Un dato: numerosos policías de la Federal estaban apostados esta mañana alrededor del edificio del Congreso, cuyo perímetro estaba totalmente vallado, en tanto ya estaba cortado desde las 8 el tránsito en la esquina de la calle Hipólito Yrigoyen y la avenida Entre Ríos. ¿Se prepara el kirchnerismo para sacar la ley y desactivar toda posible protesta?
Nadie desmiente ni confirma desde el gobierno, pero se sabe que durante la madrugada hubo llamados incesantes y más ofrecimientos para comprar votos. Aunque se presume que sí, sólo el kirchnerismo sabe si ya posee la mayoría que necesita.
Lo último que se sabe sobre el tema es que anoche se complicó la situación del oficialismo: algunas entidades del campo, como la Federación Agraria, negociaban apoyar un proyecto de Felipe Solá que ratifica la Resolución 125, pero pone un límite de 38,6% para la alícuota máxima. Tiene el apoyo de Juan Schiaretti, Jorge Busti, Daniel Katz y Julio Cobos.
Los hombres del campo buscaban entonces convencer a la oposición para que también lo respalde y así complicarle el número al kirchnerismo.
Por otro lado, muy pocos se animan a contradecir las órdenes de Néstor Kirchner de aprobar sin chistar el proyecto oficial sobre retenciones. Así, el oficialismo bajará hoy al recinto de sesiones de Diputados con un proyecto de ratificación de las retenciones móviles que no genera convencimiento ni siquiera en la propia conducción de su bloque, pero que esconde detrás la amenaza velada del kirchnerismo. Como anticipó este medio, hay carpetas con antecedentes personales de ciertos legisladores que prometen convencer al más rebelde.
Anoche un plenario de comisiones emitió el dictamen de un proyecto más duro con el campo que el que había anunciado hace dos días Agustín Rossi. La propia Cristina de Kirchner frenó ayer, en una conversación con el jefe de la bancada kirchnerista, cualquier intento de incluir nuevas mejoras al proyecto oficial para generar algún consenso con el campo y la oposición.
El clima lo describe muy bien el diario Ámbito Financiero: "El broche final lo dio Néstor Kirchner. Ayer en su discurso en la Unión Obrera Metalúrgica volvió a amenazar a los diputados de su partido, les recordó su origen y habló de lealtades.
Es lo único que desde el Congreso sugirieron que no hiciera para no complicar la situación. Lo hizo por enésima vez y desató una nueva crisis dentro del bloque kirchnerista cansado ya de poner la cara por lo que consideran un capricho de sus jefes en la Casa Rosada.
De hecho muchos kirchneristas del ala blanda hasta preferirían que hoy se cayera el quórum para no tener que votar una ley que apoyan sólo por una obediencia que hoy no están dispuestos aún a romper".
Lo cierto es que, si hoy se vota la "ley Kirchner", el campo ya anticipó que parará y es seguro que habrá nuevos cacerolazos. Las consecuencias de esto ya son conocidas ¿Tolerará la ciudadanía otra vez lo mismo, con desabastecimiento incluido?
Carlos Forte