El contexto. El Presidente chino, Hu
Jintao; el
Premier Indio, Manmohan Singh; y el primer mandatario de Brasil, Lula Da Silva, dijeron en las últimas semanas que la recesión de
USA y la inflación van a perjudicar el crecimiento de cada uno de sus países,
que son el “blindaje” para la Argentina. Aquí comienza el conflicto.
Según la mayoría de los economistas, en marzo la soja tendría
que bajar 30% para que estemos en problemas y 50% para entrar en crisis. En
abril, 17% y 37% respectivamente. Conclusión: los precios de commodities
han comenzado a verse afectados por la recesión de USA y el “viento de cola”
baja.
Otro tema preocupante es la inflación de marzo: 3%, y si se
calcula el efecto del paro, 4%. La inflación de la Argentina es la mas alta
de Latinoamérica, y los cálculos para este año, superan el 35% (más que
Venezuela).
El gasto público aumenta un 40% nominal, y por ello es
necesario aumentar impuestos, porque si bien hay superávit el aumento del gasto
es superior.
Algunos resultados. En el conflicto con el campo, el
agro ganó, pero el gobierno evito lo peor. La protesta fue histórica: 21 días, 4
entidades, inédita. El Gobierno evitó lo peor porque la coalición oficial se
estaba rompiendo. Gobernadores, intendentes, gremios rurales no se estaban
sumando al gobierno por la presión de la gente en el interior.
Se produjo por primera vez una “concientización” de la cadena
de valor agroindustrial de que son parte los empleados de los frigoríficos,
camioneros, entidades del campo, etc.
La tregua. El comienzo de la cosecha hizo que el agro
suspendiera la medida, además el desabastecimiento comenzaba a perjudicar el
apoyo de la opinión pública urbana sobre el paro. Estaba siendo
contraproducente.
Se vivieron semanas violentas con sensación de ingobernabilidad. Por todo esto
la tregua fue lo mejor para ambas partes.
La política oficial. El gobierno es preso de la
“política gestual”, “cede siempre que no se note”. Jamás va a querer demostrar
que cede tan rápido, por eso ahora no le va a soltar la mano al Ministro de Economía. En este conflicto es difícil porque no
se puede ceder en el tema retenciones. El ofrecimiento de subsidios que ofrece el gobierno a productores
son incobrables por parte de los productores. La práctica así lo indica.
El gobierno enfrentó el conflicto como el Juan Perón de los 40 y
no de los 70. Se notó en el “manejo de la calle”. Esta fue la peor crisis
política del gobierno K en 5 años (incluyendo a Néstor).
Cristina tuvo que hablar 4 veces en 7 días y llenar una plaza
con movilización de las fuerzas del PJ, suspender su viaje a UK. El martes no
salió en el helicóptero de la casa rosada para evitar la misma imagen que
Fernando de la Rúa. Se fue custodiada por 8 autos pero no fue a Olivos.... había cacerolazos y
los querían evitar. Todo esto refleja una crisis política.
El conflicto con los medios. Otro conflicto que se
generó y que el gobierno deberá afrontar, es con los medios. Existe un grave
malestar con varios medios de difusión, pero especialmente con Clarín; de allí
que reaparecen temas de corrupción, y como en general se ocuparon favorablemente
con la postura del campo esto generó el enojo de Cristina.
Este enojo motivó al gobierno a crear el “Observatorio de Medios”, que no tiene
otro fin que controlar a la prensa opositora.
Las estrategias. La estrategia para enfrentar el
conflicto la hizo Néstor K. El manejo táctico que hizo el gobierno a través de
Alberto Fernández fue mal manejada, esto a Néstor lo puso muy molesto.
El papel de Luis D´Elía fue más que internamente, apareciendo como
un grupo “paraoficial”. Mundialmente, a D´Elía se lo considera un agente de
Irán, y en el exterior se preguntan: ¿Qué hace un agente manejando las calles en
la Argentina?
Los logros. El agro logró lo que la oposición no pudo,
y la respuesta por parte del oficialismo, el intento de llenar la Plaza de Mayo
no funcionó, solo 60.000 personas y organizadas. En Entre Ríos había 35.000
productores y, si se organizaba bien, hubieran superado el millón en el país.
La discusión en términos ideológicos que intentó el gobierno
tampoco funcionó. La clase media que no la votó, perdió la esperanza de que ella
hiciera las cosas diferentes a Néstor.
Las fuerzas de seguridad desaconsejaron al gobierno el uso de
la fuerza porque era imposible de manejar por la cantidad de cortes. La sorpresa no fue lo que paso sino la velocidad de la
tendencia. Se espera un desgaste lógico del gobierno pero no tan rápido.
Cristina se quedó sin fusibles, no hay ministro que la apoye, se desgasta su
figura.
Los pasos a seguir. Frente a la crisis se ven dos
escenarios. Que Cristina se independice de Néstor o que lo ponga como Jefe de Gabinete para reconstruir poder.
El gobierno no sabe qué proponer, y además no quiere
mediadores en el conflicto, ya que si hay mediación van a figurar como que están
cediendo y no quieren.
La inflación. En cuanto a la inflación, ha sido
durante estos años un tema económico, pero en el Gobierno se cree que va a pasar
a ser un problema político, y que antes de los 30 días de tregua puede emerger.
La política del gobierno va a ser endurecer su posición
aplicando la ley de abastecimiento por Guillermo Moreno. Algunos sindicatos están
comenzando a decir que los acuerdos salariales a los cuales llegaron los quieren
renegociar en julio.
Concluyendo
Volvieron los “escraches” a los funcionarios. Cristina dice lo que piensa, nadie se lo escribe. Mandaron a
hacer una encuesta luego del primer discurso y se dieron cuenta de que el 88% de la
gente quería escuchar la palabra “diálogo” en el discurso. De allí que luego
figuró en los demás discursos.
La coparticipación entró en la agenda política. Las
provincias se preguntan: ¿por qué se coparticipa el petróleo y la soja no?
A medida que el contexto mundial empeore, la lucha por el dinero entre las provincias
y el Poder Ejecutivo va a aumentar, y para colmo se conoció la informaron acerca
de la "judicialización" de las retenciones, ya que hay varios jueces del interior
que empezarían a fallar en contra de las retenciones.
No es poco.
Pablo Dócimo