La historia de Pablo Lima, músico, oriundo de la Plata, criado en el barrio El Churrasco llega junto con el bandoneón para fusionar el tango con la música villera y ser el creador de la “cumbia arravillera”.
Se define como “Musikero , Sangre Villera y Corazón Tanguero”. Desde hace 24 años, su arte es la música y 10 años que toca el bandoneón para seguir un camino creativo y lograr unir, fundir y fusionar el sentimiento, melancolía que este instrumento genera hacia el ritmo y alegría de la cumbia villera.
Cabe destacar que durante el mes de diciembre en curso, fue convocado por la Casa de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires para tocar en el Salón Dorado y hacer conocer su música.
De esta forma dialogamos desde TDP, con Pablo Lima, “El Lima”, para visibilizar, conocer e ingresar en su historia de vida que transcurre a lo largo del tiempo directamente por caminos de esfuerzo, constancia, dedicación, pasión, vocación hacia el universo mágico de la música siendo el primer músico de su familia.
TDP- ¿Cómo nace su vínculo con el tango y con el bandoneón?
PL- Mí vínculo con el bandoneón y el tango en realidad empieza primero con el tango. No conocía al bandoneón, y si bien mi familia no era de escuchar música o comprar discos, sin embargo se escuchaba mucho la radio AM, en el taller de chapa y pintura de mi papá y sintonizada en un programa en el cual se escuchaba tango y los resultados de la quiniela.
-Me llamaba la atención que mi viejo se sabía todas las letras y me decía: “Escucha esta letra, o escucha la otra “. Desde el primer momento fui consciente del tango y que en mi casa se hablaba del tango. De ese tango que merecía mucho respeto dentro de lo que es nuestra música. Por supuesto, lo miraba con admiración, pero no era una persona que iba a ver tango, de hecho en mi barrio no había una orquesta de tango que uno pueda ver. Se perdió hace muchos años.
- Me interesaba pero no sabía dónde encontrarlo más que en la radio. Recuerdo que una vez en un diario salieron unos compilados de Julio Sosa y me compré los cinco, yo tenía un solo CD de Julio Sosa, eran 20 canciones muy buenas y cuando compre esos CD de cinco tomos con las mejores canciones pase de tener 20 a 70 canciones de Julio Sosa que me gustaban mucho por ese tango arrabalero viejo.
TDP Entonces, en base a lo relatado, ¿cómo consigue relacionarse con el bandoneón?
PL- Mi relación con el bandoneón y su música empezó desde chico. No tenía las herramientas o algún instrumento real . Para un día de Reyes, recibí de una tía como regalo un teclado de juguete, y ahí empecé a descubrir la música a los 8 o 9 años.
-Al principio jugaba y hacia ruidos, tocaba los sonidos, los cambiaba hasta que una persona que llego a casa hizo con el teclado una canción de la Mona Jiménez, me impacto saber que con eso se podía hacer música. Así fue como estuve -todo el día- tratando de sacar melodía, y ahí empezó mí relación con la música, como autodidacta y tocando de oído. No tenía la posibilidad de aprender ya que no tenía un instrumento real. Para eso a los 13 años me puse a trabajar en una panadería y recién a los 15 juntando plata me pude comprar una guitarra eléctrica.
TDP- ¿Qué pasa a partir de esa circunstancia mencionada y el camino hasta el bandoneón ?
PL- La música llegó con otros instrumentos, y el bandoneón era algo que escuchaba y me gustaba, nunca lo había visto. Jugaba con hacer canciones de tango, y uno chicos de mi ciudad, la Plata, que estudiaban música, y habían escuchado mis presentaciones me invitaron para formar parte de una orquesta de tango que se estaba por armar. Querían hacer algo distinto, como canciones propias. Entonces, fui a aportar mis canciones, y el pianista -en los ensayos- me comentaba que tenía un bandoneón , pero que era muy difícil de tocar. Me lo mostró y ese mismo día recuerdo que empecé a jugar con el bandoneón.
-Estaba en mi mundo, en la mía jugando con el bandoneón. A tal punto que los mismos pibes me decían: “Vos nunca tocaste el bandoneón” y les contestaba: “Que no, era la primera vez”.
- “A partir de ese momento me pareció un instrumento mágico que tiene una expresividad que se acopla mucho al sentimiento de cada uno. Por eso no hay un bandoneonista igual otro”.
- Allí comenzó todo la odisea de tratar de conseguirlo. Estuve 8 o 9 meses yendo a la casa de un amigo – Gaby- que me prestaba el bandoneón, practicaba, y bicicleteaba 60 cuadras para ir al laburo y otras 30 para ir a la casa de él . Volvía haciendo 80 cuadras en bicicleta hasta mi casa, solo por hecho de poder pasar un rato con el bandoneón.
TDP- ¿ Cuándo llega finalmente el momento que se hace realidad y puede comprar el ansiado bandoneón?
PL- Pase meses de mi vida, mirando y entrando a mi humilde casa para ver que podía vender para llegar a comprar un bandoneón. Es algo que no estaba al alcance de las personas humildes y gente de barrio, en mi caso no tenía familia de músicos. Recuerdo que en el taller de mi papá había un Peugeot 404, viejo que nos llevó como 10 años, para ir armándolo de a poco.
-Lo habíamos conseguido desarmado y fuimos poniendo las piezas hasta que llegado el momento el auto funcionaba . Se lo vendí y compré un bandoneón avalado por él que me decía: ¿Cómo vas a vender lo único que tenemos para comprarte el bandoneón?, pero al final dijo: ”Anda vende el auto, y cómprate ese bandoneón”
TDP- ¿Qué pasa una vez que tiene el bandoneón, como sigue adelante hasta llegar a la fusión del tango con la cumbia villera?
PL- Al no tener conocimiento de tango, y venir de la cumbia villera sentía que tenía el bandoneón y no podía hacer , por ejemplo, Naranjo en flor, eran cosas complejas de tocar, y como en todo género hay cosas que son más simples y otras más complejas . No es lo mismo la complejidad que puede llevar una canción como Naranjo en flor o como la Cumparsita. Obviamente fui primero por lo popular. En ese caso como venía de la cumbia villera me resultaba más fácil agarrar una canción que yo conocía y darle ese color a tango que tratar de hacer tango en sí.
-Así aparece la fusión, y si bien estaba jugando con esa orquesta de tango –que mencione- y nunca salimos, fueron un par de ensayos y nada más, yo tocaba cumbia e incorpore el bandoneón a mi formato de cumbia. Tenía en claro “ que quería hacer cumbia villera que se ha fusionado con varios géneros”
-En momento había una banda llamada Bajo Palabra, que era con rap, con hip hop , Mala Fama con sus teclados psicodélicos . Por ahí Meta guacha tiene que ver con esas guitarras santafecinas de cumbia y todo se iba fusionando con cosas, y para fusionar la cumbia villera con el tango que no existía. Además “me hacía mucho ruido que no había cumbia con bandoneón , nunca hubo”.
-Siempre en la cumbia hubo acordeón con un sonido más brillante y en la cumbia encajaba perfecto.
- “ El bandoneón tiene un sonido más melancólico y se transformaba en una cumbia oscura, pesada. Por eso le fui buscando la vuelta hasta ver un show de cumbia con un bandoneón y que vaya transitando esa melancolía del tango con la alegría de la cumbia”.
TDP- ¿Cómo se siente y transita lo que está generando en las redes sociales tan impactantes que visualizan su música?
PL- Lo de las redes es Fla, porque yo vengo laburando hace mucho con la música. Llevó 24 años de escenario, pero hace 10 que estoy laburando con esta fusión del tango y la música villera.
-Se me conocía en mi entorno del boca a boca y así lograba llenar los lugares que tocaba llevando la cumbia villera no solo a un baile o a una fiesta, sino que también lo empecé a meter en temas de teatros.
- El bandoneón me hizo que le dé mucho más prestigio a lo que estaba haciendo y pude jugar muchísimo con meter instrumentación y tiene que ver a veces ,con lo que son las cuerdas, violines, chelos , los otros bandoneones y lo fui fusionando.
-Antes no había más que Facebook y ahora hay muchísimas más herramientas, fue una explosión en Tik Tok o en Instagram para subir material y la gente lo comparta. Me escribe gente de todo rango de edades y es Fla, porque el bandoneón une mucho a las familias en sí. También me escriben gente grande, pibas y pibes chicos. Esto se nota en mis recitales, van familias y gente de diferentes edades.
TDP- El hecho de haberse criado en un barrio con vivencias, familia, amigos y la música, ¿ es una influencia y/o inspiración para expresar música?
PL – Haberme criado en un barrio humilde y ser una persona que no pudo estudiar porque tuve que salir a trabajar, no porque me obligarán en mi casa, sino que era la forma de entender que a mí no me mantengan en mi casa y era una ayuda suficiente. Entonces a los 13 años, empecé a trabajar como un adulto. En ese momento tal vez era normal.
-Creo que todas esas vivencias de una persona trabajadora de barrio humilde y demás permite que me exprese de esa forma en el instrumento que tenga,. En el bandoneón que es muy expresivo, y se ajustó a mí para que me pueda expresar muy bien, más alá que no sepa tocar el bandoneón de una manera tradicional o académica.
-Siento que en zonas de la Capital y la mayoría de las personas fueron a aprender de una manera metódica ya que es un instrumento difícil.
TDP- En base a lo vivenciado hasta llegar y tocar el bandoneón ¿Cómo ha transitado tal camino?
PL- Todo esto que pase determino que hiciera un camino solo. Llevó más de 10 años tocando el bandoneón y jamás tuve contacto con otros de juntarme a tocar y formar parte de una orquesta.
-Nunca encajé en todo eso. “Yo toco a mi manera” . No sé si hago tango, pero entiendo que lo que interpreto y siento como tango para la gente de mi barrio y de los barrios, es que soy lo más tango que conocen porque lo pueden ver en vivo en la esquina de cualquier barrio, baile y teatro.
TDP- ¿Quiénes son sus referentes y/o han dejado huellas en la música y camino de la vida?
PL- En la música mis referentes son todos los grandes cantantes y bandas de música villera. Es lo que he consumido, escuchado y terminé siendo participe. En la columna de mi vida, y lo que he escuchado a lo largo de mis años tiene que ver con la música que se escucha en el barrio.
- En algún tiempo cuando era chico escuchaba a 2 Minutos y Punk Rock que se escuchaba en la esquina. Después vino la cumbia villera como Supermerk2, Mala Fama, Meta Guacha, Pibes Chorros, Los de Piedra, Yerba Brava. En el tango s me gustaba Julio Sosa, Jorge Falcón por la manera de interpretar, de cantar.
-Mi viejo me hacía escuchar Gardel con letras como Mano a mano. Esas letras me estaban hablando de lo mismo con un lunfardo viejo. Me hablaban de las historias que vivimos la gente humilde y sobre todo esos tangos arrabaleros viejos. De chico escuchaba Los Fabulosos Cadillacs, porque dentro del Punk Rock , y en lo que era el rock Los Fabulosos Cadillacs se arriesgaban a jugar con distintos géneros. Me encantaba que jueguen con la cumbia, los ritmos latinos e incluso con el tango.
- Referente en el camino de mi vida mi papá, mi familia, mis amigos. “Son la gente que hace que este camino recorrido siempre haya sido desde el amor, y con la pasión de alguien que quiere jugar con la música , compartirla con los demás., y al que le guste bienvenido sea”.
“La música es la vida emocional de la mayoría de la gente”. Leonard Cohen, poeta y cantautor.
Y no pones un puto tema para escuchar?
¡Sigan fomentando la "cultura villera", que es otra de las mentiras! ¡No existe la cultura villera, en todo caso es en lo que "encasillan a los villeros"! De una villa puede salir un tenor de opera, una cantante lírica o un interprete instrumental de alguna sinfónica,o de una banda de smooth jazz o jazz tradicional, pero es mas fàcil "condenar" a los villeros a "esa música que les gusta a ellos y por la que se sienten representados" ¡Porqué es lo que conocen desde que abren los ojos! Pero si se les dá a conocer "otra cosa" y se los estimula en la apreciación y disfrute seguramente tendrà opcciones para optar respecto a su descubrimiento personal de la belleza musical. ¡Sigan inventando "L´egante", tan solo porque es "de rioba y es pueblo"! ¿Esos son los estereotipos del consumismo bobo?
Me gusta bastante ese tipo de música. Como recoger restos de scratch games para crear obras que traigan alegría. Sea cierto o no, hizo un gran trabajo, al menos para él.
This diversity ensures Dinosaur Game that there is a game for everyone, regardless of age, gender, or background.