Ahora le toca el turno a Arnet, que
ofrece su servicio de Internet-banda ancha para los usuarios de Telecom,
sin omitir sus enormes deficiencias, irregularidades y otras yerbas.
El servicio que ofrecen es tentador a la hora de contratar
Internet, especialmente cuando uno es cliente y las tarifas de los primeros seis
meses son más bajas que las de otros proveedores.
Se le hace saber al cliente que le llegará por correo un
módem con su correspondiente CD, donde se explicará cómo se instala y, en caso
de existir algún inconveniente, concurrirá sin cargo un técnico.
Hasta allí todo bien y en condiciones normales por la
velocidad y rapidez en colocar el servicio.
Cuando llega el momento de reclamar, la comunicación es
solamente a través del discado al 112, a través del cual una cordial operadora
—típico de estas empresas— saluda y a partir de allí existe un menú de
opciones que son interminables y cuando todo parece estar listo para hablar con
un operador, sale la célebre grabación: "gracias por esperar, lo atenderemos a
la brevedad". Esto es una constante que repiquetea en los oídos en forma
desesperante y se hace eterno para el usuario, sobre todo por la música
polifónica y "apacible". Ergo, nunca se llega a realizar la gestión pertinente.
Respecto de la posibilidad del cliente de prescindir del
servicio —cuando uno considera que no quiere continuar con él o bien por los
motivos que existan— no hay manera de llevarlo a cabo si no ha transcurrido un
año desde que se contrató. Caso contrario, deberá pagar una multa de entre
sesenta y ochenta pesos por la "rescisión intempestiva".
Una vez que el usuario toma conocimiento de esta multa queda
sorprendido, ya sea porque cuando contrato no se lo dijeron —por supuesto todo
vía telefónica— o bien porque no puede entender que encima de que el servicio es
deficiente, tiene que pagar.
Entre los relevamientos y quejas existentes, tanto en Defensa
del Consumidor, PADEC, o simplemente ingresando a diferentes blogs, se
encuentran aquellos que al haberse mudado de un inmueble a otro han pedido el
traspaso del servicio de banda ancha y una vez efectuado el mismo, le otorgan un
número de gestión para reclamar en el nuevo domicilio en un plazo estimativo de
siete días para gozar nuevamente del servicio.
Ahora, si intenta restablecer Internet por banda ancha, se
encuentra bloqueado y después de esperar mas de 20 minutos en línea para
efectuar el pertinente reclamo, se entera que por un error de quien tomó el
pedido, consignó mal el número telefónico y no puede tener Internet en su nueva
línea toda vez que debe realizar el reclamo pertinente y esto tardará otros
siete días mas. O bien, se le ofrece una nueva promoción de las que se
encuentran vigentes para la nueva línea, instándolo a contratar un nuevo
servicio. Lo dejan esperando y comunican las grandes noticias de rebajas que
tienen para el cliente.
La falta de respeto por parte de la operadora de la empresa
Telecom-Arnet es tal que sin más, corta y le dice al cliente que
chequeará nuevamente la información. Si no, le piden a uno que rescinda el
contrato anterior pero pagando y olvidando que el número equivocado deberá
cargar con un servicio que jamás solicitó.
Frente a estas situaciones no existen caminos seguros de
reclamo y queja concreta, porque el mismo se realiza vía telefónica y el cliente
se queda sin servicio y en estado total de indefensión. Todo frente a una
empresa que ofrece publicidades televisivas espectaculares, que atrapan en forma
compulsiva al telespectador. Pero el interés por contratar ese servicio y todo
lo que promete no se puede hacer porque existen mentiras y burocracias eternas.
La pregunta del millón que siempre existe en todas estas
situaciones es ¿por qué no existe un lugar físico donde recurrir y presentar
quejas formales por escrito y no a través de un servicio telefónico, que no
respeta los derechos de los consumidores?
Si bien es cierto que existe una ley de Defensa del
Consumidor que se acaba de modificar en el transcurso de este año y
constantemente se le hace saber al consumidor que puede defender sus derechos
que son violados, el mismo se encuentra cansado de todo y termina en un círculo
que empieza y termina de la misma forma, contratando un nuevo proveedor,
pensando que será mejor o mas de lo mismo y seguramente envuelto en otra empresa
que ofrecerá otras mejoras, pero tiene otras deficiencias que saldrán a la luz
una vez que el cliente fue atrapado y contrató el servicio.
Graciela Catalán Álvarez