Se pudrió todo. La Conferencia Episcopal
Argentina y el gobernador de Santa Fe, Hermes Binner, reclamaron ayer a la
presidente Cristina Fernández de Kirchner un "gesto de grandeza" y una
convocatoria a un "diálogo transparente" con los representantes del sector
agropecuario, para arribar a una solución al conflicto que ya lleva 84 días.
Esos pedidos confrontaron con la posición de la jefa de
Estado, que volvió a endurecer su postura frente al campo y advirtió que "sólo
pueden darse el lujo de estar 90 días sin trabajar los que han acumulado mucha
renta", en tanto el ex presidente Néstor Kirchner encabezaba esta noche una
reunión del Consejo Nacional del Justicialismo.
El choque de las dos posiciones se produce en medio del
conflicto que desde el miércoles cuenta con el aditamento de cortes de ruta
dispuestos por transportistas de carga en contra del paro agropecuario, lo que
da lugar a confusiones acerca de la autoría de algunas decisiones y sus
consecuencias.
Al respecto, la presidenta señaló a los productores que,
según dijo, debieron "derramar (leche) como arroyos" porque no pudo ser
distribuida y les pidió que "piensen un poco menos en ellos mismos y más en los
que todavía no tienen nada".
Sin embargo, el Centro de la Industria Lechera (CIL) advirtió
los problemas de abastecimiento que podrían ocurrir obedecen a "la decisión
adoptada por las empresas de transporte automotor de cargas de paralizar sus
actividades y realizar bloqueos de las rutas", sin mencionar a los ruralistas
entre los responsables.
Al riesgo de desabastecimiento de leche y sus derivados se
suma el de la distribución domiciliaria de gas en algunas localidades
bonaerenses, en tanto en Santa Fe los empresarios del transporte urbano de
pasajeros, dispusieron suspender los servicios nocturnos por la falta de gasoil
y también reducir frecuencias en el horario diurno.
Los llamados al diálogo formulados por la Iglesia y Binner
completan una serie de pedidos que en ese sentido se vienen formulando desde
hace varios días, destacándose al respecto el hecho por el defensor del Pueblo
de la Nación, Eduardo Mondino, cuya oferta de mediación aún no fue respondida
por el Gobierno.
La Conferencia Episcopal, presidida por el cardenal Jorge
Bergoglio, solicitó al gobierno que "convoque con urgencia a un diálogo
transparente" con los representantes agropecuarios, en el marco del conflicto
que mantiene con el campo.
Asimismo, pidió a los productores agropecuarios "que
revean sus reclamos" porque "no es en las calles ni en las rutas donde
solucionaremos nuestro problema".
Por su parte, Binner, de buena relación con la dirigencia
agropecuaria, pasó a ser el gobernador con mayor protagonismo, al encabezar una
reunión con diferentes representantes del quehacer agropecuario de Santa Fe, una
de las provincias con presencia más destacada en el conflicto.
En un acto en la Casa de Gobierno provincial, Binner, le
reclamó a Cristina un "gesto de grandeza" que permita "remover los obstáculos"
que impiden superar el conflicto entre el Gobierno y el campo, de manera que en
su solución no haya "ni vencedores ni vencidos".
En ese sentido, pidió "suspender todas las medidas que
impidan la libre circulación de personas, alimentos y medicamentos" y la
convocatoria al "Consejo Nacional Agropecuario ampliado", a los efectos de que
todas las provincias puedan "consensuar un plan" para la actividad.
"Estamos transitando un camino sumamente peligroso, una
situación que es a todas luces incomprensible" ya que "en medio de una bonanza
económica se ha generado una crisis insospechada", señaló Binner.
Fuente Agencia DyN