Supongamos, estimado lector, que Sergio Massa llegara a ser el próximo presidente de los argentinos. Y aquí, indefectiblemente, surgen dos interrogantes. El primero sería ¿Sergio Massa hará su propio gobierno o será la versión renovada de Alberto Fernández?
Y la segunda ¿Como sería su gobierno, más de lo mismo o tratará de gobernar según sus convicciones? En este punto, de ser así, surge una tercera incógnita: ¿Cuales serían sus convicciones? ¿Alguien lo sabe?
¿Sería un gobierno que meta presos a los corruptos? ¿Sería un gobierno que barra a los ñoquis de La Cámpora? ¿O tal vez sea un gobierno del Massa que allá por 2015 decía “Tenemos que ir hacia una universidad arancelada”?
Del patético 27% al milagroso 36%
Así como propios y extraños se sorprendieron con el resultado de las PASO con el primer puesto de Javier Milei, lo mismo ocurrió el 22 de octubre con el más del 36% alcanzado por el oficialismo.
Realmente es inentendible e inexplicable que el peor Ministro de Economía de la historia, superando a la desastrosa gestión de Axel Kicillof en ese ministerio -algo que parecía imposible de lograr- haya obtenido semejante porcentaje cuando no solo no puede mostrar un mísero logro, sino todo lo contrario.
Inflación récord, devaluación brutal, emisión descontrolada, e índices de pobreza de más del 40% son el resultado de la gestión de Massa a cargo de la cartera de economía.
Campaña sucia y plan platita
Es más que claro que tanto la campaña sucia de Massa como el “plan platita” fueron fundamentales para conseguir el primer puesto de la elección.
Evidentemente, hacer propaganda política diciendo, entre otras cosas, que si Mieli es presidente el boleto de colectivo va a pasar a costar $1.100 o que va a eliminar la salud y la educación pública (absolutas falacias) surtió efecto.
Lo mismo ocurrió con el “plan platita” que en ralidad debería llamarse “plan desastre”, puesto que gracias a la emisión descontrolada, el impacto inflacionario lo veremos en los primeros meses del próximo año.
Dicho sea de paso, con Massa de campaña, en septiembre el gasto primario aumentó nueve veces. Ese rojo fue de $ 37.000 millones en agosto, pero el mes pasado subió a $ 380.000 millones. Según un análisis de Ecolatina, ese ritmo de gasto aumentó en la parte final del proceso electoral.
Otro dato interesante es que la campaña de Massa costó 1,5 puntos del PBI, que se traduce en aproximadamente 8.000 millones de dólares, convirtiéndose en la campaña más costosa de Latinoamérica.
Massa, el hijo pródigo de Néstor
En su libro “Massa confidencial”, El colega Christian Sanz asevera: “Sergio Massa es un tipo peligroso. Muy. Acaso tan peligroso como corrupto. Si hubiera un ranking sobre funcionarios enriquecidos ilegalmente, estaría entre los cinco primeros puestos”
Así como Axel Kicillof es el hijo putativo de Cristina, Massa es el hijo pródigo de Néstor. No es ninguna novedad que Sergio Massa es mentiroso, panqueque y “fullero” como le dijo en público quien lo puso -como hizo con Alberto Fernández- en el lugar de candidato.
Realmente, es muy difícil que Massa tenga la solución a todos los problemas que creó su propio gobierno y que no solo no supieron solucionar, sino que además, si no hubiese sido por ellos, hoy no los tendríamos.
Massa aprendió todo lo malo de la política con el mejor, Néstor Kirchner, quien le vaticinó textualmente allá por el 2008: “Vos vas a llegar, porque tenés ambición, amigos con plata y, sobre todo, porque sos más hijo de puta que yo”. Y si de algo sabía Néstor, era sobre hijos de puta.