Hace algunas horas, la líder de Coalición Cívica, Elisa Carrió efectuó un certero —y no menos valiente— ataque contra el ex presidente Eduardo Duhalde y el ministro de Justicia, Aníbal Fernández. Al primero lo definió como "el mayor responsable político de la droga en la Argentina"; al segundo lo acusó de haber sido "ministro de Duhalde" y ayudar a la "continuidad" en la falta de políticas para combatir el narcotráfico.
"La responsabilidad política en la introducción de la droga, el consumo y la producción es muy clara: estoy hablando de Eduardo Duhalde. ¿Cómo no va a saber el ministro de Seguridad? ¿No sabe que hay cocinas de cocaína? ¿No sabe dónde se vende el paco en cada una de las villas? Si yo voy y me dicen", disparó Carrió ante agencia DyN.
En ese sentido, dijo que la Argentina pasó de país de tránsito a de consumo en la época en que Duhalde fue vicepresidente de Carlos Menem, y que el consumo se expandió cuando gobernó la provincia de Buenos Aires, y que la Argentina se convirtió en productor de drogas como el paco, cuando el bonaerense fue presidente entre 2001 y 2003.
Durante la rueda de prensa para presentar un programa de seguridad en la provincia de Buenos Aires junto con legisladores de su sector, Carrió calificó al ministro Fernández como "la persona con menos confianza política para luchar contra la droga", por la aparente falta de políticas para enfrentar el flagelo, y remató "el que no está contra la droga y no la combate, está favor".
A su vez, en una entrevista realizada por diario La Nación, la líder de Coalición Cívica subió aún más la apuesta: "Hay una continuidad enorme entre Duhalde y Fernández. No es casualidad que yo haya sida querellada por ambos (se ríe). El poder en la Argentina continúa de la misma manera. Y esa continuidad está remarcada por las mismas políticas, aunque cambien algunos nombres".
Ninguno de los dos mencionados quiso responder los dichos de Carrió ante la consulta del mencionado diario.
Pioneros informativos
En mayo de 2004, Tribuna de periodistas anticipó que el entonces presidente Néstor Kirchner iba a embestir contra Eduardo Duhalde en el marco de las elecciones del año siguiente, esto es, en octubre de 2005. Así lo dijo este medio: "Por su parte, el santacruceño intentará vincular a Duhalde con Menem y la policía bonaerense. Pero el punto más fuerte que maneja Kirchner se encuentra en una carpeta que descansa sobre su escritorio y que traza una radiografía sobre el prontuario duhaldista y pone especial énfasis en su gestión como Gobernador de Buenos Aires. Esa carpeta insinúa lo que nadie se atreve siquiera a sugerir (...) sus presuntos vínculos (de Duhalde) con el narcotráfico" (1).
Poco después, a mediados del año 2005, uno de los personeros del kirchnerismo, el ex piquetero Luis D'elía, hizo una denuncia pública y judicial contra Duhalde por sus vínculos con el narcotráfico. ¿Fue casual que esto sucediera pocos meses antes de las elecciones? Rotundamente, no.
Independientemente de la burda operación política, los vínculos de Duhalde con las drogas es real. El director ejecutivo de este periódico lo ha descripto en media docena de artículos e incluso en uno de sus libros, publicado en el año 2003 (2).
Una síntesis de ello a continuación:
"Eduardo Duhalde llegó a la Presidencia de manera casual: esa es su característica más notoria desde que en 1974 se encontró con la intendencia de la ciudad de Lomas de Zamora en sus manos. Su buena estrella es tan notoria como su relación con el mundo de las drogas al que siempre le destinó recursos y planes para combatirla desde la Vicepresidencia, durante la gestión de Carlos Menem, o desde la gobernación de Buenos Aires. Pero eso no le impidió ser, junto al propio Menem, uno de los políticos señalados por sus presuntos vínculos con el narcotráfico.
Ex guardavidas, abogado y notario devenido en líder político gracias a sus buenas relaciones con miembros de la derecha peronista, Duhalde llegó a la intendencia de la ciudad por obra y gracias del destino.
Si bien durante algunos años —en la época de la dictadura militar— Duhalde se encontró lejos del poder, en 1983 la llegada de la democracia lo devolvió al cargo en medio de una crisis del Partido Justicialista que lo dejó en los primeros planos. Ya por entonces en la periferia de Lomas solían apodarlo papá porro, pero pocos conocían el origen y el porqué de ese mote. Con los años y las denuncias los vecinos irían atando cabos.
Cuando en 1999 intentó llegar a la Presidencia de la Nación puso como compañero de fórmula al ex cantante Ramón Palito Ortega, quien de un solo golpe consiguió un millón de dólares para los gastos de campaña. ¿Quién los depositaba? 'Un grupo de mexicanos con ganas de hacer negocios en Argentina que fueron contactados por mi asesor Aldo Ducler', fue la respuesta de Palito. Esos mexicanos no serían otros que los lugartenientes de Amado Carrillo Fuentes —el Señor de los cielos, capo del cartel de Juárez—, hombre que logró lavar más de 20 millones de dólares a través de la financiera Mercado Abierto, propiedad de Ducler, ex secretario de Hacienda de la dictadura y administrador de los fondos de la campaña de Palito Ortega.
Cada vez que lo acusaron de tener vínculos con el narcotráfico, Duhalde dijo que se trataba de una campaña de desprestigio.
Así quedó especificado en el informe que la Comisión Anti lavado del Congreso estadounidense, presidido por el senador Carl Levin, y en las investigaciones que realizaron en Argentina el ex jefe de la Interpol México, José Miguel Ponce Edmonson. En diálogo con CAMBIO, Ponce recordó: 'Esos fondos ingresaron por parte de Palito Ortega, a quien Duhalde, enseguida lo raleó de la campaña. Fui testigo del profundo enojo del ahora presidente quien se vio muy afectado por ese episodio'.
Nuevamente Duhalde esgrimió su argumento de que se trataba 'de una campaña de desprestigio' cuando las acusaciones contra las mafias enquistadas en la policía bonaerense —a la que calificó como 'la mejor del mundo'—, señalaban a su jefe, el comisario Pedro Klodczyk, como un hombre permisivo en la distribución de drogas cuando estuvo a cargo de la unidad regional de la ciudad de Quilmes.
Utilizó la misma defensa en 1992, cuando el juez español Baltasar Garzón tuvo su primera aproximación a Argentina y acusó a la ex cuñada de Menem, Amira Yoma, y al ex secretario de Recursos Hídricos, Mario Caserta —amigo de Duhalde—, de integrar una organización de lavado de dinero vinculada al traficante de armas sirio, nacionalizado argentino, Monzer Al Kassar.
En septiembre del 1989, durante un viaje de Menem a Yugoslavia, Duhalde quedó a cargo de la Presidencia. En esos días estampó la firma, junto al ministro de Economía de la época, Néstor Rapanelli, en el decreto que designaba a Ibrahim Al Ibrahim como asesor especial de la aduana en el aeropuerto de Ezeiza.
Al Ibrahim era ya el ex esposo de Amira Yoma y en español sólo sabía decir 'muchas gracias'. Durante una entrevista con medios argentinos y españoles, Al Ibrahim —quien vive refugiado en Damasco desde que se convirtió en prófugo de la justicia—, aseguró que 'Duhalde era uno de los funcionarios de gobierno que más favores me pedía en la aduana'.
Eran los días en que Duhalde le encargaba a su lugarteniente Alberto el negro Bujía retirar maletas o bultos que pasaban sin abrir por los controles de la aduana en el aeropuerto.
Las irregularidades en la aduana fueron denunciadas por el semanario español Cambio 16 y las pruebas contundentes que aportaba el semanario llevaron a que Garzón tomara la causa que involucraba a Al Kassar, radicado en Marbella.
Con el escándalo en todos los medios, Duhalde se comunicó rápidamente con el juez 'para saber cuál era su situación en el expediente', según cuenta el periodista Hernán López Echagüe en El otro.
Ante la consulta desesperada la respuesta del magistrado español fue corta y tajante: 'Duhalde, yo sé qué clase de político es usted...'. Sobre el escritorio del Juez descansaba el dossier confeccionado por la DEA sobre los vínculos de Duhalde con las drogas.
...
Diez días antes de que la jueza María Romilda Servini de Cubría iniciara las indagatorias por esa causa, conocida como el narcogate, Alberto Bujía, uno de los hombres de confianza de Duhalde —el emisario ante Al Ibrahim— moría en extrañas circunstancias.
El negro Bujía, era considerado un peso pesado. Desde sus comienzos de trabajo para Duhalde, era el enviado que llevaba extraños paquetes a las familias Romero y Saadi, en las provincias de Salta y Catamarca, respectivamente. Roberto Romero y Vicente Leonides Saadi fueron los fundadores de dos dinastías políticas que hicieron historia en sus provincias.
Bujía solía frecuentar la finca Don Alejo, propiedad de los Romeros en Salta donde en 1984 fue descubierta una pista de aterrizaje a la que llegaban aviones desde Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, que estuvo en la mira de la DEA.
Con Al Ibrahim en la aduana, Bujía no sólo visitaba al extraño asesor con el que se comunicaba por señas, sino que requería los servicios del funcionario en cada uno de sus viajes al extranjero con bultos que en los controles gozaban del mismo estatus que todos los encargos del Vicepresidente.
El día 16 de marzo de 1991, el destino quiso que muriera cuando su moto hizo colisión contra una camioneta, a metros de la intendencia de Lomas de Zamora. Según algunos amigos de el negro, éste estaba desbordado por el alcohol y enfiló en contramano por la citada calle. Según testigos del hecho, fue la camioneta la que se abalanzó sobre él.
Al día siguiente de tan absurda muerte, el 17 de marzo de 1991, en el marco del Yomagate, se iba a quebrar uno de los máximos imputados. Mario Caserta prestó declaración ante Servini de Cubría y, sin saber aún que iba a quedar como único procesado en la causa, manifestó que Duhalde era un poderoso narcotraficante de la provincia de Buenos Aires. Pocos meses después, la conductora televisiva Mirtha Legrand se lo iba a preguntar en persona y con gran naturalidad: -'Dígame gobernador ¿Usted es narcotraficante?'
La respuesta descansa en la mente de Duhalde".
Aníbal también
Ha sido este medio pasible de una oportuna querella por parte del actual ministro de Justicia, Aníbal Fernández, por animarse a hurgar en su polémico pasado al frente de la intendencia de Quilmes. Respecto al tema "drogas", Pablo Dócimo, colega de Tribuna de periodistas, ha trazado oportunamente una brillante radiografía sobre la gestión de Fernández (3):
"(..) La gestión de Aníbal Fernández tiene varias falencias y débitos después de haber estado poco más de cuatro años al frente de tan importante cartera, como por ejemplo, un muerto por día por consumo de 'paco', 10 niños al día internados en hospitales de todo el país por consumo excesivo de substancias, muertes de adolescentes como consecuencia de la oferta irrestricta de todo tipo de substancias ilegales y jóvenes internados con severos trastornos cardíacos producto del consumo de drogas de síntesis.
(...) estos son algunos “logros” del Ministro Aníbal Fernández en su gestión:
1) Por circular, el ministro del Interior prohibió oportunamente a la Policía Federal Argentina realizar tareas de prevención de drogas.
2) Durante su gestión, por circular, prohibió a las fuerzas de seguridad a su cargo, participar de los 'cursos de actualización en la lucha contra el narcotráfico' que dicta la SEDRONAR a todas las policías del país y otros organismos de seguridad.
3) Durante su gestión, se instalaron tres cárteles en Capital Federal, los que se han distribuido las zonas de venta de drogas en partes equitativas.
4) Durante su gestión, se crearon más de 500 bocas de expendio de drogas solamente en Capital Federal.
5) Desde el inicio de su gestión, la Fuerza Aérea tiene prohibido el control del espacio aéreo de Argentina. Además, no se ha radarizado el norte de la República.
6) Durante su gestión, el aumento de oferta de substancias prohibidas nos puso en los niveles más altos de consumo de drogas. Naciones Unidas informó que Argentina es primer consumidor de cocaína en escuelas secundarias de toda Latinoamérica.
7) Durante su gestión, la SEDRONAR tiene 'presupuesto cero', para realizar campañas preventivas sostenidas en el tiempo en medios nacionales de comunicación.
8) Durante su gestión, Aníbal Fernández fue el principal impulsor del proyecto de ley de reforma del Código de Procedimientos en Materia Penal. Este proyecto pretendía despenalizar la venta minorista de drogas y bajar la pena a los narcotraficantes. Cuando fue rechazada por el Congreso Nacional, Aníbal Fernández dijo: 'en dos años la sociedad estará preparada para aceptar esta reforma'.
9) Durante su gestión, ocurre que: a) No hay un sólo juez en la República que haya enviado a un penal a un adicto por su condición; b) el 70% de los vendedores minoristas quedan en libertad desde tribunales porque se hacen pasar por adictos. Aunque Aníbal Fernández se queje de que la justicia gasta mucho dinero en encarcelar adictos.
10) Durante su gestión, la posición 21 del Aeropuerto de Ezeiza (sector cargas) sigue sin scaners a pesar que fue denunciado en 2005. No hay scanners para los 'pallet' (plataformas donde se apilan las mercaderías para exportación). Un avión de carga lleva hasta 130 pallet por viaje.
11) Desde el inicio de su gestión, Aníbal Fernández permite la libre comercialización de publicaciones que enseñan cómo plantar y cultivar marihuana, además de distinto tipo de recetas para fabricar alimentos a base de esta planta; en franca contraposición a los artículos 12 y 28 de la ley 23.737. 12) Desde el inicio de su gestión, sigue habiendo 750 pasos clandestinos con Bolivia y 60 pasos clandestinos con Paraguay, desde donde ingresa la droga al territorio nacional.
13) Durante su gestión, Argentina creció considerablemente como productora de cocaína, lo que derivó que las “cocinas” comercializaran también el residuo de la droga bautizada como 'paco'.
14) Durante su gestión, permite las fiestas electrónicas a sabiendas que son espacios donde se expenden drogas de diseño, como el éxtasis. Además, en esos lugares se corta el agua corriente, (La ingesta de esta droga demanda un consumo considerable de agua) para así vender botellas de agua mineral a un precio exorbitante, no siendo plausibles de clausuras o cierre de los locales.
15) Durante su gestión, intentó echar a Marcelo Saín, Jefe de la Policía Aeroportuaria, por realizar un procedimiento antidrogas que culminó en Río Gallegos, Provincia de Santa Cruz.
En definitiva, seguramente Aníbal Fernández será premiado con alguna embajada en Perú o Colombia por su desempeño ministerial. De esa manera, puede ser que los ciudadanos de Quilmes, quienes le dieron la espalda en las últimas elecciones, se olviden de que existe".
La precedente es sólo una de las tantas notas que este periódico publicó al respecto.
Conclusión
La acusación de Elisa Carrió demuestra una valentía inusitada. Y es que la ex líder del ARI ha embestido contra la verdadera mafia, esa que pone en jaque el futuro de nuestros hijos y nietos.
Carrió lo hizo aún a riesgo de poner en peligro su propia vida, ya que algunas de sus acusaciones apuntan contra personas que no se destacan justamente por su prédica a la "no violencia".
Es lamentable ver cómo los demás dirigentes y funcionarios vernáculos hacen silencio frente a un tema tan espinoso como es el tráfico de drogas. Nadie se juega en apoyar a Carrió, aún cuando se sabe que sus dichos no están nada alejados de la realidad.
Esta actitud —paradigmática si las hay— tendría que terminar de abrir nuestros ojos, ya que demuestra que a los dirigentes políticos argentinos no les interesa la gente, sino su propio beneficio personal.
Una vergonzosa postal de nuestro país.
Carlos Forte
(1) Ver https://periodicotribuna.com.ar/articulo.asp?Articulo=598
(2) Ver https://periodicotribuna.com.ar/articulo.asp?Articulo=2922
(3) Ver https://periodicotribuna.com.ar/articulo.asp?Articulo=3316