bipolar ente comunismo y capitalismo es una estafa de origen marxista. Obviamente que el socialismo es una alianza con los capitalistas para lograr un control de la política sobre los medios de producción. Antes fueron los bancos las petroleras y la industria los que simpatizaron con el nazismo y también creyeron encontrar una oportunidad en la revolución bolchevique. En Estados Unidos, la alianza entre el Partido Demócrata, las agencias de inteligencia, las big tech y los medios, ante el silencio de la justicia es el mejor ejemplo de socialismo totalitario. El enemigo del socialismo no es el capitalismo porque el capitalismo consolidado es enemigo de la libertad de empresa y su plan es crecer al amparo del poder, mientras que el plan del socialismo es apropiarse del capitalismo desde el poder político. Los enemigos que el socialismo son los mismos que los del capitalismo: Ambos buscan destruir la familia, la libertad de empresa, el derecho de propiedad, el derecho a la vida, y el derecho al disenso y al control ciudadano de los gobiernos. A todo eso el socialismo le dice la derecha, el capitalismo o el patriarcado, y es lo que se propone destruir con cualquier excusa. Esto es así hace un siglo, desde que Gramsci escribió sus estrategias. Ahora todos están desinformados desde la escuela y desde la tele, incluso los que defienden al "capitalismo"; como si eso fuera lo mismo que la libertad de empresa y como si eso fuera una solución mágica para la economía, o suficiente para no caer en una tiranía.

  4. "Es el peronismo ¡estúpido!", como dice "el loco" Iglesias. Lo que pasa con los K es que son la culminación(espero) de lo que se inició e 1955, cuando "el Pocho"(el único peronista inteligente) se borró a lo Casildo, usando como excusa le pedorro cuartelazo de Lonardi, Videla Balaguer y Rojas. Entonces tuvo claro que su modelo estaba agotado y que las contradicciones que había generado en la sociedad eran insalvables, y durante 18 años se negó a volver, resistiendo incluso la provocación de Lanusse que le decía "que no le daba el cuero para volver", y no lo hizo, porque lo puso a su chirolita Cámpora y él se volvió a España para miralrla desde la tribuna, Tuvo que volver porque se dio cuenta que a su chirolita lo habían cooptado los marxistas(que volvieron al "gobierno" con los K), fue víctima de su jetaneo irresponsable desde Madrid alentando a los marxistas porque era los enemigos de los que lo habían desalojado del poder y lo habían desprovisto de su condición de militar(que era lo que más le dolía), pero fue inútil porque se murió(o lo mataron) y ahí si se pudrió todo. Estos "peculiares" marxistas(los K) que han terminado siendo la etapa final del peronismo, son una desafortunada mezcla de lo peor del marxismo, con lo peor del radicalismo y con lo peor del peronismo, pero el problema no son ellos, sino que tienen un núcleo duro de votos del 30 % y con eso les alcanza para hacerse de los gobiernos cuando logra sumar, como de lugar, el otro 20 %.

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