Mientras la Argentina atraviesa la peor
crisis agropecuaria de su historia, después del nuevo aumento a las retenciones
de exportaciones a los granos y soja, se dio a conocer en las últimas horas la
consecuente reacción de los productores, los cuales han realizado cortes de
rutas y otras medidas de fuerza.
En este marco, en el cual algunos medios hacen lobby
para el gobierno kirchnerista y hacen ver que unas noticias son más importantes
que otras —esto hay que decirlo con todas las letras, se enoje quien se enoje—,
es más rentable "inventar" cierta información o publicar notas tendenciosas, que
hablar de lo realmente importante o analizar la realidad con honestidad. Estos
medios cuentan las cosas de una manera tal, que se produce una especie de
inversión de “carga de la prueba”.
El caso concreto tiene que ver con una nota
publicada el domingo 9 de marzo, en la revista "C" del diario Crítica de la
Argentina, de Jorge Lanata, donde a través de un artículo llamado Pueblo
Chico, Plata Grande se hizo referencia a los trabajadores agropecuarios de
Casilda, Santa Fé, como si estos fueran verdaderos potentados (1).
Veamos algunos extractos de la nota, firmada por Josefina Licitra:
-"La están levantando con pala, pero ninguno lo admite. Se la
pasan llorando con los impuestos que pagan, pero ojalá yo pudiera… A mí no me
alcanza la vida para ganar la mitad de lo que ganan ellos con una sola cosecha".
-"Son las diez de la noche del sábado y una hilera de coches
llamativamente limpios avanza por la calle a paso de hombre. Alfa Romeos, BMW,
Camionetas 4x4, Audis y Peugeots 407 —el más barato de esta lista cuesta 50 mil
dólares— circulan por el centro con la elegancia impostada de una modelo en
tanga."
-"Casilda, como buena parte de las localidades agrícolas
del interior, nunca vivió un momento más próspero."
-"(...) Pero un cálculo elemental hace sospechar que tienen
bastante: tierras que valen millones, maquinarias modernas y una liquidez
monetaria que de un modo silencioso, sin copas en alto, está activando la
economía de todo el país."
-"¿En qué gasta su dinero un chacarero? La respuesta siempre
es la misma: en más campo, en renovar la maquinaria, en departamentos para los
hijos y en autos último modelo."
Horas más tarde, el ministro de Economía, Martín Lousteau
anunció la tristemente célebres retenciones al campo que hoy han llevado al paro
al sector agropecuario. ¿Casualidad? Más adelante veremos que no.
Como si esto no fuera suficiente, pocos días más tarde, el 18
de marzo pasado, Crítica volvió a la carga con sus dardos contra el campo
en una nota donde se denuncia que los propietarios de campos pagan impuestos
irrisorios, algo así como 50, 60 o 70 pesos anuales por hectárea.
Este artículo, que luego fuera comentado
por casi todos los medios, no es más que una demostración de periodismo
tendencioso. Veamos por qué.
En primer lugar, habría que aclarar que estas tierras pagan
un impuesto denominado “territorial”, y que no es lo mismo el impuesto que paga
cualquier vecino por el que percibe los servicios de "alumbrado, barrido y
limpieza", a no ser que la nueva gobernación haya implementado este servicio en
los campos y todavía no nos hayamos enterado.
Por lo pronto, lo que no se aclara en la nota es que,
además de pagar ese impuesto —y las consabidas retenciones—, los productores
pagan otra serie de impuestos que, como ya sabemos, en nuestro país son
exorbitantes. Además, sería interesante, ya que al señor Lanata le gusta
investigar, que averigüe cuánto pagan de impuestos, por ejemplo, todos los
amigos del matrimonio presidencial por las tierras que compraron a precios
vergonzosos en el Calafate.
Otro tema que sería bueno que publique en el diario que
"cuenta lo que nadie cuenta", ya hablamos de pagar impuestos, es cómo figura la
señora presidente ante la AFIP.
Si usted, lector, todavía no lo sabe y se quiere indignar un
poco, realice el siguiente procedimiento:
1) Entre a la página de la AFIP copiando el siguiente link:
https://seti.afip.gov.ar/padron-puc-constancia-internet/ConsultaConstanciaAction.do
2) Dentro de la página de la AFIP (Padrón Único de
Contribuyentes – Internet) ingrese el siguiente número de CUIT: 27-10433615-4
(sin los guiones)
3) Se alegrará al enterarse que esta señora es "aportante"
del régimen autónomos por ingresos NO mayores a $15.000 anuales (si leyó bien:
ingresos no mayores quince mil pesos anuales), esto es, equivalentes a $1.250
mensuales.
Esto demuestra, lisa y llanamente, que
Lanata hace lobby para el gobierno, queriendo hacer ver a sus lectores
que los productores agropecuarios —de los que la inmensa mayoría son pequeños y
medianos y no grandes terratenientes oligarcas— son los malos de esta historia.
Pero para confirmar lo dicho, agregamos a este artículo los extractos de una
carta recibida en nuestra redacción hace unos días:
“Estimado señor Christian Sanz: Le escribo desde Casilda,
provincia de Santa Fe, corazón de la pampa húmeda argentina. Soy presidente del
Centro Económico del Departamento Caseros, una especie de cámara
empresaria de pueblo chico. Además dirijo el sitio local
www.casilda.com.
Conocí sobre usted a través de un artículo que escribió sobre
Jorge Lanata (...) Le escribo porque hace poco en nuestra ciudad fuimos
víctimas de lo que yo sospecho una maniobra mediática. Una periodista del
diario Crítica (Josefina Licitra) vino a Casilda a hacer un artículo
sobre la bonanza del campo, concretamente de la soja. Muchos dirigentes y gente
de campo nos prestamos para la nota, incluso fuimos fotografiados, porque nos
parecía una buena forma de difundir a nuestra ciudad en el resto del país.
No le voy a relatar lo que dice la nota, porque sería mejor
que la lea completa. Salió publicada en la revista C del diario Crítica
bajo el título 'Pueblo chico, plata grande'.
El problema para nosotros es que aquí se armó un revuelo
grande, porque lo que se publicó no se condice con la realidad de la ciudad y
las cosas que aparecimos diciendo quienes dimos testimonios no son en realidad
las que dijimos. Sin dudas esta chica vino con la orden de hacer una nota
para magnificar lo que se gana con la soja. Todo el artículo apunta a demostrar
que los chacareros están ganando dinero de modo fabuloso y lo gastan en cosas
superfluas: autos 4x4, viajes, compras de ropa de marca. La obsesión por estos
vehículos está presente a lo largo de toda la nota, cuando en realidad en
Casilda no hay tal preocupación. Los pocos chacareros que tienen estos
vehículos, compraron Toyotas Hilux como herramienta de trabajo. Antes las
preferidas eran las Ford F100, hoy son estas chatas.
Cuando usted lea la nota, si no conoce en realidad a la gente
de campo, le quedará la idea de que son todos ignorantes, que no saben en qué
tirar la plata, no van a la biblioteca (eso lo ponen en boca mía), no tienen
cultura gourmet, son poco solidarios.
(...) Lo saludo con respeto, Hugo Racca.”
Este periódico advirtió a Licitra sobre la
redacción de la presente nota y la periodista justificó sus dichos en un extenso
mail en el que intenta defender lo indefendible: "A los ganaderos no los hice
quedar como nada que no sean: gente que con parcelas pequeñas y con la
producción de esas parcelas, está activando la economía de todo el interior del
país (¿?) y en parte también la de la Ciudad de Buenos Aires. (...) ¿En qué
parte digo que son millonarios? ¿En qué parte los hago quedar como frívolos?"
Invitamos al lector a leer nuevamente los extractos de la
nota de Licitra. A confesión de parte...
Concluyendo
Sólo resta decir que en nuestro país están pasando otras
cosas, como la falta de combustible, protestas de todo tipo, desabastecimiento
de alimentos e inflación. También hay otros tópicos como la presentación del
"nuevo avión" de Cristina, quien además le compró a su hija Florencia un Mini
Cooper con la condición de que cierre su fotolog; o las encuestas, que dicen
que la imagen de la presidente descendió notablemente; que la mayoría de los
argentinos piensa que el que gobierna en realidad es Néstor —o una que dice que
Cristina figura entre los jefes de Estado más lookeados y ostentosos del
planeta—; o los Fernández que salen, como de costumbre, a tratar de justificar
lo injustificable, diciendo idioteces tales como que el asesinato de un joven
simpatizante de Vélez Sarsfield es un hecho “común” de violencia o que no se van
a dejar “apretar” por los productores agropecuarios.
Es curioso cómo el señor Lanata (2), quien durante la
década de los 90 parecía el fiscal de la Nación, realizando denuncias,
investigaciones y acusaciones, hoy se haya convertido de manera solapada en
oficialista; pero no es el único, también merece una mención especial su
amigo, Horacio Verbitsky, quien al igual que Lanata, perseguía a grandes
corruptos y hoy pareciera que es periodista de la revista Billiken.
Por casualidad, a estos dos excelentes periodista
especializados en investigación, ¿no se les ocurrió averiguar que pasó realmente
con Julio López o por qué no aparece el título de abogada de Cristina Kirchner?
¿No se les ocurrió investigar de dónde provenían y para quién eran los dólares
de la valija venezolana? ¿No les interesa tampoco saber por qué creció de manera
tan desmesurada el patrimonio del matrimonio presidencial?
Tal vez sea por eso que uno de los eslogan publicitarios del
diario de Lanata era "tenemos mucha información que nadie publica". No dice
"publicamos información", sino "tenemos información".
Huelgan las aclaraciones.
Pablo Dócimo
(1) Si bien es real que hay algunos productores importantes, la mayoría de ellos no lo son.
(2) Ver https://periodicotribuna.com.ar/Articulo.asp?Articulo=3604