Ficha Técnica:
Título original: La fille coupée en Deux
Género: Drama
Dirección: Claude Chabrol
Guión: Claude Chabrol, Cécile Maistre
Protagonistas: Ludivine Sagnier, Benoit Magimel, François Berléand, Mathilda
May, Caroline Sihol
Música: Matthieu Chabrol
Fotografía: Eduardo Serra
Montaje: Monique Fardoulis
Origen: Coproducción Alemania - Francia
Estreno: 2008 Duración: 114 minutos Calificación: Apta para mayores de 13 años.
Web Oficial:
http://www.lafillecoupeeendeux.com/
En esta nueva entrega, el prolífico director francés Claude
Chabrol sigue fiel a los postulados de la nouvelle vague francesa, de la
que fuera uno de sus precursores cincuenta años atrás. Una mujer partida en
dos representa la construcción quintaesencial del amor liberal burgués. Fiel
a postulados inteligentes, rupturistas —ideológicos— desnuda una vez más, las
picardías manifiestas de los intelectuales franceses.
Reúne todos los condimentos que una gran obra debe tener: una
buena historia que contar, narrada con suficiencia, estéticamente creíble,
articulada por la actuación brillante de sus actores. En síntesis, una
formidable película europea.
Una mujer partida en dos, es la historia de Gabrielle
Deneige (Ludivine Sagnier), una carismática y bella joven que vive en los
suburbios de Lyon con su madre Marie (Marie Bunel), una diletante de la cultura
y librera de profesión. Juntas harán vibrar en la pantalla, el contrapunto ideal
de sus intereses. Gabrielle, es una ascendente pronosticadora o “mujer del
tiempo”, en una cadena de televisión local. Por su trabajo, conoce al afamado
escritor Charles Saint-Denis (François Berléand), un librepensador, seductor,
ganador de amores y casado, que la dobla en edad y experiencias. En un
instante conjugarán su gran amor.
Pero la espada de Damocles pende sobre ellos. Paul Gaudens (Benoît
Magimel), un hombre más joven, rico y caprichoso, pero también de rasgos
psicopáticos, entrará en la puja por el amor de la exquisita Gabrielle. El tema
central del film es el amor. Pero el amor tal como lo ve, lo siente y practica
parte de la intelectualidad francesa. En este caso signado por el escritor
Charles, el amante de Gabrielle. No es el amor tradicionalmente enseñado y
aprendido de la cultura cristiana-occidental, donde es dado y recibido de un ser
a otro, de manera personal. Todo lo contrario, el amor aquí propuesto por el
director Chabrol, es rupturista. Es una práctica impersonal. Es el amor
jugado en el clasicismo griego o el banquete. Es el amor representado en la
mujer que es libremente entregada y poseída por la comunidad de sus amantes.
Esta práctica de triangulación amorosa, propuesta por el escritor de marras, es
aceptada y comprendida por la inexperta partenaire, que lo ve como evolución de
su pareja y no como algo sucio y enfermizo.
La temática expuesta en esta historia es similar a la
incursionada por la actriz, productora y directora Julie Delpy. El factótum
artista francés en Antes del Amanecer y 2 días en París,
propone similar visión del amor. Aunque es más explícita y se obsesiona a veces
en el intento. De todos modos, el espectador queda pensando en esas escenas
largas y bien dialogadas, donde “su cultura y tradición en el sexo y el amor” no
se ven avasallados por la propuesta fílmica. Al contrario, se acepta como una
estética cuasi placentera.
Pero no siempre las dos visiones culturales del amor, son
libremente aceptadas, y conviven sin tensiones. La psicopatología de Paul
Gaudens es prueba de ello, y a partir de su entronización, un nuevo giro en la
historia que será el definitivo. Son momentos precisos donde la emoción, y la
sensibilidad denotada en la pantalla, se traducen en espera de abruptos
acontecimientos. Para tal fin, los tiempos verbales son cortos para acelerar
la narración y sus cierres.
En cuanto al guión cinematográfico, es importante destacar la
modalidad de confrontación de los personajes jugados. Gabrielle y su madre por
un lado. Gabrielle y el escritor por otro. Charles y Paul Gaudens, disputándose
a la amada, etc. En todos ellos, se nota la maestría del director. Una pluma sin
fisuras, precisa y clara, no deja lugar a confusiones de los acontecimientos
vividos. Lo dialógico es inductivo y la imagen acompaña fielmente la resolución
de la puesta.
En fin, sin bien la conclusión de la narración es cerrada
—contraria a otras obras argumentativas por el estilo— no deja lugar a reproches
de futuros probables e inciertos. El autor quiso explícitamente concluir con el
drama con punto y acápite. Y es de este modo, que el remate sorprende al público
y lo paraliza.
De pronto, los créditos de la película indican que es tiempo
de partir.
Gustavo Contarelli
Puntaje del film: 5 Tribunas (excelente)
Puntaje actor protagónico: Ludivine Sagnier (Gabrielle) 5 Tribunas
Referencias:
5 Tribunas: excelente/imperdible
4 Tribunas: buena
3 Tribunas: correcta
2 Tribunas: regular
1 Tribuna: mala/pésima