Tres tercios desintegran al resto.

Las primarias (PASO) en el Distrito de Morón mostraron una polarización con paridad entre Unión por la Patria (UP) y Juntos por el Cambio (JxC), destruyendo al resto de los candidatos. Salvo a La Libertad Avanza, que obtuvo un magro porcentaje, pero clasificó al igual que el Frente de Izquierda.

Lucas Ghi obtuvo un 34,12% (6.399 votos), mientras que el Concejal macrista Leandro Ugartemendía, 33,24% (33.245 votos), tercera, Analía Zapulla, línea Bullrich, 32,19% (32.190 votos), LLA con Ariel Diwan, 21,89 (39.405) y el Frente de Izquierda 4,27% (7.687 votos); así que el macrismo se impuso en la sumatoria de votos sobre el oficialismo por unos 4.000 votos, los 14 partidos restantes no clasificaron, por obtener menos del 1,5%

El voto por localidades estuvo repartido así: en Haedo, Villa Sarmiento, El Palomar y Castelar norte, ganó JxC; UP sólo triunfó en Morón centro y Castelar sur.

Abstencionismo: los apoliticos reclamando atención.

La abstención más el voto en blanco llegaron a casi 31% aquí. Muchos se desentendieron totalmente de las ofertas políticas, dándoles la espalda. Este segmento importante del no voto es en realidad la tercera fuerza del distrito, miles de moronenses entre el desinterés y el desencanto dieron un mensaje apolítico que rara vez escuchan los candidatos y mucho menos los encuestadores y coach. Estas ausencias cívicas deberían alarmar a este sistema cerrado de partidocracias, incapacitadas para motivar a la participación, en cambio se revuelcan en un gigantesco estercolero de luchas salvajes por cargos, en las generales no variará este porcentaje.

El cálculo de los porcentajes electorales es antidemocrático y parcial, favoreciendo solo a los partidos que clasifican ¿Es totalmente legítimo el ganador cuando un 70% del total de la población no lo elige? ¿Es democracia representativa la que considera a los no votantes como la nada cívica, solo apta para la estadística? Hay una lectura urgente que hacer.

Mi pasado me condena. Esta película ya la vi.

Las opciones opositoras al prolijo gobierno del intendente Lucas Ghi son bastante paupérrimas. El actual concejal del pro, Leandro Ugartemendía (hombre de Ramiro Tagliaferro, exintendente y también de Rodríguez Larreta), tiene, junto a una veintena de exfuncionarios, una denuncia penal por abuso de autoridad e incumplimiento de los deberes de funcionario público por la causa Flybondi de El Palomar, donde en 2018 se denunciaron la entrega de la soberanía aérea a un lobby extranjero y diversas irregularidades de dicha empresa; también tiene otra denuncia penal de marzo de 2020 por cohecho, malversación de caudales públicos y peculado, también bajo la administración de Tagliaferro.

Ugartemendía en 2021 hizo tapar con pintura y sui apellido un mural de homenaje a los chicos secuestrados y desaparecidos por el terrorismo de Estado en la trágica “Noche de los Lápices” en la esquina de Maza y Saavedra, Barrio Santa Laura, Morón. Negacionismo y negociados van de la mano del macrismo local.

Pseudo libertarios colgados de la lista del peluca.

El empresario inmobiliario y teatral Ariel Diwan fue denunciado por propios y ajenos enTdP (https://periodicotribuna.com.ar/35411-milei-y-diwan-son-dos-estafadores.html), y prende velas para que Milei arrastre sus votos hacia arriba.

LLA tenía una intención de voto en Morón de un 38% según una encuesta de Opinión Pública Local (OPL), en abril 2023, mientras el precandidato a intendente era Cristian “Chapu” Martínez, hasta que fue desplazado de prepo por la billetera de Diwan, que hizo caer 10 puntos el porcentaje libertario desde su arribo.

El salto del mundo del espectáculo, donde es famoso, hacia la arena política, donde es ignoto, le pasa factura: el vecino desconoce por completo sus ideas o proyectos. Sus afiches están vacíos de contenido y solo llevan su foto y apellido, jamás habló con sus candidatos a concejales, lo dicen ellos mismos, y al parecer, a Diwan le causa beneplácito que así sea.

Nubarrones en el Oeste sobre los derechos populares.

El oficialista UP necesita 5.000 votos más para imponerse al macrismo. Lucas Ghi tiene una gestión correcta y sin denuncias y está movilizando al máximo a su militancia en cada barrio, y aun contando con el arrastre provincial de Axel Kicilloff, no hay seguridades de viento a favor hasta octubre. La volátil situación financiera del país convierte el camino a la general en tortuoso e impredecible, también en Morón.

Un Milei que habla como presidente electo oscurece el horizonte democrático; la ultraderecha anarco capitalista se disfraza de nueva política eficiente, pero es el neofascismo con nostalgias del menemismo; Juntos por el Cambio en Morón es el mismo tagliaferrismo reciclado, con ejes en el ajuste municipal y los negociados, así que el moronense debe decidir o por una gestión progresista o por más giro a la derecha.

El país en general y Morón en particular, en una bisagra decisiva, antes de una elección general, como tantas otras veces, como en todas nuestras historias.