Peronistas y opositores han comenzado a
construir, sin buscarlo, una coincidencia acerca del escenario político que se
plantea en el corto plazo: el fin del kirchnerismo.
Como no había ocurrido antes, gobernadores, intendentes y
legisladores que formaron parte del "kirchnerismo", y que todavía se muestran en
públicos como defensores de la gestión de Cristina Fernández, señalan en privado
que el 2011 coincidirá con el fin de la era kirchnerista.
Al menos cuatro mandatarios provinciales susurran lo que, por
ahora, niegan en público. "Hay que pensar como sobrevive el peronismo al cambio
de liderazgo que se planteará después de las elecciones de 2009".
Hasta el propio diputado Felipe Solá, quien fuera el hombre
de Kirchner en la ofensiva contra Duhalde, allá por el 2005, dejó en claro que
"no" pertenece más al kirchnerismo e incluso retrucó algunas críticas desde el
oficialismo hacia su posición crítica: "No le debo mi diputación a nadie".
Varios intendentes, otrora ultrakirchneristas, se animan a
presionar al gobierno nacional con pedidos de reforma de la Constitución
nacional, primero, y después con alertas por una posible crisis en varios
municipios a raíz de la falta de fondos.
Por eso no fue casual que en el corazón bonaerense, La Plata,
Néstor Kirchner reclamara una nueva ley de coparticipación federal que beneficie
a la provincia de Buenos Aires con los 6 puntos que alguna vez les quitaron. En
dinero de hoy, unos 5 mil millones de pesos anuales.
Mas allá de la propuesta de Alberto Fernández, quien pese a
sus esfuerzos y declaraciones no es tenido en cuenta por el kirchnerismo, de
retener a Julio Cobos, el mendocino tiene una estrategia en mente que lo aleja,
definitivamente del gobierno nacional que él mismo integra.
"La idea es que en las elecciones de 2009 la UCR sea la
columna vertebral de un frente, en el que participaremos como espacio en varias
provincias, y que la figura de Cobos, sin ser candidato, tenga el protagonismo
que le corresponde", sostuvo un dirigente del núcleo que trabaja con el
vicepresidente.
El cobismo tiene presencia en la provincia de Buenos Aires a
través de varios intendentes; en Córdoba, el ex intendente de Río Cuarto Benigno
Rins está a cargo del armado del sector que podría compartir un frente con los
radicales y con Luis Juez; en Santa Fe, el cobismo tiene presencia en algunos
departamentos; y se hace fuerte en Mendoza, donde Cobos fue gobernador.
Según pudo constatar Agencia DyN, dirigentes de PRO, la
Coalición
Cívica, el radicalismo y el socialismo, coinciden en que 2009 marcará el fin del
kirchnerismo, mas allá del papel del propio Partido Justicialista.
Por eso el macrismo intenta ser el espacio que canalice un
"acuerdo" con el PJ. En tanto la UCR y la Coalición, pretenden ocupar el espacio
del antiperonismo, mas allá de la presencia, sobre todo en el partido de Carrió,
de algunos ex peronistas.
Mientras, el Partido Socialista también empieza a delinear su
estrategia electoral de cara al próximo año. A partir de la figura del
gobernador Hermes Binner el PS intentará consolidarse en varios distritos.
Sin embargo, la diferencia con la campaña presidencial es que
ya no irán atados a la Coalición Cívica de Elisa Carrió, con quien Binner tiene
diferencias de estilo. Así, en Capital Federal irán con candidatos propios, en
territorio bonaerense respaldarán a Margarita Stolbizer, en Córdoba confluirán
con radicales y juecistas, y en Santa Fe ratificarán el Frente que los llevó al
poder.
Walter Schmidt