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CRÍTICA CINEMATOGRÁFICA

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BATMAN: EL CABALLERO DE LA NOCHE
BATMAN: EL CABALLERO DE LA NOCHE

CARTELERA DEL ESPECTÁCULO      B

Ficha Técnica:
-Título: Batman, El caballero de la noche
-Título Original: Batman The dark knight
-Género: Acción- Aventura
-Dirección: Christopher Nolan
-Guión: Christopher Nolan, Jonathan Nolan
-Intérpretes: Christian Bale, Michael Caine, Heath Ledger, Aaron Eckhart, Maggie Gyllenhaal, Gary Oldman
-Fotografía: Wally Pfister
-Música: James Newton Howard, Hans Zimmer
-Montaje: Lee Smith
-Origen: Estados Unidos (2008)
-Duración: 150 minutos
-Calificación: Apta para mayores de 13 años
-WEB: www.la.warnerbros.com/thedarkknight

    Segunda entrega de la saga Batman Inicia, del director Christopher Nolan. Demasiadas expectativas para un film que logra sólo algunos momentos de intensidad, mediante escenas bien resueltas. Con actuaciones descollantes de los personajes: Guasón (Heath Ledger), Alfred (Michael Caine), y Aaron Eckhart, como el eficiente fiscal de distrito. Las mismas eclipsan el protagónico de un Batman (Christian Bale), que proyecta escasos recursos escénicos.
    En esta oportunidad, el súper héroe del cómic, tiene que lidiar con el Guasón, un psicópata criminal —fugado de un neuropsiquiátrico— que recluta un ejército de malhechores de Ciudad Gótica. Interpretado magistralmente por el actor Heath Ledger (el mismo de Secreto en la Montaña), generando gran contraste con su contrapunto Batman. Elegir buenos actores, es tarea de inteligentes directores. No puede existir tanta diferencia entre el protagónico y su elenco. A medida que la narración se va imbrincando, la brecha o performance actoral, también. Fue la presentación post-mortem, del malogrado y talentoso actor Ledger.
    Si bien no hay cambio estructural en la historia del encapotado (entre la primera y segunda entrega), sí lo hay en lo accesorio, por Ej.:
    a) Muda forzada de la mítica Baticueva (a un pent house de las empresas Wayne)
    b) El Batimóvil —una camioneta Hammer reformada— se transforma en una batimoto superpotenciada y letal.
    c) Perfecciona el traje de super-héroe, ahora inmune a armas blancas, de fuego y mordeduras de can.

    Si hacemos una lectura retrospectiva, con relación a la serie famosa de los años 60, la historia se mantiene fiel a la matriz original. El multimillonario Bruce Wayne, un personaje de doble moral. De día, un excéntrico bueno para nada, y de noche un paladín que redime a Ciudad Gótica de la peor calaña de asesinos, con su fiel mayordomo Alfred, que lo ayuda más de una vez en esta lucha.
    Si tenemos que señalar la gran ruptura narrativa e histórica, entre esta versión y su predecesora, (protagonizada por Adam West y Bud Ward año 1966-1968 – 120 capítulos – por canal ABC de EE.UU), es —a no dudarlo— la capacidad intelectual y ética de Batman. En la serie original, el protagonista era un brillante científico-experimental. Mediante ensayo-error, utilizaba sus atributos para la lucha cotidiana. Al tiempo que poseía una práctica y discursiva, teñida de una fuerte impronta moral y filantrópica.
    El Batman del director Nolan, presenta a un héroe con poca monta intelectual y moral. No hay una lógica aguda para la resolución conflictiva manifiesta. En tanto que a Bruce Wayne, lo describe como un títere que vive de juergas y con grandes tensiones existenciales. Su axiología es pragmática. Sintetizando, la distancia entre ambas visiones conceptuales es abrumadora.
    El film visualmente es interesante. Aunque no abundan escenas largas, que junto a un hilo conductor, dan tensión emocional. Por el contrario, las escenas son anafóricas (retoman el sentido), y se potencian con finales cerrados.
    Desde la significación del lenguaje, el rendimiento catafórico (introducción de nuevos tópicos en la narración), se resuelve con solvencia. Haciendo su lectura de fácil comprensión. La película no tiene grandes paradojas o antinomias de ideas. Por tanto, al target que va dirigida le resulta entretenida y amena.
    En cuanto al modelo de filmación y su estética, el juego de tomas y planos resulta impecable. Tomas en picadas, travelling, aéreas con zoom ascendente y descendente abrupto, perfectamente sincronizadas, dan profundidad y tensión en la pantalla. Un gran hallazgo de su director, por cierto.
    El fiel mayordomo Alfred precipita los instantes más tiernos, mediante su paternalismo y sabiduría aleccionadora. El relato fílmico alcanza su culmen mediante el poder omnisciente de este personaje. No es casual, a no dudarlo, la reserva moral de Batman y Wayne. Todo lo escucha, todo lo ve, todo lo sabe, siempre antes. El presente consejo de Alfred —a su servidor— descripto en una escena, recorrerá y fundamentará el film: “…algunos hombres no buscan usar la lógica, sólo quieren ver al mundo arder”. (explicando la singular lógica criminal del Guasón. En ese momento Batman, realiza “el giro Copernicano”).
    Pudo de esta manera, desnudar la lógica criminal. Observando que su interés no estaba en el dinero, sino en otros planos de la realidad, en delirios místicos y patológicos. Batman acusó recibo de ello.


Robin: tópico de discusión

    Muchos espectadores se preguntarán sobre la no inclusión de Robin, el joven maravilla, en la película de Christopher Nolan. En esta entrega como la precedente, es la crónica de una ausencia anunciada.
    Desde los años ´60 a esta parte, hay un atravesamiento cultural hollywoodense. Inculpaciones de sexismo, homofobia y otras discriminaciones, forman parte del debate.
    Se sostiene que la estética de Robin, liderada por su pequeño “pantaloncito hot” (hot pant), su delicadeza y amaneramiento, su carencia dialógica con el género femenino, es patrimonio asociado a (su) homosexualidad. Incluso entidades de DD.HH ad hoc advierten sobre el papel menor en la toma de decisiones de Robin (por esta cuestión se lo discrimina). Encuestas de opinión pública han dado como resultado, la no saturación de la imagen en la conformación del famoso dúo dinámico. Por separado mejor. El pragmatismo económico de Hollywood lo entendió perfectamente.
    El “mundo Robin” para sus admiradores gay no se articula bien con el “mundo Batman” (claramente heterosexual). Ej: sólo al murciélago encapotado se le permite hacer uso de las delicias de los néctares del sexo femenino. Batman pelea en definitiva, por el amor de una mujer y por salvar a su comunidad, Ciudad Gótica. Mientras tanto, Robin jamás verbalizó —ni siquiera en metamensaje— la probación del fruto prohibido.


Conclusión

   
Más allá de esta confrontación en línea histórica, Robin sin dudas es más que un simple valor agregado. Batman necesita de un partenaire, un ad látere de 24 hs. para la lucha contra el crimen organizado. Separados los paladines, la actuación es carente por falta de una gran historia.
    No olvidar a Alfred: "algunos hombres (como el Guasón), no buscan usar la lógica, sólo quieren ver al mundo arder".

 

Gustavo Contarelli

Puntaje del film: 4 Tribunas
Puntaje mejor actor de reparto: Heath Ledger (el Guasón) 5 Tribunas

Referencias:
5 Tribunas: excelente/imperdible
4 Tribunas: buena
3 Tribunas: correcta
2 Tribunas: regular
1 Tribuna: mala/pésima

 

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