Estaba ilusionado el kirchnerismo, creía que ya tenía la ley a punto de salir, pero no. Algunos de los legisladores que habían comprometido su voto al impresentable proyecto oficial, debieron recular por la "lupa" que los medios de comunicación pusieron sobre su desempeño. Los dos más "escrachados" han sido en las últimas horas Eduardo Macaluse y Claudio Lozano.

    Por otro lado, Néstor Kirchner sondeó al sector rural y pudo observar que hay un enérgico rechazo a su propuesta de compensaciones a los pequeños y medianos productores. En un país donde nada marcha como debiera ¿quién puede confiar en que funcione semejante sistema?

    "Si nos van a devolver parte de nuestro propio dinero ¿por qué directamente no reducen la alícuota de retención a los más chicos?" se preguntaba un pequeño productor en plena carpa frente al Congreso. Es una de las tantas preguntas que el kirchnerismo se niega a responder.

    En el día de ayer, la conducción del bloque oficialista volvió a la Casa Rosada a negociar otras mejoras para intentar una nueva oferta. No alcanza ya con tener los votos para ratificar el pedido del gobierno: el propio bloque oficial sabe que de nada servirá pagar ese costo político si al día siguiente a la votación vuelve a estallar la protesta. Por ahora, todo parece demorarse hasta la semana próxima.

    Los diputados kirchneristas Alberto Cantero Gutiérrez y Walter Agosto, jefes de las comisiones de Agricultura, Ganadería y Presupuesto y Hacienda, no llegaron a debatir la polémica Resolución 125. Los acompañaron el macrista Christian Gribaudo, el oficialista fueguino Rubén Sciutto, la pampeana Irma García, el entrerriano Raúl Solanas y el laboralista Jorge Recalde.

    Se sabe que en el día de hoy se intentará emitir aunque sea un dictamen de muestra, ya que la votación para mañana aún está en duda. ¿El motivo? Sabe el oficialismo que, aunque logre sancionar la ley que ratifique la mencionada resolución, habrá un inevitable estallido social. Es lo que se quiere evitar, especialmente en el entorno del obsecuente Agustín Rossi.

    En tal sentido, él junto a la conducción de las comisiones de Agricultura y Presupuesto y Hacienda se reunieron con Alberto Fernández en la Casa Rosada a efectos de aumentar la oferta de compensaciones frente a las nuevas retenciones a la exportación de soja; con las primeras modificaciones al proyecto habían convencido a parte de la tropa propia, pero no calmaron ni al campo ni a la oposición.

    Es dable mencionar que hace horas apenas Rossi había anunciado un acuerdo interno dentro de su bancada, después de siete horas de debates, para aprobar un proyecto que ratifica primero la Resolución 125 y luego amplía las compensaciones a productores que despachen hasta 750 toneladas (1). No pasó mucho tiempo hasta que Luciano Miguens rechazara la propuesta. Hasta allí la crítica era tolerable para el kirchnerismo ya que las nuevas medidas no atienden a los grandes productores. 

    Fue motivo suficiente para que Rossi decidiera levantar la reunión de comisión que se había iniciado para emitir un dictamen del proyecto y volver a negociar.

    El gran problema para llegar a un acuerdo final es que Néstor Kirchner no quiere dar el brazo a torcer y Cristina menos aún. Saben que con poco esfuerzo conseguir llegar a los 132 diputados que necesitan para votar la ley y descansan en su convencimiento sin reparar en las consecuencias posteriores.

    Si sale la ley como quiere el oficialismo y el campo sale a protestar a las calles nuevamente, ¿se quedará de brazos cruzados la sociedad? Difícilmente.

    Es por ello que Néstor se anticipa a atacar a los ruralistas y a los medios de información críticos. Necesita convencer a la sociedad que todo se trata de una pelea entre los que menos tienen y la egoísta clase alta.

    "Desestabilizadores" y "golpistas", fueron algunos de los términos que utilizó el ex Presidente al referirse a la gente del campo. ¿Es así como quiere llegar a un acuerdo?

    Por ese y otros motivos, se hace difícil creer en el discurso oficial.

Carlos Forte

(1) El proyecto permite también: cobrar las compensaciones aunque los productores no estén inscriptos en el Registro de Exportadores en la AFIP, el acceso de los monotributistas a ese beneficio, más subsidios a fletes fuera de la Región Pampeana y modificar, a través de otra ley, el régimen que fija la Ley de Arrendamientos.